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Tras su muerte, ¿qué sucederá ahora en Caracas?

En Venezuela se vivían sentimientos mixtos la noche de ayer. Porque mientras algunos ciudadanos lloraban la muerte de su comandante, otros salían a tocar bocinazos en el este de Caracas -el bastión opositor- como símbolo de celebración por los momentos que se avecinaban.

El vicepresidente Nicolás Maduro, tras anunciar la muerte de Hugo Chávez, hizo un llamado a la paz y la tranquilidad y dijo que la policía se desplegará en todo el país. Las Fuerzas Armadas, en tanto, le ofrecieron su respaldo a través de un discurso del ministro de Defensa, Diego Molero.

Maduro se habría comunicado ayer con los jefes de estado de la región. Se espera que algunos de ellos -incluyendo al Presidente Sebastián Piñera- asistan al funeral en Caracas, el que se realizará dentro de los próximos días.

El plan de coordinación de los servicios religiosos estará a cargo del Coronel Monseñor José Hernán Sánchez, quien seguirá los pasos para un funeral de estado. Éste tendrá honores fúnebres, lo que incluye disparos de cañones de buques de guerra venezolanos.

“Esto creará un vacío de poder que difícilmente se llenará y una crisis que podría realizarse si el vicepresidente Nicolás Maduro, el sucesor apuntado de Chávez, no garantiza la continuidad para el movimiento chavista”, dijo Diego Moya-Ocampos, analista para Latinoamérica de IHS, en una nota a sus clientes.

A pesar de que la mayoría espera elecciones para finales de marzo o principios de abril, “esto podría no ser posible para el Consejo Electoral Nacional, la autoridad electoral, de un punto de vista logístico”, dijo Alberto Ramos, analista de Goldman Sachs. Ramos asegura que se podrían llevar a cabo entre abril y julio.

MADURO Y LA SUCESIÓN
El vicepresidente venezolano, Nicolás Maduro, tuvo bastante tiempo para intentar perfilarse como un líder político chavista, desde que fue designado en su cargo y cuando se iniciaron las extensas apariciones en prensa que tuvo, durante la ausencia de Chávez en el poder, en las que adoptó parte del estilo deliberadamente populista, con lenguaje fuerte y llamativo, que también es característico de Fidel Castro, quien hablaba por horas en sus conferencias.

A Maduro se le atribuyen una gran capacidad de negociación para conciliar con los grupos en disputa dentro del chavismo y para manejar la relación con sectores adversos al socialismo. Además, se sabe que tiene muy buenas relaciones con los hermanos Fidel y Raúl Castro, pese a que goza de más penetración en el ala civil chavista que en el ala militar, como Diosdado Cabello.

Sin embargo, suceder a un líder tan carismático puede tener dificultades, ya que los liderazgos personalistas como el de Chávez suelen tener serias dificultades a la hora de garantizar la cohesión partidaria. Ahí aparece la personalidad de Diosdado Cabello, que adquirió gran notoriedad como el hombre fuerte de Chávez durante su enfermedad.

Ex gobernador del segundo estado más poblado de Venezuela y militar retirado, participó con Chávez en el intento de golpe en 1992 contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez. Al igual que Chávez, fue a prisión y fue beneficiado por el indulto firmado por el ex presidente Rafael Caldera. Una vez libre, Cabello fue clave en la campaña que llevó al líder izquierdista a la presidencia, que ganó en las elecciones de diciembre de 1998.

Pero en contra de Cabello pesa que una vez perdió una elección contra el actual gobernador de Miranda, Henrique Capriles.

Asimismo, de acuerdo a la constitución de Venezuela: “Cuando se produzca la falta absoluta del Presidente electo o Presidenta electa antes de tomar posesión, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes”. Y agrega que mientras se elija al nuevo presidente, el presidente de la Asamblea Nacional se encargará de la presidencia.

Es decir, Diosdado Cabello, y no Nicolás Maduro como quería Chávez, tendrá el poder durante el próximo mes.

¿Y LA OPOSICIÓN?
Sin Chávez, el gobierno podría estar preparando el terreno para suspender las garantías constitucionales y eludir, o diferir, el trámite de las elecciones contempladas en la constitución", contó a PULSO el analista del think tank Cedice, Trino Márquez. Y es que ahora, esa es la gran interrogante. El más probable competidor de Maduro sería Capriles, candidato presidencial de la oposición en las elecciones del 7 de octubre y que el lunes el Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei), opositor al régimen, decidió proponerlo como "candidato preventivo".

Capriles enfrentaría nuevamente el desafío de derrotar al chavismo, esta vez frente a otro oponente, pero ello no implica que esta vez tenga más opciones de ganar y, de hecho, tiene pocas herramientas de presión para lograr cambios sustanciales en Venezuela.

Y es que la debilidad y la fragmentación de la oposición venezolana ha impedido que desde allí surja una fórmula que le entregue a la sociedad un referente que pueda entusiasmarla realmente. Para Juan Carlos Hidalgo, analista de Cato Institute para América Latina, la oposición no está en una encrucijada, ya que buscan mantener una postura inquisidora frente a las acciones del gobierno, pero al mismo tiempo no quiere aparecer como un grupo político desestabilizador, tal como lo ha catalogado el gobierno.

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