Pudiendo mantenerse en el cultivo virtuoso o en la pura interpretación de raíz, Manuel Sánchez (38) ha elegido aprovechar su talento sobre el guitarrón para atrevimientos inauditos con ese instrumento, acaso el más tradicional y cautivante de nuestro campo. Su nuevo disco, Perro callejero, propone experimentos que un purista del folclore chileno no resistiría sin un Valium mediante. Sobre el guitarrón, Sánchez levanta zamba, pop y hasta un intento de rapeo de protesta en “Estoy molesto”. Y, a cambio de costumbrismo, escuchamos denuncias contra la policía corrupta en “Alto Hospicio” y la escolaridad segregadora en “Educación con precio”. Son veinticinco cuerdas y un autor heterodoxo al servicio de una canción popular actual y profundamente chilena.

“Perro callejero” (2012, autoedición), de Manuel Sánchez. A la venta en Discomanía y La Tienda Nacional.