El proyecto que barajaba Claudio Iturra antes de morir

El proyecto que barajaba Claudio Iturra antes de morir

Sólo cinco días antes de fallecer a los 43 años, el periodista habló con un ejecutivo de Canal 13 para trazar su nuevo espacio. Un proyecto que abordaría historias humanas más que lugares. Este viernes 24 tenía agendada otra reunión para darle forma a la idea. Esta es la historia.


“Yo materia dispuesta y con la camiseta más puesta que nunca”.

El pasado miércoles 22, un puñado de horas antes de fallecer a los 43 años como consecuencia de un infarto agudo al miocardio, el periodista Claudio Iturra le envió vía WhatsApp ese mensaje de certeza y convicción al gerente de producción de Canal 13, Marcelo Hilsenrad.

Ambos se habían reunido de modo virtual unos días antes, el viernes 17, para discutir una serie de temas relativos a los nuevos proyectos del profesional en la señal en la que empezó a conducir espacios de viajes y aventura desde 2013. El más inmediato era La ruta de la Patagonia, ya grabado y resuelto casi en su totalidad, con fecha de estreno para los próximos meses.

Pero Iturra aprovechó la cita con el ejecutivo para lanzarle una idea más. Como el programa en torno al sur chileno ya estaba listo, desvió la conversación hacia la otra iniciativa que acumulaba en su carpeta, el siguiente plan que podría engrosar un listado con espacios como Cultura indómita, Cultura salvaje y Maravillas del mundo. Entre todos ellos, acumuló cerca de 400 capítulos.

“Así era Claudio, cada vez que te juntabas con él salían muchas ideas y era un gran conversador. Era muy entusiasta, nos tocaba trabajar para un proyecto actual, pero de inmediato tiraba líneas para algo a futuro, quería seguir avanzando de inmediato”, describe Hilsenrad en conversación con Culto.

El ímpetu hizo que el mismo lunes 20, Iturra le enviara el trailer que había elaborado de esa nueva iniciativa aún con carácter de embrionaria. “Me mandó un video de dos minutos, usando material de sus viajes; bien editado, bien hecho, con gráfica y con nombre de trabajo. No esperaba que en tres días enviara algo de forma tan veloz. Pero eso era un reflejo del tipo de persona que era: entusiasta, ágil, resolutivo, con miles de ideas en la cabeza”, enumera el ejecutivo.

¿Y de qué trataba el potencial nuevo espacio de Iturra? Como ya había mostrado los más diversos lugares a través del planeta, el plan ahora era mostrar a la gente que viajaba a esas latitudes. Cómo cumplen sus sueños, cómo juntan dinero durante toda una vida para cortar ticket aéreos, las historias humanas tras las travesías que quedan para siempre en la bitácora personal.

Hilsenrad sigue: “Él me decía ‘si ya mostramos tantos sitios en el mundo, ¿por qué no hablar de la gente que va a esos sitios?’. En la India, ya mostró el Taj Mahal, Varanasi o los indios que viven allá, por lo que lo ideal era mostrar ahora a los chilenos que llegan hasta allá, cómo les cambia sus vidas, cómo vuelven, cómo se esfuerzan por estar en esos rincones. Como la gente cumple sus sueños yendo a los lugares en los que siempre quiso estar”.

Claudio Iturra vía Instagram.

Envalentonado por ese bosquejo, se puso mano a la obra de inmediato. El propósito era seguir hablando del tema este viernes 24, cuando tenía marcada otra reunión con Hilsenrad para abordar sus futuros pasos en la ex red católica. De ahí que, sólo horas antes de fallecer, le haya enviado ese mensaje subrayándole que tenía “la camiseta más puesta que nunca”.

“Él era muy de enviar mensajes y de expresarse de esa forma”, rememora Hilsenrad.

El final soñado

Pero un programa acerca de viajeros no era lo único que manejaba Iturra como parte de su agenda 2024. Otro proyecto también quedó inconcluso.

El profesional quería cerrar La ruta de la Patagonia con la imagen del pueblo Villa O’Higgins -ubicado en la Región de Aysén, al final de la Carretera Austral en la Patagonia Chilena- completamente nevado. Cuando lo visitó hace algunos meses, no pudo obtener esa toma. Ahora pretendía ir en invierno, para capturar sólo ese momento y poder sumarlo al programa.

Hilsenrad cierra: “En su cabeza, ese espacio tenía que terminar con Villa O’Higgins nevado. Era lo único que le faltaba. Era el tributo a su querida Patagonia. Y también una muestra de lo perfeccionista que era”.

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