Columna de Elisa Giesen y Matías Chaparro “Un camino vigente”

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Trabajadores en un packing de San Francisco de Mostazal.

“El desacople entre una narrativa que presenta al modelo exportador chileno como un camino equivocado al desarrollo que hay que enmendar y el sentir de una población que, entendiendo que hay muchos problemas y desafíos pendientes, cree que se trata de un camino posible que sí podemos recorrer”.


Valor Productivo es un estudio que mide la confianza y la percepción ciudadana sobre el desempeño económico, social, ambiental y de gobierno corporativo de las cinco industrias exportadoras más importantes del país: cobre, litio, fruta, forestal y salmones. Esta iniciativa es ejecutada por Criteria, Gestión Social y la Universidad Adolfo Ibáñez y, recientemente, hemos publicado los resultados 2024, correspondientes a su segunda edición.

Este ejercicio incluye un módulo que busca conocer la adhesión de los encuestados a lo que hemos denominado el “paradigma extractivista”. Usamos la palabra “extractivismo” entre comillas porque no la compartimos, pero tampoco disponemos de un concepto mejor. En síntesis, refiere a una actitud crítica del actual modelo primario exportador porque no permitiría el desarrollo. Quienes suscriben esta visión consideran que el Estado no debería fomentar estas industrias, ya que, según su opinión, poseen un bajo capital tecnológico y humano. Además, creen que son incompatibles con el cuidado del medioambiente y el bienestar de las comunidades locales.

¿Cuántos opositores al modelo primario exportador hay? Pocos, en sintonía con el aumento de los niveles de confianza que se expresa hacia las industrias medidas.

Sólo un 31% cree que “mientras Chile exporte materias primas, nunca va a poder ser un país desarrollado” en oposición al 56% que sí estima que es posible alcanzar el desarrollo con el modelo vigente. Un número menor aún (21%) indica que “las políticas de fomento del Estado no debieran privilegiar el desarrollo de industrias productoras de materias primas”, a diferencia del 59% que cree lo contrario. Tampoco aparece incompatibilidad entre la producción de materias primas con el cuidado del medioambiente y el bienestar de las comunidades; 75% de los encuestados considera que es posible.

Estos resultados son un ejemplo más del desacople entre clase política y ciudadanía. En este caso, el desacople entre una narrativa que presenta al modelo exportador chileno como un camino equivocado al desarrollo que hay que enmendar y el sentir de una población que, entendiendo que hay muchos problemas y desafíos pendientes, cree que se trata de un camino posible que sí podemos recorrer.

* Elisa Giesen Socia Gestión Social

* Matías Chaparro Socio Criteria