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Rebaja de timbre y estampillas tendría efecto marginal sobre consumo interno e inflación

Tal como en 2010 y el año pasado, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín anunció que se enviará un proyecto de ley al Congreso que propone una rebaja a la tasa de impuesto de timbres y estampillas, la tercera de esta administración.

En esta oportunidad, la disminución sería desde el actual 0,4% hasta 0,2% como máximo, generando un fuerte estímulo económico para quienes soliciten cualquier tipo de crédito.

Al respecto, el jefe de las finanzas públicas sostuvo que "este es un fuerte estímulo económico, especialmente para las Pymes y los sectores vulnerables ya que este impuesto afecta su acceso al financiamiento y desincentiva el emprendimiento", agregando que con la rebaja se espera beneficiar a cerca de 2,8 millones de personas naturales y más de 366 mil pyme.

De esta forma, el gravamen se habrá reducido un punto durante la actual administración, tras la baja en 2010 por el terremoto y la última disminución por la reforma tributaria (ver gráfico).

La iniciativa fue celebrada por los pequeños empresarios, quienes incluso había solicitado esta rebaja en la discusión del año pasado.

Juan Araya, presidente de la Confederación Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conapyme) señaló que "esta es una muy buena noticia, sobre todo para las pyme, porque cuando un 'colega' compra un camión, por ejemplo, el impuesto significa un costo importante que ahora se ahorrará. Si bien faltan cosas, esto es un avance sin duda".

Asimismo, agregó que espera que el trámite sea expedito en el Congreso, y afirmó que "podría ser que más adelante (el impuesto) se elimine por completo".

Visión que comparte Rafael Cumsille, presidente de  la  Cámara de Comercio Detallista (Confedech).

"Esta es una muy buena iniciativa, porque es un beneficio que reduce costos, con lo que se hace más fácil  hacer operaciones de una entidad financiera a otra, pero ojalá se llegara a un 0%. Con voluntad política todo se puede, porque esto alguna vez se inventó", señaló el líder gremial.

Mientras, para Pedro Davis, presidente de Conupia, si bien considera que "esta es una buena medida, y la recogemos con agrado porque todo lo que sea pagar un poco menos de impuestos es importante, no tiene mucho impacto adicional, porque las empresas de menor tamaño tributamos bien poco dada las bajas utilidades. Pero efectivamente para las empresas que tienen la posibilidad de acceder a financiamiento si tiene un impacto porque significa un menor costo concreto".

Y al igual que sus pares, dice que "nosotros habíamos  pedido que por lo menos para los prestamos menores a $20 millones no hubiera impuesto de timbres y estampillas, y que a las operaciones grandes se les cobrara más, pero ya llegaremos a eso algún día".

Sin embargo, el ministro Larraín descartó eliminar el tributo por completo, apuntando al ingreso que significa para las arcas fiscales, explicando que 0,1% del impuesto, son US$100 millones de recaudación.

"La menor recaudación esperada producto de esta rebaja alcanza los US$ 200 millones anuales", explicó el secretario de Estado.

EN DIRECCIÓN CONTRARIA
Si bien la medida beneficia el acceso al crédito, este incentivo podría significar un aumento en la demanda interna de la economía chilena, justo en momentos en que tanto el Banco Central, como el mismo Ministerio de Hacienda han manifestado su preocupación por el dinamismo de esta variable por sobre el producto, lo que podría generar presiones inflacionarias de mantenerse.

Sin embargo, para los economistas, si bien reconocen que la medida en materia macroeconómica va en el sentido contrario del análisis que se hace hoy, respaldan los beneficios en lo microeconómico.

Al respecto, Alejandro Alarcón, economista de la Universidad de Chile, afirma que "claramente esta medida no es suavizadora del ciclo económico, pero tiene el litigante de que para las pyme es muy importante en el costo de financiamiento el impuesto de timbre y estampillas, por lo que  es una distorsión que se está reparando estructuralmente".

Agrega que "si bien la iniciativa va en contra de las señales que se han emitido en relación al calentamiento de la economía, ese impacto sería menor, y deja a las pyme con mejor estructura financiera".

Coincide Alejandro Puente, economista jefe de BBVA Research.

"En general cualquier disminución de impuestos efectivamente tiene como efecto este tipo de cosas, que aumenta el estímulo al consumo. Ahora, si bien es cierto que hay un efecto, es marginal y la verdad es que no es tan evidente que lo que esté detrás del dinamismo de la demanda sea un comportamiento dinámico del crédito", asegura.

El analista comenta que "en general lo que siempre se ha dicho respecto a estos impuestos es que distorsionan el buen funcionamiento del mercado financiero, ya que algunas operaciones de crédito se dejan de hacer por esto, por lo que a largo plazo el ideal es que no existiese este impuesto precisamente porque tiene efectos indeseados".

En cuanto a la inflación, si bien la medida significaría una baja en el IPC, ésta tampoco sería de gran magnitud.

A juicio del subgerente de economía y renta fija de BCI Estudios, Felipe Alarcón, "la rebaja anunciada debiese tener una incidencia de -0,13 sobre el IPC", aunque  falta determinar en qué mes se aplicará, dependiendo de cuánto se demore en tramitarse el proyecto de ley en el Congreso.

FACTURA ELECTRÓNICA
De visita en una empresa de arriendo de grúas en Cerro Navia, el jefe de las finanzas públicas anunció que la iniciativa ingresará el próximo martes al Parlamento, y que también contemplará la universalización del uso de la factura electrónica, la que se viene trabajando hace dos años en el gobierno.

La idea de la medida es que en un plazo de dos años los más de 400.000 contribuyentes que declaran IVA se integren a esta modalidad, tomando en cuenta que en la actualidad sólo el 11% de ellos la utiliza.

"Esperamos que con este proyecto en un par de años la impresión, timbraje y almacenamiento de documentos sea parte de la historia y que todas las pequeñas empresas puedan realizar sus procedimientos de manera electrónica", enfatizó Larraín, agregando que "nuestros cálculos indican que con este proyecto en régimen, la mayor recaudación por reducción de la evasión alcanzaría cerca de US$ 600 millones anuales".

En tanto, el secretario de Estado especificó que el proyecto de ley considera mejoras en el acceso a financiamiento de las Pymes. Esto a través de la implementación de un mecanismo que establece que el comprador verá postergado el uso del crédito fiscal del IVA hasta el momento en que le dé a su vendedor o prestador de servicios el correspondiente acuse de recibo.

De esa forma, la denominada cuarta copia, con el acuse de recibo correspondiente,  permitirá mejor acceso al financiamiento vía factoring y a la Bolsa de Productos actualmente en operación

Asimismo, la iniciativa propone conceder una prórroga de 90 días desde la publicación de la ley para que los deudores puedan acordar con la Tesorería General de la República convenios de pago de su deuda fiscal morosa.

Este beneficio fue concedido en el Artículo 5° de la Ley de Reforma Tributaria N° 20.630 de 2012, habiéndose concluido el plazo para acogerse a dicha medida el 26 de diciembre de 2012.

Debes saber

¿Qué ha pasado?
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, anunció que por tercera vez en la actual administración se reducirá el impuesto de timbre y estampillas. Esta vez llegará a 0,2%.

¿Por qué ha pasado?
De acuerdo al ministro, la idea es estimular económicamente a las pyme al facilitar su acceso al crédito bancario.

¿Qué consecuencias tiene?
Según los economistas, si bien podría fomentar la demanda interna, el efecto sería marginal versus el beneficio para las pequeñas empresas.

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