Justo en momentos en que se debate acerca de los incentivos para que los adultos chilenos se mantengan en el mercado laboral más allá de la edad de jubilar, cabe hacer la pregunta de cuántos adultos mayores se mantienen todavía activos trabajando.

Según un paper del ex presidente del Banco Central e investigador del CEP Rodrigo Vergara junto a la economista Claudia Martínez, si a diciembre de 2017 existían 15 millones de personas en edad de trabajar, de ellos 22% corresponde a adultos mayores, en torno a 3,3 millones.

Sin embargo, los adultos que efectivamente están trabajando -del tramo etario de 60 años y más- sólo alcanza al 28% (en torno a 913 mil), un 10% menos que el promedio de Latinoamérica que alcanza al 38%.

Sectores

Entre los sectores de la economía donde hay más adultos mayores ocupados destaca el Comercio, la Agricultura, las Industrias Manufactureras y las Actividades de los hogares como empleadores, concentrando el 50% del total de los casi 913 mil ocupados.

Por género, afirma el estudio, la ocupación de las adultos mayores mujeres respecto del total de mujeres ocupadas es mayor que la de los hombres (12,6% y 9,4% respectivamente), mientras que los sectores donde más se emplean son en Comercio, Actividades de los hogares como empleadores y la Enseñanza.

Los hombres adultos mayores, en tanto, trabajan mayoritariamente en Comercio, Agricultura, Industrias manufactureras y Transporte y almacenamiento.

Por nivel educativo, el documento apunta que existe una mayor concentración de adultos mayores ocupados con educación primaria (personas que nunca estudiaron, hasta las que terminaron educación básica) representando 44% (que se compara con el 19% del total de los ocupados).

Para el nivel secundario (las personas que terminaron educación media) alcanza el 33%, que se compara con el 44% del total de ocupados, mientras que a nivel terciario (personas que terminaron educación técnica, educación universitaria, postítulos, maestría y doctorado) hay una subrepresentación de adultos mayores ocupados, 23% contra 37% total.

El texto afirma que este resultado, tiene que ver con "la profundización en las últimas tres décadas de la cobertura en la educación secundaria y terciaria".

Explica que la tasa bruta de matrícula en nivel terciario, según datos de Cepal se triplicó en los últimos treinta años, "pasando de 30% en 1996 a 90,3% en 2016. Ello hace natural que en el grupo de adultos mayores haya niveles más bajos de educación".

En ese contexto, la recomendación de los investigadores apunta a considerar estos antecedentes que "podrían ser útiles a la hora de diseñar políticas públicas destinadas a fomentar la integración social y laboral del adulto mayor". Esto, sobre todo, si "se trata de facilitar las condiciones para que la participación de los adultos mayores aumente, y aquellos que puedan y quieran seguir trabajando no dejen de hacerlo por aspectos como flexibilidad horaria o falta de capacitación".