El largo regreso de Protistas en pandemia: “No es una canción pop, tiene un impulso porfiado”

“Hilo Curado” es el nuevo single del grupo. No tiene coro y enfatiza las partes instrumentales a diferencia de su material más clásico. Grabada a finales de 2019, se trabajó en paralelo al proyecto de celebración de los diez años del primer álbum, Nortinas War, que se pausó debido al coronavirus. En conversación con Culto, el vocalista Álvaro Solar, explica las decisiones artísticas tras el tema, detalla cómo vivió la cuarentena y repasa algunos momentos de la década de vida de una banda clave en la escena indie chilena.


Ni en las letras, ni en las melodías por sí mismas. El encanto de la música de los Protistas se genera en la comunión entre sus integrantes. Desde su primer álbum, el celebrado Nortinas War publicado hace una década, el grupo ha elegido grabar principalmente en directo, con más o menos énfasis en algunos aspectos musicales. Desde ese punto se mueven desde el registro más desprolijo y lo-fi de Las Cruces (2012), a los más luminosos Nefertiti (2014) y Microonda (2017).

Pero en su regreso a los lanzamientos discográficos luego de tres años, el grupo abre un surco diferente y al parecer, más estimulante en la sementera creativa. “Hilo curado” es el primer trozo de un quinto álbum que la pandemia mantiene en pausa. En este, el ahora quinteto (con el regreso de Benjamín Varas, el primer bajista del grupo, a los teclados) se aleja del formato canción, prescinde de un coro y enfatiza las secciones instrumentales, extendidas como si estuvieran frente a una audiencia, que hasta ahora parece de otro tiempo.

El resultado tiene que ver con la factura. Compuesta en el último tercio del 2019 y registrada en Estudios del Sur, con Carlos Doerr (Isla del sol) en la mezcla, es una pieza que lleva al disco la respiración de la sala de ensayo. “En vivo tocamos arreglos para alargar los temas y a veces es como estos arreglos están más bacanes que la canción original -cuenta el vocalista y guitarrista, Álvaro Solar, en contacto vía Zoom con Culto-. Entonces quisimos conservarla larga porque respira un espacio que a mi al menos me gusta escuchar en la música, hay gente que le puede resultar aburrido pero a mi me gusta ese trayecto emocional”.

En el arranque, la letra toma ciertas escenas que remiten a la infancia. “He soñado toda la semana, con la primera vez que me perdí de casa, tenía cinco años, todo era eterno”, canta Solar en el primer verso. “Yo tengo 38 años y a esta edad estás en un momento difícil de conservar como el espíritu juvenil, tratando de afirmar que yo soy la misma persona que era hace 20 años, por decirlo de alguna forma -explica-. La canción es un acto de retener eso, pero no como ejercicio nostálgico, sino de reafirmarse hoy en día con el espacio y la emoción del pasado”.

Sin embargo, agrega que el eje creativo del tema está más en la sensación, que en una historia. “La canción tiene un impulso porfiado y repetitivo, no es una canción pop, tiene esa repetición de la insistencia”, aclara

Más que un giro, Solar asegura que la composición de 7.07 minutos (la tercera más larga de su catálogo) es solo un trabajo de otra cuerda. “Está bueno tener diferentes tipos de canciones en la estética de tu proyecto”, asegura. Por ello, el énfasis en la repetición de frases y motivos responde a una inquietud por lograr una sensación de continuidad. De allí a que no tenga estribillo.

“La repetición la encuentro espiritual -afirma-. De alguna forma te permite entrar dentro de un espacio en el que puedes sentirte parte de él. Por ejemplo, The War on Drugs tiene esa sensación de que parte el tema y vas avanzando; hay bajadas y subidas y se mantiene la velocidad la proyección de la canción y va creciendo en esa linealidad. Entonces al ponerle un coro, es como un frenazo, como que pierde la fuerza de fuga”.

-Sobre la letra, la infancia y la familia es un tópico que de alguna forma aparece en otras canciones del grupo, ahí está por ejemplo “Historia Natural”, “Huesos de cristal”, y así. Aunque “Hilo curado” no sea totalmente sobre eso, ¿es algo que está presente en otros momentos?¿en algo recurrente en tus letras?

-Siempre está presente, igual que la temática sobre los sueños y la realidad, como se procesa ese encuentro entre estar despierto y estar dormido. Yo creo que para un letrista, uno siente que hay cosas que van madurando dentro de la capacidad de evocar. No tengo pretensiones de cambiar eso, para mí la forma de hacer letras es mezclar un poco de ficción, sueños y realidad.

-Y tras diez años ¿escribes ahora mejores letras?

