Volver al futuro: cuando Clint Eastwood inspiró a Marty McFly

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La trilogía dirigida por Robert Zemeckis está repleta de alusiones a la cultura pop. En la tercera entrega, uno de los mayores guiños fue un truco realizado por el actor de westerns.


Las aventuras protagonizadas por Marty McFly y el Dr. Emmett Brown dieron pie a una trilogía ya clásica de la década de los 80.

El DeLorean transformado en máquina del tiempo, trasladó a los espectadores a la década de los 50, cuando los padres de Marty se enamoraron. La segunda entrega, en tanto, es un enredo temporal de universos alternativos que demuestran lo dicho por el efecto mariposa: cualquier cambio mínimo puede causar el caos.

Volver al futuro III tiene un narrativa menos compleja ya que -similar al desarrollo de la primera parte- solo se mueve entre dos tiempos: los 80 y el siglo XIX, en el lejano oeste que inspiró el género western en Estados Unidos.

Los filmes ambientados en dicha época comenzaron en 1903 con la cinta Asalto y robo de un tren de Edwin S. Porter. Se considera que la edad de oro del género fueron los años 50 con las producciones de John Ford, pero también destacan las denominadas «spaghetti western» de los años 60 como El bueno, el malo y el feo (1966), Harry el sucio (1971) y Por un puñado de dólares (1964).

Las mencionadas producciones fueron protagonizadas por el actor Clint Eastwood, uno de los hombres rudos del cine y de la cultura pop. Él fue el elegido por Marty McFly -o más bien los creadores de Volver al Futuro - para prestar su nombre a la identidad de Marty cuando viajó más de un siglo hacia el pasado.

Pero no solo fue su nombre el que aparece en la tercera parte de esta trilogía. El otro guiño evidente en la cinta es la técnica utilizada por Marty para librarse del duelo contra Buford Tannen.

Ya se anticipó sutilmente en Volver al futuro II, cuando Biff Tannen ve la película Por un puñado de dólares en un jacuzzi rodeado de mujeres. En la historia se muestra directamente el duelo en el que Joe (el hombre sin nombre) utiliza una plancha de metal amarrada a su torso como una suerte de chaleco antibalas, ganando así el enfrentamiento.

Por un puñado de dólares (1964):

Pero lo que parecía ser solo un detalle sin importancia para el enemigo de McFly, toma relevancia en el encuentro final entre Marty y Tannen en Volver al futuro III.

Marty se presenta a la pelea tras intentar evitarla mediante el diálogo, pero Tannen está empecinado en que las balas den por finalizado el conflicto.

Cuando ya están frente a frente, Marty deja su pistola en el suelo y reafirma que no quiere disparar, pero su enemigo ataca de todas formas. La bala no causó ningún tipo de herida: la técnica de Joe fue replicada por quien se hacía llamar Clint Eastwood en el Hill Valley del siglo XIX.

Volver al futuro III (1990):

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