Una escena de una violación y un productor furioso: la controversia que sacude a la película sobre Donald Trump

Una escena de una violación y un productor furioso: la controversia que rodea a la película sobre Donald Trump

Recibida con aplausos en el Festival de Cannes 2024, The Apprentice pone el foco en la relación que el político y empresario forjó con el abogado Roy Cohn en Nueva York en los años 70. El candidato presidencial ya anunció que presentará una demanda en contra de los realizadores. “Esta basura es pura ficción que sensacionaliza mentiras que han sido desacreditadas durante mucho tiempo”, señaló un portavoz.


En mayo de 2018, cuando Donad Trump iniciaba su segundo año en la Casa Blanca, se reveló que estaba en proceso de escritura una película sobre la juventud del 45° Presidente de Estados Unidos. El periodista Gabriel Sherman, quien había cubierto las novedades en torno al empresario y político durante más de una década, estaba a cargo del guión del largometraje y se declaraba fascinado por la vida empresarial del magnate en Nueva York durante los 70 y 80.

“Este período de formación nos dice mucho sobre el hombre que hoy ocupa el Salón Oval”, expresó en una declaración en que se hizo oficial el proyecto, titulado The apprentice. Una cinta que, luego de varios años de trabajo, finalmente se exhibió este lunes en la 77° edición del Festival de Cannes, donde compite por la Palma de Oro.

Sherman, los productores y el director Ali Abbasi llegaron a Francia acompañados por los actores Sebastian Stan (Trump en la ficción), Maria Bakalova (Ivana Trump, su primera esposa) y Martin Donovan (Fred Trump, su padre). El equipo fue celebrado con una extensa ovación en la primera exhibición, aunque las críticas fueron entre entusiastas y mixtas.

Rolling Stone la llamó “la película biográfica de Donald Trump más brutal que se pueda imaginar” y aseguro que “el director Ali Abbasi sabe que está jugando con fuego”. Por su parte, The Guardian cuestionó su falta de originalidad y su tendencia a la caricatura. “Donald es presentado como nada más que un tonto sinvergüenza y aburrido”, apuntó.

La cinta comienza en Nueva York 1973. Trump tiene 27 años y se desempeña como vicepresidente de la empresa inmobiliaria de su padre. En una de sus visitas a Le Club, el exclusivo restaurante y club donde se reúne la élite neoyorquina, conoce a Roy Cohn (Jeremy Strong). No sólo es un abogado que trabaja con los más poderosos, sino que un hombre con un estricto código de vida basado en tres principios: atacar, atacar y atacar; no admitir nada, negarlo todo; no importa lo derrotado que estés, nunca reconozcas la derrota.

Cohn lo ayuda a salir de un lío que podría destruir a la compañía de su papá, una demanda por discriminación racial que parece imposible de revertir. ¿Cómo lo resuelve? Según el largometraje, extorsionando a un funcionario público. Es la primera muestra de confianza entre un maestro y su discípulo.

El director y el elenco en Cannes. Foto: Reuters/Yara Nardi

Según los primeros análisis en torno a The apprentice, su retrato de la familia Trump remite a un clan de mafiosos, con el expresidente adoptando una figura similar a Michael Corleone y su hermano Freddy (Charlie Carrick) como una suerte de Fredo.

Pero quizás ninguno de esos elementos molestará al magnate tanto como otros aspectos del relato. La producción tiene escenas en que consume pastillas de anfetamina y se somete a una liposucción y un tratamiento para la calvicie.

En un momento Ivana Trump, su esposa hasta 1990, le sugiere que reaviven el fuego de su relación con un libro sobre el punto G, y luego se burla de él por su cabello y sobrepeso. En respuesta el político la ataca sexualmente. El hecho tiene ecos con la realidad: la acusación fue parte del libro Lost tycoon: The many lives of Donald J. Trump (1993), pero años después la mujer checa-estadounidense negó esos hechos.

Este lunes, el mismo día del debut en Cannes, el equipo del candidato presidencial anunció que presentará una demanda en contra de los realizadores. “Esta basura es pura ficción que sensacionaliza mentiras que han sido desacreditadas durante mucho tiempo. Al igual que con los juicios ilegales de Biden, esto es una interferencia electoral por parte de las élites de Hollywood, que saben que el presidente Trump retomará a la Casa Blanca y vencerá a su candidato elegido porque nada de lo que han hecho ha funcionado”, indicó Steven Cheung, el principal portavoz de la campaña de Trump.

Foto: Reuters/Clodagh Kilcoyne

Por ahora la cinta no tiene distribuidor confirmado en Estados Unidos –por lo tanto, la fecha de estreno es una incógnita–, pero se ha informado que el plan es que llegue antes de las elecciones presidenciales, programadas para el próximo 5 de noviembre.

La rabia de un amigo de Trump

Dan Snyder es un multimillonario de 59 años que, según fuentes consultadas por Variety, habría donado US$ 1,1 millones al comité inaugural de Donald Trump en 2016 y entregado US$ 100 mil para su campaña presidencial en 2020. Es propietario del equipo de fútbol americano Washington Commanders y tiene participación en la empresa cinematográfica Kinematics.

Esa compañía es una de las productoras que está detrás de The apprentice, por lo que –pese a lo extraño que parezca– un cercano al magnate está involucrado en el largometraje que ha despertado su ira y lo llevó a amenazar con interponer una acción judicial.

Según el medio estadounidense, Snyder “tenía la impresión de que era un retrato halagador” de Trump y no la cinta que terminó siendo. Una vez que vio el resultado, en febrero pasado, se habría puesto “furioso” y habría intentado hacer una serie de cambios. Sin embargo, sus intentos habían sido en vano.

Si bien se detalló que Kinematics no posee los derechos de autor –por ejemplo, no podría provocar que el filme no llegue a salas–, tiene voz en las negociaciones que se generen con un potencial distribuidor.

Emanuel Núñez, presidente de Kinematics, intentó calmar las aguas con una declaración en que planteó que “todas las decisiones creativas y comerciales que involucran a The apprentice siempre han sido y siguen siendo tomadas únicamente por Kinematics. Mark (Rapaport) y yo dirigimos nuestra empresa sin la participación de terceros”.

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