Los factores para entender el derrumbe de 42% en el valor del petróleo en las últimas dos semanas

Arabia Saudita y Rusia, los más importantes actores de la Opep+, protagonizan el conflicto que bien podría derivar en una guerra de precios del crudo. Se trata de una posibilidad altamente temida en los mercados, que ayer entraron en pánico.


La confrontación entre los dos principales actores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), fue la responsable de la mayor caída diaria en los precios del petróleo que se registra en casi tres décadas. Arabia Saudita se tomó su revancha, tras la negativa de Rusia para recortar el suministro y apuntalar el valor de barril de crudo.

Se trata de un nuevo episodio de desavenencias del cartel que controla el 43% de la producción mundial y que se formó para “coordinar y unificar las políticas petroleras” y “asegurar la estabilización de los mercados petroleros”, según se lee en sus principios.

Pese a las intenciones, que incluyen “asegurar un suministro eficiente, económico y regular de petróleo a los consumidores, un ingreso constante para los productores y un rendimiento justo del capital para quienes invierten en la industria petrolera”, lo cierto es que en variadas oportunidades sus frustradas negociaciones han generado tormentas en el mercado, más que guiarlo por aguas tranquilas.

El asunto se enreda más en un grupo que, formado en 1960, intenta negociar con países “aliados”, que no forman parte del cartel, como es el caso de Rusia. Cada país tiene sus propios mínimos en el precio del petróleo, para sostener cuentas fiscales equilibradas, a lo que se suman las pretensiones de cada cual en su participación de mercado. Esas diferencias se intensificaron en el marco de la emergencia por el coronavirus, generando el descalabro que explicamos en cuatro claves.P

¿Qué tan grande es la caída que registró el lunes el petróleo?

Todavía no estaba sellado el final de la Primera Guerra del Golfo y la administración de George Bush decide liberar treinta y cuatro millones de barriles de la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos en anticipando un shock petrolero, lo que generó que en un día el WTI perdiera un tercio de su valor. Desde ese febrero de 1991 que no se veía un descalabro tan potente en el mercado del oro como el que vimos ayer. El pánico por el efecto económico del coronavirus ha resultado más dañino que la Segunda Guerra del Golfo, la crisis financiera o el fin del boom de los commodities, infringiendo sólo este lunes una merma de 24,6% en el WTI, hasta un valor de US$31,13 el barril, que califica como el más débil desde febrero de 2016. De esta manera, solo en las últimas dos semanas, cuando la OPEP comenzó a negociar, el valor de dicho índice, referente para Chile en petróleo, se ha visto reducido un 40%. La jornada también fue dura para el Brent, con un descenso de 24,1% que dejó en US$34,36 el barril.

¿Qué fue puntualmente lo que detonó el descalabro?

Aunque suelen abundar las noticias sobre la incapacidad de la OPEP+ para llegar a acuerdos, en esta ocasión la reacción del más relevante de sus socios desató un derrumbe en el mercado, donde crece el temor a una guerra total de precios.

Arabia Saudita, productor de 10,6 millones de barriles diarios, es decir, el 60,6% del total que genera el cartel (sin aliados), anunció el sábado grandes descuentos a sus valores de venta oficiales a partir de abril. A eso se sumaron trascendidos en medios internacionales que aseguraban que los sauditas estaban considerando aumentar su producción por encima de la marca de los 10 millones de barriles por día.

De esta manera, el país que pretendía impedir que siguieran bajando los precios, termina detonando el derrumbe al actuar de manera unilateral, presionando a su competencia con valores que les permitirían acaparar más participación de mercado.

¿Por qué la Opep no consiguió pactar una reducción del suministro?

Frente a las pretensiones de Arabia Saudita, que apostaba por una coordinación para reducir el suministro del crudo, sosteniendo así el precio, se encuentra Rusia. Se trata de otro peso pesado en el mercado petrolero, con una producción actual de 10,3 millones de barriles al día, con la que incluso supera a los sauditas. “Teniendo en cuenta la decisión tomada hoy, desde el 1 de abril de este año en adelante, ni nosotros ni ningún país de la OPEP o que no pertenezca a la OPEP están obligados a hacer recortes en la producción”, señaló el viernes pasado el ministro de energía de ese país, Alexander Novak, echando por tierra los esfuerzos del Arabia Saudita.

De acuerdo a un informe emitido por Eurasia Group, la determinación de Moscú “podría ser un simple desacuerdo de políticas”, dado que “Rusia tiene una sólida posición fiscal y tiene como prioridad avanzar en participación de mercado”, más que intervenir la oferta de crudo para definir alzas o bajas de precio.

¿Cómo la confrontación en la Opep+ se relaciona con el coronavirus?

La discusión respecto a un nuevo plan para reducir la oferta de petróleo, intensificando el acuerdo que se vence en abril, estuvo marcada por el coronavirus. Aunque las bajas en el valor del crudo se intensificaron en las últimas dos semanas, la tendencia a la baja se instaló a partir el 20 de enero, cuando la emergencia sanitaria paralizó a las más importantes metrópolis chinas. La reacción se entiende, considerando que el gigante asiático es el mayor importador de petróleo en el mundo, con un consumo diario de alrededor de 14 millones de barriles.

Por otra parte, el fracaso de las negociaciones tuvo lugar en otro momento complejo en la propagación del virus. Aunque la infección no ha seguido cobrando fuerza en China, si lo hace en el viejo continente, particularmente en Italia, donde la cuarentena ayer se extendió en todo el territorio. Sin una cura clara sobre la mesa, se teme que nuevos contagios detengan la actividad del planeta, afectando el crecimiento y la demanda de petróleo.





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