-Uno no va a recuperar la inocencia, solamente puede perseguirla para generar voluntad y movimiento. Pero sí, he aprendido y sigo aprovechando el privilegio de hacer letras dentro de la música. Hace unos días comentaba lo triste que es escuchar letras que suenan como tópicos, un poco como llenando los espacios y la métrica. Tener una banda es tanto trabajo, tanto esfuerzo, que de repente los grupos en las salas de ensayo como que no las escuchan mucho. Loco, tu responsabilidad es tener el privilegio de que haya una canción y buscarle algo que te llene el corazón.

Álvaro Solar, voz y guitarra de Protistas. Foto: Mila Belén

Música confinada

La pandemia sorprendió a Protistas en viaje. Su última tocata antes del confinamiento fue en la sede de Balmaceda Arte Joven de Concepción el 14 de marzo, mismo día en que se anunció la cuarentena para Caleta Tortel. “Ya estaba como lo del coronavirus, entonces tampoco llegó tanta gente a esa fecha -recuerda Solar-. La gente estaba con miedo. Pero lo pasamos bien y los que llegaron eran como muy fans”.

Desde entonces el grupo no se ha vuelto a juntar para ensayar. Peor aún, la sombra del virus postergó de forma indefinida el concierto de celebración por los diez años desde el lanzamiento de su álbum debut, Nortinas War, fijado para el 16 de abril en Matucana 100.

“Estaba ultra motivado, estaba agarrando fuerza propia el proyecto -rememora Solar-. Si bien nos hemos visto como amigos, aún es delicado ensayar. Pero por otro lado prefiero esperar a un momento en que podamos tocar en un teatro y compartir la experiencia, que hacer un streaming”.

La portada del álbum Nortinas War

Si bien, desde el encierro Solar se ha presentado solo, o a veces junto a Tiare Galaz (Niña Tormenta) en transmisiones online, para él, la distancia social del ciberespacio no le llena de la misma forma que la intimidad de la pandilla con los amplificadores a tope, en la sala de ensayo. “Es una solución que se entiende, pero no es comparable -asegura-. La experiencia de la comunicación en directo es super importante, y por otro lado yo siento que el fenómeno de estas cosas por streaming, técnicamente son súper complicadas de manejar”.

Los preparativos para el aniversario de Nortinas War incluso permitió una inédita formación de siete integrantes (los cinco actuales más Galaz y Nicolás Alvarado, de Fármacos), exclusivamente para dicho montaje. Eso repercutió en la música que trabajaban esos días. De alguna forma, asegura Solar, definió la sonoridad más abierta y directa de “Hilo curado”, “Siento que se permeó un poco esa forma de respirar la música, y nos motivó la idea de una sensación de banda más grande, como Broken Social Scene, algo más espiritual en el concepto”.

protistas

Por ello, la cuarentena también detuvo el proceso de creación de nuevo material del grupo. “En el momento en que dejamos de tocar ya estábamos abriendo canciones, tocándolas, improvisando. Un proceso parecido al de ‘Hilo Curado’, pero faltan ciertos procesos. Nos pilló justo y no pudimos avanzar más, pero en el momento que se retome no va a ser tan lento”.

Pese a que Solar ha compuesto canciones y además trabaja desde su habitación en la banda sonora de una serie documental, asegura que el grupo mantiene el contacto y que a veces intercambian ideas musicales vía WhatsApp. Pero debido al sonido y a la intención de las canciones, considera indispensable el trabajo en sala, cuando las condiciones sanitarias lo permitan. “Como que añoro eso y me motiva que en algún momento se va a retomar”, asegura.

-La pandemia mantiene en pausa la celebración de los diez años y la creación de nuevas canciones, pero ¿qué es lo mejor de la carrera de Protistas en esta década?¿qué es lo que más te enorgullece?

-Hemos logrado sobrevivir a muchas cosas cuando nadie apostaba por nosotros, porque nunca hemos sido suficientemente populares como para sobrevivir de esto. Pero ese mismo fenómeno nos ha ayudado. Siempre hemos sido humildes, tampoco es que queramos ser ultra famosos, y eso ha ayudado a que sigamos vivos, el no pensar en las expectativas.

-¿Y la amistad? volvió Benjamín Varas, hay integrantes que han salido y retornan...

-Claro, hay una amistad que lo permite, el que sale puede volver. Compartimos un sentido artístico de vida, las parejas de cada uno están metidas en el arte, en la resistencia del arte. Para nadie es fácil sobrevivir, más en estos tiempos, pero tenemos algo de familia igual.

-¿Vas a votar en el plebiscito?

-Obvio. Tuve que sacar mi carnet la semana pasada, porque no tenía, solo para eso. Hay que hacer un llamado a votar, que la gente se motive, porque sería como para matarse que gane el Rechazo. O sea, si gana el Apruebo, bueno, vamos para adelante, tampoco es como ‘guaaa’, pero que gane el Rechazo es como demasiado triste, si tuviera otro país me iría.

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