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Heinrich Lessau: "En el frente macro estamos más positivos, pero en el frente corporativo más inquietos"

Optimista, pero con matices, se muestra el director regional de estudios para Credicorp, Heinrich Lessau, a la hora de hablar de 2017. “Creo que va a ser un buen año”, dice el ejecutivo, quien desde mediados de año está instalado nuevamente en Chile tras dos años mirando al mercado desde Estados Unidos. Lessau tiene cerca de quince años de experiencia en el mundo de las inversiones y se ha sentado en puestos tanto en el buy, como en el sell side. Por ello, su visión tiene elementos de ambos mundos, a lo que se suma ahora también la perspectiva más regional desde que ingresó al holding con raíces peruanas (ver recuadro). Para Chile, en tanto, pronostica que el tema político será clave para el mercado.

Desde las elecciones municipales, la visión de los inversionistas se ha vuelto más optimistas ante las expectativas de un giro en la administración política. ¿Se cuenta entre los que adscriben a esta visión? 

-La posibilidad de hacer cambios regulatorios significativos, que podrían impactar en los retornos corporativos se había visto reducida y eso fue interpretado como positivo, luego de lo que fue prácticamente una paliza regulatoria en el primer año y medio de la administración. En segundo término, el resultado de las municipales, posicionó a la derecha como una fuerza política que podía recuperar el poder el próximo año, sin que la derecha mereciera demasiado crédito por eso, pero probablemente dio un segundo impulso de sentimiento de cara a un cambio político.

¿El cambio en la regulación para las sanitarias no empaña esta visión de una debilidad para realizar reformas?

-Efectivamente no es una buena señal, más bien es una señal bien contradictoria que no tiene ninguna relación con otras iniciativas como por ejemplo la regulación eléctrica a mediados de año que confirmó rentabilidades mínima de 7%, que sería lo mismo que les están removiendo al sector sanitaria, sin ninguna justificación. Es una muy mala señal, pero tengo entendido que no es un proyecto que cuente con mucho respaldo político, por lo que es muy probable que en el Senado este proyecto se enfrente a modificaciones importantes. Además, el Gobierno ya manifestó a través del MOP que le parecía una medida contraproducente. Los niveles de rentabilidad que le entrega a las compañías la propuesta regulatoria está por debajo del costo de deuda de, por ejemplo, Aguas Andinas. Si Aguas Andinas no es capaz de financiar los activos que tienen que invertir con deuda, dada la rentabilidad que le están asegurando, la verdad es que vuelve inviable un proyecto de inversión para la industria. La pura matemática muestra que este proyecto no tiene sentido.

Pero aunque el proyecto cambie, el daño está hecho. Cuando recomiendas un título de la industria, lo haces pensando que es un papel súper defensivo, de baja volatilidad con una buena rentabilidad vía dividendos y, la verdad, es que el perfil de riesgo cambió. Hay una percepción de riesgo regulatorio de parte de los inversionistas que no había hasta la semana pasada.

¿En 2017, que elemento será clave para el mercado chileno?

-El desempeño que tengan los candidatos va a ser súper importante. Va a ser importante ver cuáles son los nombres que se consolidan para representar a la centroizquierda. Con un candidato con perfil más moderado, más cercano al mercado, que podría pensarse tenga una mayor afinidad con la economía del mercado, uno podría espera que el mercado descontara con anticipación una moderación en el Gobierno. En la medida en que esto no se produzca y los resultados de las encuestas muestren la delantera de candidatos que no hayan mostrado todavía definiciones o que sean interpretados como una continuación del gobierno actual, eso va a dificultar una recuperación de las expectativas. Claramente si se consolida un candidato como Lagos, descontaría los beneficios asociados. El mercado echa de menos que los criterios para la implementación de políticas públicas vuelvan a enrielarse con criterios de evaluación social de proyectos, que vayan a estabilizar las reglas del juego, etcétera.

Las encuestas muestran con ventaja a Guillier...

-Ese es un escenario que para el mercado es menos favorable. Pero, hay etapas que se tienen que ir cumpliendo, los partidos tienen dinámicas internas para definir sus candidatos que tienen que darse primero. La preeminencia de un candidato que genere más incertidumbre, es menos favorable. En el caso de Guillier pesan más las incertidumbres que las preocupaciones, derechamente. Porque ha sido muy cuidadoso.

¿Está más o menos optimista hoy, en relación a su posición a fines de 2015, respecto al mercado chileno?

-Hay dos cosas que separaría, el ambiente macro y el corporativo. A fines de 2015 entramos a 2016 con expectativas de recuperación de las empresas chilenas importantes. Esa recuperación se dio gracias a los esfuerzos importantes de las compañías de volverse más eficientes. Se sumó a eso la maduración de algunos proyectos de inversión y otros factores no operacionales como la reversión de la depreciación de muchas monedas latinoamericanas, especialmente en países en que las compañías chilenas tienen operaciones importantes. La suma de eso, llevó a que tuviésemos un crecimiento de utilidades importantes en 2016, del orden del 28% al 29% y eso ha sido buena parte del sustento que ha tenido la bolsa para retornar lo que ha retornado, con rentabilidades cercanas al 12% al cierre de año. El problema que tenemos en 2016 es que no vemos más espacio para crecimiento, porque las empresas ya hicieron buena parte de los esfuerzos de volverse más eficientes y las monedas entre otros factores no operacionales están en niveles más estables. Todos estos mecanismos a través de los cuales las empresas mostraron un alza en sus utilidades, eso en 2017 no lo vamos a tener. A nivel más macro, está la expectativa de cambio político que podría darse o no. Cualquier análisis de mercado que uno haga hay que asignarle alguna probabilidad a un cambio en el rumbo de la dirección política que está llevando el país. En este escenario, en el frente macro, estamos más positivos, y en el frente corporativo más inquietos por la falta de crecimiento.

En este año se reactivaron las aperturas en bolsa, ¿en 2017 debiésemos esperar una mayor proliferación de este tipo de operaciones?

- En general cuando uno hace un listado de las empresas que podrían abrirse en bolsa, después de las primeras doce más naturales uno se queda sin nombres. A todo el mercado le gustaría tener a uno: Codelco. Le cambiaría el pelo al mercado chileno. Implicaría estándares de gobierno corporativo, la llevaría a ser supervisada por la SVS y a tener que tomar una serie de concesiones que habría que entregarle a los inversionistas privados que podrían derivar que Codelco se maneje con criterios de eficiencia del mercado. Además, la profundidad que lograría el mercado chileno sería tremenda. Chile saltaría varios puntos en su peso en el MSCI Latam. Se podría hasta duplicar o triplicar su peso en este índice. Pero claramente desde el punto de vista político no hay viabilidad, porque nadie tiene el coraje de ni siquiera proponerlo. Si no lo hicieron hace años, cuando el precio del cobre estaba alto, menos ahora. La experiencia que tuvo Colombia con la privatización parcial de Ecopetrol fue tremenda. El beneficio para Colombia de haberse atrevido fue y sigue siendo enorme. Y acá ni siquiera podemos plantearlo a riesgo de ser calificado de un vende patria.

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