La historia de Flossie, la gata viva más longeva del mundo que rompió el récord Guinness

La historia de Flossie, la gata viva más longeva del mundo que rompió el récord Guinness. Foto: Guinness World Records / Twitter.

A pesar de que partió como una minina callejera que luchaba por su supervivencia, la ganadora del reconocimiento pasó por tres hogares antes de llegar con su humana actual. Acá un relato de su vida y de cómo la ha mantenido.


Esta semana, los organizadores de Guinness World Records anunciaron que Flossie, una gatita que vive en Reino Unido, alcanzó un nuevo récord al convertirse en la minina viva más longeva del mundo, con un total de 26 años y 329 días de edad.

Si bien, la felina actualmente es sorda y ha ido perdiendo su visión progresivamente, los veterinarios a cargo de examinarla manifestaron que, dentro de todo, goza de una buena salud para su longevidad, ya que los gatos tienden a vivir entre 12 y 15 años.

“Sabía desde el principio que Flossie era una gata especial, pero no imaginé que compartiría mi hogar con la poseedora de un récord mundial”, declaró su actual humana, Vicki Green, en un comunicado revisado por CNN en Español.

Pero a pesar de que hoy lucen juntas el reconocimiento, la felina pasó por distintos lugares antes de llegar a su casa actual.

Foto: Cats Protection / Facebook.

El extenso recorrido de Flossie

A inicios de 1995, Flossie era una gatita recién nacida como cualquier otra, pero a diferencia de otros mininos que son adoptados apenas nacen, ella tuvo que vivir en las transitadas calles de Liverpool.

En medio de aquella lucha por sobrevivir en la ciudad británica, un día llegó al hospital de Merseyside, recinto en donde uno de los enfermeros se dejó conquistar por su pelaje marrón y negro, y decidió llevársela al terminar la jornada.

Vivieron juntos por el transcurso de una década, pero la muerte del profesional sanitario llevó a que su hermana asumiera la tutela por un periodo de 14 años.

Tras el fallecimiento de la mujer, su hijo cuidó de Flossie por tres años, pero por motivos relacionados a su vejez, decidió confiarle los cuidados a una organización de voluntarios especializada en gatos, conocida como Cats Protection.

Según declaró la coordinadora del colectivo, Naomi Rosling, “nos quedamos estupefactos cuando vimos que los registros veterinarios de Flossie mostraban que tenía 27 años”.

Foto: Guinness World Records.

La llegada a su nuevo hogar

A pesar de que en un inicio pensaron que sería difícil encontrarle un hogar, debido a que la mayoría opta por mininos más jóvenes, Vicki Green se presentó como la principal postulante para llevársela.

“Siempre quise darles a los gatos mayores una vida posterior cómoda”, declaró, para luego añadir que espera que la historia de Flossie motive a otras personas a adoptar felinos más ancianos.

“Es tan cariñosa y juguetona, especialmente dulce cuando recuerdas la edad que tiene. Estoy inmensamente orgullosa de que me hayan emparejado con una gata tan increíble”, sentenció su actual humana.

De esta manera, Flossie se posicionó entre los felinos que más tiempo han vivido, aunque todavía le falta para alcanzar al más longevo de la historia, Crème Puff, quien llegó a los 38 años y tres días antes de morir el 6 de agosto de 2005.

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