Qué es la ivermectina, el antiparasitario utilizado contra el coronavirus y cuestionado por científicos chilenos

Utilizado entre otros para la pediculosis, enfermedades tropicales, dengue, fiebre amarilla y sarna desde la Sociedad Chilena de Infectología señalan que aún faltan estudios acabados sobre su efectividad, y su administración no está exenta de riesgos.


Este domingo, la Sociedad Chilena de Infectología (Sochinf), advirtió sobre la automedicación del fármaco ivermectina, un antiparasitario que en Chile se está utilizando para el coronavirus en pacientes infectados, aunque aún su uso no ha sido comprobado de forma rigurosa en este tipo de personas.

“La Sochinf, a través de su Comité Consultivo de Antimicrobianos y en conjunto con la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias, Sociedad Chilena de Neumología Pediátrica y Rama de Cuidados Intensivos de la Sociedad Chilena de Pediatría, han publicado dos versiones con extensa revisión de publicaciones científicas para orientar las decisiones terapéuticas en pacientes adultos y pediátricos hospitalizados por COVID-19”, dice el texto.

“Todo fármaco, para ser considerado e incorporado como terapia en determinada patología requiere de un gran número de estudios clínicos con tamaños muestrales adecuados de distintas poblaciones de seres humanos, y de diseños de investigación específicos que permitan evaluar su real impacto”, señala.

De acuerdo a la Sochinf, la ivermectina “es un fármaco antiparasitario conocido, no exento de riesgos en su administración, y con escasos estudios in vitro o teóricos publicados respecto a acción frente a SARS-CoV-2, a la fecha sin demostración de utilidad en humanos contra el virus que produce el COVID-19. Existen algunos estudios en desarrollo, sin que se hayan comunicado sus resultados aún”.

En el documento, los científicos llaman a la población a tomar la información de cualquier tipo de terapia con extrema cautela, y a no automedicarse, recordando el caso de la hidroxicloroquina y su compra masiva en farmacias, fármaco asociado a riesgos cardiológicos severos, actualmente en discusión y sin evidencia significativa que apoye su uso en tratamiento contra el virus.

“Toda indicación terapéutica específica en pacientes COVID-19 debe ser prescrita por médico, y en pacientes hospitalizados con adecuada supervisión”, finaliza el comunicado.

Dudas

La ivermectina es un medicamento antiparasitario utilizado para la ceguera de los ríos, la filariasis linfática, enfermedades tropicales, y tiene un efecto antiviral contra el dengue y la fiebre amarilla. Inicialmente fue comercializada para uso veterinario en bovinos, equinos, cerdos y perros, y se convirtió en el estándar para el control de la sarna.

En las últimas semanas, fue incluida en como tratamiento para el coronavirus en Perú, Bolivia, Paraguay, Colombia, y según indicó a 24H el jefe de la Unidad de Paciente Crítico de la Clínica Indisa, Sebastián Ugarte, también en Chile con 55 pacientes en tratamiento y “resultados promisorios”, aunque aún con estudios en desarrollo.

Según explica el Dr. Marcos Huilcamán, infectólogo de la Clínica Ciudad del Mar, “su uso en pacientes de coronavirus se relaciona a un estudio realizado por científicos australianos donde se observaron algunos resultados, sin embargo se utiliza principalmente en el tratamiento contra la pediculosis, además de otros usos relacionados con antiparásitos”.

En efecto, a principios de abril, un grupo de investigadores publicó en Antiviral Research que la ivermectina tenía la capacidad de inhibir la replicación del SARS-CoV-2 in vitro. Utilizaron concentraciones que no se alcanzan fácilmente en el cuerpo humano, pero dado su potencial se abrieron las puertas a los ensayos clínicos, por el perfil de seguridad de los medicamentos y la falta de un tratamiento efectivo para COVID-19.

Sin embargo, en Latinoamérica las terapias con este fármaco se basan en una preimpresión publicada en el repositorio SSRN también de principios de abril, y que hasta fines de mayo había tenido un gran impacto, con más de 15 mil descargas y 90 mil visualizaciones.

“El tema está en que una terapia no se puede basar en sólo un estudio observacional, hay que hacer procesos comparativos y progresivos en el tiempo para establecer que la terapia es efectiva y segura”, afirma Huilcamán.

“No se puede, en base a un sólo estudio, asumir una realidad, con ella darle un nombre y asegurar que es la gran solución para la pandemia”, agrega.

“Así como sucedió con la hidroxicloroquina y los estudios que daban cuenta de su efectividad, con el tiempo nos dimos cuenta que finalmente no servía para nada, y eso se debe a que uno se salta la etapa científica en la realización del estudio”, dice el infectólogo.

“En este caso es lo mismo: no hay ningún estudio que nos asegure 100% que la ivermectina sea adecuada para el coronavirus, el fármaco está orientado en enfermedades parasitarias, no virales; son dos mecanismos diferentes y no podemos asumir que sea un fármaco adecuado”.

“Tiene sus riesgos como cualquier otro y si la gente lo usa de forma descontrolada y en dosis no recomendadas, puede tener efectos adversos tan graves como ocurrió con la hidroxicloroquina y azitromicina. Nosotros acá no lo usamos, y tampoco hay investigaciones válidas que avalen su uso”, sostiene el especialista.

Mientras tanto, el Centro de Medicina Veterinaria de la FDA también tomó en consideración la visibilidad mediática del medicamento antiparasitario tras la investigación australiana, asegurando que “la ivermectina no está aprobada para tratamientos con COVID-19. Las personas no deben tomar ninguna forma del medicamento a menos que haya sido recetado por un proveedor de atención médica con licencia y se obtenga a través de una fuente legal y legítima”.

La gente nunca debe tomar drogas que sean para animales, pueden causar graves daños a las personas", asevera la entidad sanitaria.

“Los medicamentos aprobados para su uso en humanos en el tratamiento de algunos gusanos parásitos (estrongiloidiasis intestinal y oncocercosis) y las formulaciones tópicas de ivermectina están aprobadas para uso humano con receta médica sólo para el tratamiento de parásitos externos, como piojos y afecciones de la piel”, indica el organismo.

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