Pulso

Gruma, S.A.B. de C.V., la tortilla corredora

Las tortillas de maíz son a México lo que el pan es a Chile. El consumo anual per cápita de tortillas en el país norteamericano bordea los 80 kg, muy cerca de los 80-90 kg de pan que un chileno promedio ingiere al año. Visto desde otra perspectiva, el consumo de tortillas en México casi triplica al consumo de pan en el mismo país. Tan relevante es este mercado que el Ministerio de Economía monitorea y reporta constantemente sus precios en todos los Estados, tanto en tortillerías como en autoservicios. Un kilo de este alimento se vende en torno a 75 centavos de dólar (precio promedio del cierre de octubre), y si consideramos que en México hay más de 122 millones de habitantes, el mercado de las tortillas de maíz supera los US$7.300 millones al año.

La harina de maíz es un insumo clave para la industria y se estima que un cuarto de su producción se destina a la elaboración de tortillas. En México existen dos grandes productores de este insumo a nivel industrial, siendo Gruma el actor más relevante con un 70% de participación.

Pero Gruma no sólo está presente en México. En efecto, la compañía registró ventas por US$3.713 millones en 2014, y cerca de un 30% de sus ingresos consolidados se generó en este país, mientras que un 60% correspondió a EE.UU y Europa. La compañía tiene 79 plantas productivas distribuidas en América, Europa, Asia y Oceanía, y presencia en más de 110 países con marcas globales como Maseca (harina de maíz) y Mission (tortillas). De este modo, Gruma hoy se define como una empresa global de alimentos, líder en producción de harina y tortillas de maíz, y con una presencia importante en el mercado de panes planos (como por ejemplo, panes pita). Su capitalización bursátil actualmente alcanza los US$6.617 millones.

Las acciones de Gruma han experimentado una fuerte apreciación en el último tiempo. En efecto, durante 2015 han rentado +62,5% en pesos mexicanos (lo que se compara con el rendimiento de +4,73% de la bolsa mexicana), impulsado por mejoras de eficiencia que se han traducido en un importante apalancamiento operacional. Al cierre de septiembre, las ventas consolidadas acumulaban un alza de 12,3%, mientras que el EBITDA registraba un alza de 22,2%. Lo anterior es resultado de un plan de reducción de costos que comenzó durante 2012, lo que también ha venido acompañado de enajenación de activos no esenciales. Si lo vemos en cifras, el margen EBITDA de 15,4% acumulado a septiembre supera ampliamente el margen promedio de 9,9% de los últimos 5 años. Esta mayor capacidad de generación de flujo de caja ha llevado a que el endeudamiento de Gruma se encuentre en un nivel históricamente bajo.

En términos de valorización, el mercado ha premiado a la compañía. Sus acciones actualmente muestran un múltiplo P/U forward (12 meses) de 20,3 veces, por sobre el promedio de 14,8 veces de los últimos 5 años y ligeramente superior a las 19,2x del índice de referencia. Algunos analistas han planteado que de aquí en adelante a Gruma le será más difícil seguir capturando mejoras operacionales, pero por ahora, su acción -a diferencia del cuento de “La Tortilla Corredora”-, no se cansa y el momentum la sigue acompañando.

*El autor es socio de DVA Capital.

Más sobre:Portada

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

No sigas informándote a medias 🔍

Accede al análisis y contexto que marca la diferenciaNUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mes SUSCRÍBETE