Megan Fox
Megan Fox reveló que sufre de dismorfia corporal: ¿de qué trata este trastorno?

Megan Fox reveló que sufre de dismorfia corporal: ¿de qué trata este trastorno?

Fue elegida varios años como la mujer más sexy del mundo, no obstante, la actriz y modelo reveló que, en consecuencia de tener este trastorno, no existe ningún momento donde haya estado contenta con su cuerpo.


“Nunca me veo como me ven los demás”, dijo Megan Fox, la actriz y modelo estadounidense que, en una reciente entrevista, reveló que sufre dismorfia corporal, un trastorno mental donde existe una preocupación obsesiva por un defecto que muchos no pueden ver.

Y es que Fox, de 37 años y que ha sido elegida varios años como la mujer más sexy del mundo, dijo que estar bajo el microscopio de Hollywood es difícil: “Nunca hubo un momento en mi vida en el que amé mi cuerpo”.

Pero, ¿de qué trata la dismorfia corporal? ¿Cómo saber si la tienes? ¿Existe algún tratamiento para curarla?

Megan Fox
La actriz y modelo de 37 años reveló en una entrevista que vive con este trastorno que no la ha dejado aceptar y querer su cuerpo.

¿Qué es la dismorfia corporal?

También se la conoce como trastorno dismórfico corporal. Es una condición de salud mental que se define como una obsesión por un defecto en la apariencia física que suele ser imperceptible para los demás y que provoca mucha angustia para la persona que la sufre.

El trastorno puede dañar la salud mental y el autoestima, y está asociado a la ansiedad, la depresión e incluso a la ideación suicida.

Dismorfia corporal: qué es y cómo se trata
Aunque está relacionado con cómo se percibe el cuerpo, la dismorfia corporal no es lo mismo que un trastorno alimentario.

Pero ese defecto que se hace muy visible para la persona no es una deformidad o malformación notable, como una cicatriz, sino que es algo realmente pequeño que solo la propia persona lo puede percibir, pero cree que el resto también lo hace en gran escala.

“Es importante tener en cuenta que la dismorfia corporal no es lo mismo que un trastorno alimentario, que es una preocupación específica por la forma y el peso del cuerpo y que, por lo general, lleva a comer, hacer ejercicio y otras conductas compensatorias”, aclaró Ramani Durvasula, psicóloga de la Clínica de Los Ángeles a The Washington Post.

¿Qué causa la dismorfia corporal?

Hasta la fecha, no se conoce ninguna causa específica que lo provoque. Sin embargo, según datos de Psicologiachile.cl, la dismorfia corporal en Chile aumentó en un 32% durante el año 2021. Y, según la Asociación de Ansiedad y Depresión de América, afecta a hombres y mujeres por igual.

Estos pensamientos suelen aparecer en la adolescencia, cuando los cambios en el cuerpo empiezan a notarse, pero también puede haber una predisposición genética, según Ann Kearney-Cooke, una psicóloga que se especializa en imagen corporal y trastornos alimentarios.

Dismorfia corporal: qué es y cómo se trata
Los expertos aseguran que el trastorno de la dismorfia corporal no mejora por sí solo y que es necesario buscar ayuda de un especialista, como un psicólogo o psiquiatra.

Además, puede desencadenarse por una experiencia infantil negativa, como abuso, negligencia o intimidación que hace que la persona sea demasiado sensible a los defectos percibidos en su apariencia.

¿Cuál es el tratamiento para la dismorfia corporal?

“Realmente no mejora por sí solo y, cuando no se trata, en realidad puede empeorar con el tiempo”, dijo la especialista.

Los síntomas son distintos para cada persona, pero uno predominante es la profunda preocupación por un defecto percibido en la apariencia física, acompañado de comportamientos obsesivos como mirarse en el espejo durante mucho tiempo, tomarse fotos para analizar la falla percibida, sentir vergüenza e intentar ocultarlo.

Dismorfia corporal: qué es y cómo se trata
En el trastorno de dismorfia corporal, las personas suelen obsesionarse con pequeños defectos que creen que el resto ve a gran escala.

Un psicólogo que sepa tratar el trastorno, evaluará si esta preocupación está afectando su vida y causando un “impedimento social y laboral”, y aunque no tiene cura, es tratable con terapias cognitivas conductuales y medicamentos, en casos donde también exista la ansiedad y depresión: “Tratamos de enseñar a las personas a identificar sus pensamientos y cómo pueden desafiar las distorsiones”.

Lo ideal es que si se perciben estos síntomas u otras acciones obsesivas, se acuda a un especialista, como un psicólogo o psiquiatra que ayude a identificar el trastorno y, posteriormente, dar un tratamiento oportuno.

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