Amor, adiós: muere Mario Gutiérrez, histórico líder y fundador de Los Ángeles Negros

Estuvo en el Big Bang de uno de los sonidos más originales que irrumpieron en los 60 en Latinoamérica: cuando en 1968 el guitarrista Mario Gutiérrez encabezaba un conjunto instrumental junto a su compañero de escuela, el baterista Cristián Blasser, y un inspector del liceo, el bajista Sergio Rojas, un concurso local los obligó a buscar un cantante. Dieron con Germaín de la Fuente, conocido en la zona por sus capacidades interpretativas, desembocando en el proyecto conocido como Los Ángeles Negros y en una propuesta tan atípica como adecuada para el espíritu inquieto de fines de los 60.

Una agrupación donde la voz melódica de De la Fuente se acoplaba con el pulso eléctrico de la banda, como si los baladistas en sepia hubieran adquirido voltaje al ritmo de The Beatles o las bandas inglesas.

Fue la huella creativa que marcó para siempre a Los Ángeles Negros y que tuvo como su máximo guardián al propio Gutiérrez. El grupo durante décadas enfrentó un caudal gigantesco de fracturas, desavenencias, apariciones de imitadores al borde de la ilegalidad, reencuentros y retornos que siempre alimentaron tanto la curiosidad como el morbo, pero Gutiérrez -residiendo en México desde 1982 junto a la agrupación- se mantuvo como el líder de la versión más oficial de la banda.

Una leyenda que hoy se apagó para siempre: el artista murió a los 71 años, según informaron sus hijos. Según radio ADN, las causas fueron una serie de complicaciones derivadas de Covid-19. Los Ángeles Negros quedan sin una de sus almas, pero su herencia facturada hace más de cinco décadas aún resuena en las más diversas generaciones y latitudes.