Columna de Daniela Lagos: La Reina Charlotte: un leve giro que tarda demasiado

Así pasan los primeros episodios, los que a pesar del buen ritmo y las buenas actuaciones, se hacen algo aburridos, por lo similar con lo que ya se ha visto.



En diciembre de 2020, Netflix estrenó su primera serie producida por Shonda Rhimes (Grey’s Anatomy, Scandal y How to Get Away with Murder), quien llegaba al servicio de streaming con una propuesta distinta a sus producciones anteriores. Esta vez se trataba de un drama de época, quizás queriendo conquistar a un público viudo de Downton Abbey, ambientado en los círculos de poder y elegancia de Londres a inicios del 1800. Con ese punto de partida se iniciaba un culebrón de amores no correspondidos, honores en juego, hijos ilegítimos y romances secretos.

La serie se convirtió en un éxito y, uno de los aspectos que llamaron la atención, fue una licencia que se tomó la producción al presentar una sociedad de esa época con igualdad racial. La reina Charlotte es de raza negra y de ahí para abajo toda la alta sociedad está compuesta de personas de distintas razas y etnias, y no hay ninguna conversación al respecto o más explicación que alguna línea en la primera temporada, donde alguien dice que todo cambió con la llegada de Charlotte a la familia real.

Nick Wall/Netflix © 2023

Así, mientras los fans esperan el estreno de un tercer ciclo de la serie, Netflix presentó esta semana una precuela de seis episodios que cuenta justamente esa historia, de cuando Charlotte (en esta versión interpretada por India Amarteifio), una mujer noble de un pueblo alemán, llega a Londres para casarse con el príncipe George (Corey MyIchreest) y se convierte en la primera reina no blanca del Reino Unido, lo que obliga a la nobleza a volverse un lugar más inclusivo.

Dicho todo esto, La reina Charlotte no es una miniserie sobre conflictos raciales, ese es un punto secundario. Esta historia parte como un culebrón similar al de las dos primeras temporadas de Bridgerton, con una nueva reina que no entiende por qué su marido no quiere pasar tiempo o siquiera vivir en el mismo lugar que ella, mientras su suegra sólo quiere que tengan hijos lo más pronto posible.

Así pasan los primeros episodios, los que a pesar del buen ritmo y las buenas actuaciones, se hacen algo aburridos, por lo similar con lo que ya se ha visto.

Liam Daniel/Netflix © 2023

Pero efectivamente esta precuela es una historia distinta, ya que el rey George oculta un secreto que se devela y explota en la segunda parte de la trama, alejándola aunque sea un poco del melodrama y presentando una rama interesante, incómoda y a ratos conmovedora.

Como pasa con muchas producciones actuales, queda la pregunta si no se pudo haber contado de forma más breve, para no tardarse tanto en llegar a la parte más interesante; poniendo además historias paralelas y secundarias que no están a tono, pero en la era de las series a veces hay que tener paciencia y cruzar los dedos para que exista recompensa.

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