Investigadores nortinos elaboran el primer mapa de riesgo volcánico en Chile

Volcán Gualatiri, en el extremo norte de Chile y considerado el de más riesgo por el estudio de los expertos chilenos.

En el estudio destaca el volcán Guallatiri, cuyo impacto podría involucrar a Chile, Perú, Bolivia, Argentina, Paraguay y hasta Brasil en una erupción de gran magnitud. A nivel local, las áreas de mayor riesgo estarían ubicadas hasta 13 km del volcán, alcanzando las localidades de Chungara viejo, Ancuta y Guallatiri.


A diferencia de volcanes como el Villarrica, Llaima, Osorno o Nevados de Chillán, ciertamente el nombre de Guallatiri podría pasar indvertido para los menos expertos en vulcanología. Ubicado en la comuna de Putre, en la Región de Arica y Parinacota y justo al oeste de la frontera con Bolivia, es uno de los más activos del norte de Chile, a más de 6 mil metros sobre el nivel del mar.

De acuerdo al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), en la actualidad el volcán se caracteriza por desgasificación pasiva intensa, concentrada en numerosas fumarolas en las partes altas de los flancos oeste y sur, además de ocasionales enjambres microsísmicos. Tuvo su última actividad en 1960, y es considerado por el organismo en el lugar 30, en relación al ránking de riesgo específico.

“Corresponde a un centro volcánico con bastante actividad. Una potencial reactivación podría estar asociada al emplazamiento de un domo, probablemente con una fase explosiva asociada y, por lo tanto, afectaría mayormente a los flancos sur y oeste, donde se ubican los poblados de Guallatire y Ancuta. Una erupción explosiva mayor es probable en este volcán, la que ocasionaría caída de material piroclástico pumíceo en zonas distantes incluso a cientos de kilómetros. Asimismo, la existencia de un casquete glacial constituye una fuente potencial para la generación de lahares”, señala el Sernageomin.

Por ello la importancia de un estudio realizado por investigadores del Núcleo de Investigación en Riesgo Volcánico - Ckelar Volcanes, de la Universidad Católica del Norte, quienes dieron a conocer el primer mapa de riesgo volcánico en Chile. El estudio, publicado en el Journal of South American Earth Sciences, reúne toda la información relacionada con los peligros, vulnerabilidad y riesgos del volcán Guallatiri.

El Dr. Felipe Aguilera, investigador del Núcleo de Investigación en Riesgo Volcánico-Ckelar Volcanes y del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN), explica que “hasta ahora, los mapas de riesgo volcánico no existían. Lo que hace el Sernageomin es hacer los mapas de peligro, enfocado en eventos específicos que pudiesen ocurrir y que se plasman en un mapa. Pero en este caso, nuestro mapa de riesgo incluye componentes como presencia de personas, calificación de sus aspectos sociales (educación, rango etario, factibilidad ecónomica), infraestructuras como caminos, comisarías, escuelas, pasos fronterizos, turismo, etc, y lo derivamos a tres mapas de riesgos sociales, territoriales y físicos. Esto permite establecer zonas de riesgo, que dependen de la población. Si no hay nadie alrededor de un volcán, el riesgo es cero, y viceversa”, dice.

“El Guallatiri es un volcán muy remoto y hasta ahora sus peligros, vulnerabilidad y riesgo han sido subestimados. Por lo que, una futura erupción amenazaría las áreas aledañas y la economía local principalmente relacionada, por ejemplo, con el turismo y ganadería”, señala la geóloga María Paz Reyes, candidata a doctora en la Universidad de Ginebra, Suiza, y principal investigadora del artículo, quien agrega que uno de los hallazgos más relevantes de esta investigación tiene que ver con la dispersión de tefra (ceniza), porque es lo que se distribuye de forma más amplia.

“El volcán está muy cerca del lago Chungará y del Salar de Surire, a su vez cercanos al paso fronterizo Tambo Quemado, que va de Arica a La Paz, y que tiene niveles de circulación muy altos. Si consideramos el ránking del Sernageomin, el Guallatiri está en el lugar 30, pero si aislamos sólo los volcanes del norte de Chile -son zonas volcánicas distintas-, no hay volcanes entre Santiago y Copiapó. En función de aquello, en el norte, Guallatiri es el número dos, después del Láscar”, indica Felipe Aguilera.

“Uno de los principales resultados del estudio es que las comunidades que habitan alrededor -casas con hasta tres personas-, por su aislamiento, caminos o pueblos urbanos cercanos como Arica y Putre son muy vulnerables a una erupción volcánica. En tal situación, un plan de evacuación se vuelve más complejo. No se trata sólo de cuánta gente vive, sino cómo te comunicas con ellos”, añade.

De acuerdo a la investigación, el impacto podría involucrar a Chile, Perú, Bolivia, Argentina, Paraguay y hasta Brasil en una erupción de gran magnitud. Y a nivel local las áreas de mayor riesgo estarían ubicadas hasta 13 km del volcán, alcanzando las localidades de Chungará viejo, Ancuta y Guallatiri.

Al inicio, no se encontró bibliografía en Chile sobre el riesgo que representa el volcán. María Paz Reyes explica que “al ir a terreno, me di cuenta que no existía información para los turistas que visitan el Parque Nacional Lauca o Reserva Nacional Las Vicuñas (entre las cuales se encuentra el volcán) o para los mismos habitantes de los poblados vecinos”.

A partir de aquello, se amplió la investigación para así, tener un primer acercamiento al análisis de riesgo, con el fin que esta información pueda generar conciencia sobre los peligros y riesgos asociados al volcán.

Gracias a todos estos análisis, una de las conclusiones interesantes, es que las condiciones de aislamiento en las que viven las personas de muchas localidades de la comuna de Putre incrementarían la vulnerabilidad social ante una erupción volcánica.

El Dr. Manuel Inostroza, coautor del artículo, comenta que la importancia del estudio está en que aborda problemáticas o vacíos de investigación: “empezamos en 2017 desde cero y había escasa información sobre distintos aspectos del volcán. Nos hicimos cargo y comenzamos con el estudio de los fluidos volcánicos que emite, luego otro estudio sobre su evolución geológica y ahora este artículo”.

Alfredo Esquivel, geólogo y coautor de la investigación, destaca que en un futuro el desafío es que “con este tipo de investigaciones se aúnen esfuerzos de las universidades con las autoridades locales y nacionales, teniendo como principal beneficiado a las comunidades, producto de la planificación y prevención ante cualquier evento volcánico”.

“Este estudio es un primer acercamiento a los mapas de riesgo, queda mucho camino por recorrer. Una evaluación más precisa de riesgos volcánicos requiere la identificación de umbrales críticos, por ejemplo, para cada producto volcánico. Aquí no se hizo y queda como tarea para futuros trabajos”, concluye María Paz Reyes.

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