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Portabilidad numérica y malas prácticas

La Subtel debió actuar ante la denuncia de un operador móvil que detectó que un porcentaje de sus clientes migraba en menos de una semana hacia otro proveedor de telefonía. La operación es la siguiente: un vendedor compra un chip en una empresa determinada, lo activa e inmediatamente cambia ese número a su compañía. ¿El objetivo? La ganancia por comisión es mayor que el costo de un chip prepago. Pese a que la Subtel no pudo determinar que existía un fraude en esta operación, sí decidió actuar mediante una modificación en la norma de portabilidad, generando un blackout de 30 días para un eventual cambio de una compañía proveedora a otra. Se establece este período, pues así se puede hacer un seguimiento al chip y verificar si tiene tráfico de llamadas, por lo que el usuario se ve en la obligación de asociarlo a un teléfono. Esto generaría más trabas que una simple compra y activación del chip. Pese a que es valorable la preocupación de la Subtel de velar por el correcto funcionamiento de la portabilidad, deben ser las empresas las encargadas de fiscalizar y sancionar a aquellos vendedores que incurran en este tipo de malas prácticas. La portabilidad numérica fue una histórica demanda tanto de los usuarios, como de las compañías móviles de menor tamaño. No parece justo que el sistema se termine corrompiendo por unos pocos.

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