Preservar la cadena de valor

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No cabe duda que el trauma es irreparable en las pymes y microempresas y que su futuro dependerá del salvavidas del Estado. Medianas y grandes, las sólidas, tienen aún la oportunidad de cuidar y defender muchos recursos, nada menos que su patrimonio económico.


Ambientalmente solo existe certidumbre acerca de la incertidumbre y riesgos-país. Las conversaciones giran en lo fundamental en licuar activos para refugiarse en dólares, también chuteando pagos convencidos que de esa forma se protege el capital de trabajo sin pensar en el efecto rebote, reducir al mínimo el personal descuidando valores organizacionales y finalmente postergando todo tipo de inversiones las que muchas de ellas afectan la eficiencia de costos y eficacia de mercados.

No cabe duda que el trauma es irreparable en las pymes y microempresas y que su futuro dependerá del salvavidas del Estado. Medianas y grandes, las sólidas, tienen aún la oportunidad de cuidar y defender muchos recursos, nada menos que su patrimonio económico. No solo con miras a sus propios intereses, sino que como se ha expresado en diversos foros, bien podrían apoyar el salvataje de los pequeños, sus propios proveedores.

Adoptar decisiones cruciales de largo plazo basadas en lo álgido de la contingencia es suicidio seguro y, además, una oda a quienes buscan terminar con la vida empresarial. Todos lo sabemos, pero ¿cuántos no lo practican? La reflexión surge de observar conductas híper pesimistas y bastantes con impaciencia y desesperación que se apoderan de las reuniones de directorios. Sin embargo, la experiencia de los últimos 20 años en países con crisis políticas severas, excepto en regímenes asfixiantes y expropiatorios, demuestra que han “sobrevivido razonablemente” en la medida que se ha cuidado la cadena de valor del modelo de negocios.

Claro, la composición estructural de esta cadena es la desagregación en sus principales actividades generadoras de valor para el cliente final, o sea, sus componentes determinan lo provechoso y, por ende, el aprecio que ellos tendrán por los productos, servicios y la empresa. En consecuencia, estamos hablando del core business o competencias distintivas que permiten generar ventajas competitivas. Que no lo inquieten los resultados financieros 2020-2021, más bien adminístrelos aceptando que existen serias incapacidades de maniobra. Lo planteado no es excluyente de racionalizaciones. ¿Académico o tal vez un anhelado deseo? Ud. tiene en sus manos las variables críticas y las decisiones, ¡pero no se autodestruya!

-El autor es director de Empresas Familiares y senior Fellow & Mentor Family Firm Institute-Boston


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