Greta Thunberg y sus razones para no asistir a la COP25 en Chile

(EFE) Greta Thunberg marcha junto a miles de estudiantes suecos el 15 de marzo pasado, en Estocolmo.

En entrevista con La Tercera, la activista sueca dijo que le "encantaría viajar un día" a nuestro país, pero "desafortunadamente" no será para la cumbre del clima de la ONU, fijada para diciembre.


Convertida en la niña símbolo de la lucha contra el cambio climático, la sueca Greta Thunberg, se robó la película en la última cumbre del clima de la ONU, celebrada en Katowice (Polonia), en diciembre pasado. Con solo 15 años de edad entonces, la activista lanzó duras críticas en la ocasión contra los líderes políticos de 200 países presentes en el evento. "Ustedes dicen que aman a sus hijos por encima de todo, pero les están robando su futuro ante sus propios ojos", dijo durante su intervención en la cita global, también conocida como COP24.

"Ustedes solo hablan de crecimiento verde (crecimiento económico sostenible) porque tienen demasiado miedo de ser impopulares. Solo hablan de seguir adelante con las mismas malas ideas que nos metieron en este lío, incluso cuando lo único sensato que pueden hacer es poner el freno de emergencia", comentó Thunberg en su discurso, pronunciado en nombre de Climate Justice Now!, una red internacional de organizaciones ecológicas.

Tras intervenciones este año ante el Foro de Davos y el Parlamento Europeo, se esperaba que Greta pudiera participar en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP25) que tendrá lugar en diciembre próximo, en Chile. Pero en entrevista con La Tercera, la activista descartó su asistencia. Y la razón no deja de ser llamativa. "Me encantaría ir a Chile un día, pronto. Pero como no vuelo por el enorme impacto climático de la aviación, tardaría un poco en llegar allí… Así que con la escuela, creo que sería imposible asistir a la COP25. Desafortunadamente", señaló.

Y lo suyo no parece un capricho. Coherente con su lucha contra el cambio climático, a Thunberg le preocupan las emisiones de dióxido de carbono (CO2). En abril, la niña sueca realizó una gira de casi dos semanas por Europa, que incluyó paradas en Reino Unido, Francia e Italia. Realizó todo el viaje en tren. Según el diario británico The Guardian, la conciencia ambiental de Greta la ha llevado a descartar el uso de la aviación para sus desplazamientos. Ello, porque mientras un viaje en tren genera 15g de CO2 por kilómetro, uno en avión se dispara a 100g.

Ella no está sola

La revista norteamericana Time, que la semana pasada colocó a Thunberg en su portada tras reconocerla como una de los "líderes de la próxima generación", destacó en el perfil dedicado a la activista sueca que "ella no está sola".  En lo que, en broma, su padre llama el "efecto Greta", los operadores ferroviarios alemanes y suecos han informado de un aumento en el número de pasajeros. En tanto, los aeropuertos suecos han visto caer el número de usuarios desde septiembre, en parte atribuido a un fenómeno que los suecos llaman flygskam, o "vergüenza por volar".

Pero la ausencia de Greta en la COP25 no significa que no esté atenta a lo que sucede en Chile. "Sé que es (un país) extremadamente largo y, por lo tanto, las variaciones en el clima son enormes. La naturaleza es muy hermosa. He leído sobre las enormes plantas de energía solar en el desierto. He visto que las huelgas escolares han sido enormes. Algunas fotos de Santiago son realmente maravillosas", comentó en la entrevista con La Tercera.

Descartado su viaje a Chile, el desafío más próximo para Thunberg es la segunda huelga global por el clima, programada para este viernes por Fridays for future, el movimiento estudiantil inspirado por la activista sueca. En su cuenta de Instagram, Greta dijo que 1.524 localidades, en 116 países, ya se han sumado a la convocatoria. El 15 de marzo pasado, en la primera versión de esta marcha, Time reportó una participación de 1,6 millón de estudiantes en más de 120 países.

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