El triste presente de la Ciudad del Niño, la gran metrópolis de la educación, inaugurada hace 80 años

Así luce actualmente la Ciudad del Niño. Crédito: Provinciano en la ciudad

Ubicada en San Miguel, comenzó a funcionar en 1943 gracias a la labor del Consejo de Defensa del Niño (Codeni) y el Estado de Chile. Con capacidad para más de 1.000 personas, contaba con colegios y residencias, con el objetivo de brindar educación de calidad a niños y adolescentes. Hoy se encuentra abandonada.


El Consejo de Defensa del Niño (Codeni), fundado en 1934, buscaba proteger y restablecer los derechos infantiles, especialmente en jóvenes vulnerables. El proyecto clave de éste, en asociación con el Estado, fue la Ciudad del Niño “Presidente Juan Antonio Ríos”.

Inaugurada en 1943 en la comuna de San Miguel, Santiago, fue concebida para albergar y brindar educación y cuidado a niños y adolescentes. Estaba equipada con instalaciones como escuelas, teatros y clínicas, con capacidad para 1.100 menores de edad.

El complejo contaba con 13 pabellones, los que llevaban el nombre de una país (embajada), como Estados Unidos, Canadá, Brasil, Uruguay, México, Ecuador, Colombia, Panamá, Venezuela y Paraguay, entre otros. Disponían de sala de estar, comedor, y dormitorios. También contaba con baños, oficina y dormitorio para el cuidador. Un pabellón tenía capacidad para 50 niños.

Diseñada por el arquitecto José Aracena Aguilar, uno de los puntos más simbólicos y emblemáticos del recinto, era la Escuela Mixta Ciudad del Niño, que posteriormente llevaría el nombre de Escuela Rebeca Catalán o Liceo A-91, donde hasta el día de hoy, se encuentran cinco murales de gran importancia cultural a nivel nacional.

Entre los años 1945 y 1946, un grupo de pintores muralistas del Ministerio de Educación, que eran dirigidos por Laureano Guevara (Premio Nacional de Artes 1967), realizaron estos murales mostrando a los pueblos originarios y al pueblo obrero.

En la imagen se aprecian algunos edificios junto a las ruinas del lugar. Crédito: Provinciano en la ciudad

Una reciente expedición urbana a cargo del investigador, ingeniero civil y fotógrafo Camilo Barra (Provinciano en la ciudad), recorrió el abandonado recinto. A esta práctica se le denomina urbex (urban exploration), la que se realiza en todo el planeta.

Es importante mencionar que en esos años, se pensaba de manera integral la pedagogía, estos murales buscaban el acercamiento del arte y la cultura a los niños en su vida cotidiana. “El Grupo de Pintores Muralistas del Ministerio de Educación ejecutaron trabajos en varias escuelas, lamentablemente durante la dictadura cívico-militar se destruyeron la mayoría de estos trabajos. Afortunadamente, aún hay registros y de hecho, los únicos murales que quedan intactos se encuentran en la antigua Ciudad del Niño”, señala Barra.

Barra revela que la época de mayor esplendor del lugar, fue entre 1950 y 1960, en ese entonces habían más de 1.000 menores en el complejo.

Interior del complejo. Crédito: Provinciano en la ciudad

Durante el período de auge del lugar, incluso contó con un canal de televisión propio llamado Canal 3 - Ciudad del Niño, dependiente del departamento de psicología de la institución, donde se desarrollaron programas de conocimiento, que posteriormente la televisión abierta tomaría como referencia. Contaba con personas a cargo de la iluminación, edición, dirección, producción, conducción y camarógrafos.

El triste presente de la Ciudad del Niño, inaugurada hace 80 años

Si bien la mayoría de los niños y adolescentes que asistían al recinto eran menores de edad en situación de abandono, también concurrían hijos de personas que sufrían de problemas económicos.

Durante los años 70, “el Consejo de Defensa del Niño comenzó a perder importancia, cuando las nuevas políticas sociales limitaron el aporte del Estado a solo organismos colaboradores del Servicio Nacional de Menores, Sename (creado en 1979)”, indica Barra.

La Ciudad del Niño luego de 80 años. Crédito: Provinciano en la ciudad

En ese entonces, también se construyó la estación de Metro Ciudad del Niño (1978), correspondiente a la Línea 2, entre las estaciones Franklin y Lo Ovalle, la que se ubica bajo la Gran Avenida, a la altura del Paradero 15. En los terrenos de la antigua Ciudad del Niño, al sur de la estación, funciona en la actualidad el Taller Lo Ovalle de la Línea 2 del Metro.

“Exaltación de los trabajadores”, mural por Laureano Guevara, 1946. Crédito: Provinciano en la ciudad

Posteriormente, durante la década de 1990, y sobre todo a partir del Plan Nacional para la Infancia y Adolescencia (2002), se desincentivó la internación de menores (se comenzó a promover la reinserción familiar de los niños), proceso que se aplicó también a la Ciudad del Niño. Concretamente, la Codeni, aprobó la iniciativa de readecuar políticas de atención, según los principios que inspiraron estas reformas legales del sistema de protección de la infancia y adolescencia.

Una de las repercusiones de esto es la desaparición de la Ciudad del Niño Presidente Ríos, concretándose oficialmente en 2003, a 60 años de su apertura”, sostiene el explorador urbano.

El triste y deplorable presente de la Ciudad del Niño

Poco después, la Codeni vendió los terrenos y se concentró en los otros hogares que mantenía. En el lugar de la Ciudad del Niño se proyectó inicialmente la construcción de 23 torres de vivienda de más de 5 mil departamentos, de los cuales algunos alcanzaron a construirse. Sin embargo, nuevos proyectos en el lugar hablan de un parque para la zona sur de Santiago, lo que por por ahora, no es más que un proyecto.

“Si bien muchos de los terrenos se han vendido con fines inmobiliarios, y ya hay varios edificios construidos y habitados, aún quedan vestigios de la Ciudad del Niño, algunos hogares (residencias) conservan su estructura. El lugar más importante que aún se conserva es el Liceo A-91 Rebeca Catalán Varga”, establece Barra.

Uno de los antiguos accesos del recinto. Crédito: Provinciano en la ciudad

El Liceo A-91, hoy en día, es resguardado, “ya que la municipalidad de San Miguel logró que sea considerado como Monumento Nacional, esto precisamente por los murales del Grupo de Pintores Muralistas del Ministerio de Educación”, recalca este último.

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