Yo ayudé a The Killers en su primer disco (y no les cobré un peso)

Yo ayudé a The Killers en su primer disco (y no les cobré un peso)

Lanzado hace exactos 20 años, Hot Fuss fue el álbum que presentó al mundo el particular sonido de la banda de Las Vegas. Con explosivos singles como Somebody Told Me y Mr.Brightside, fue un trabajo exitoso y de buena crítica, en que tuvo que ver John Lucasey. Ayudó al grupo con sus equipos y trabajó con el coro. Él mismo recuerda a Culto esos días: "Volvía a sonar real, sonaba natural".


Fue una mañana, en que el productor musical e ingeniero de mezcla, John Lucasey recibió una llamada en su estudio en el norte de California, área de San Francisco. Era su amigo, el productor Jeff Saltzman, quien le habló de cuatro muchachos, los integrantes de una nueva banda que había fichado. Se hacían llamar The Killers y estaban trabajando en su primer disco, el que se finalmente se tituló Hot Fuss. Pero necesitaba una ayuda.

Lucasey, profesional de larga experiencia en la industria, conocía de años a Saltzman. “Él se estaba retirando de ser un abogado de entretenimiento y decidió que quería hacer algo divertido. Así que me alquiló una habitación (de estudio), y le enseñamos a grabar. Luego él usaba una de mis salas de grabación y nos asociamos. Salió, y una de las primeras bandas que encontró fue The Killers”, recuerda al teléfono con Culto desde California.

John Lucasey

Por entonces, Lucasey era un profesional muy requerido. Fundador del Studio 880, uno de los recintos de grabación más reputados de California, en su CV figuran trabajos de mezcla o grabación para figuras como Beyoncé, Green Day, Keith Urban, Black Keys, así como de registros en vivo para Ariana Grande, Paramore, entre muchos otros. Por ello, su amigo Jeff Saltzman había pensado en su estudio para grabar el álbum debut de The Killers. Pero el asunto no era tan sencillo.

“The Killers iban a venir a mi estudio porque Jeff los iba a traer. Pero yo le dije: ‘espera un minuto, todas mis salas estaban reservadas’. En ese momento estábamos grabando American Idiot con Green Day, así que le dije que no podía hacerlo porque no podía acomodarlos. Pero Jeff Soltzman vivía en un condominio en Berkeley. Fuimos y preparamos su casa para grabar”, agrega Lucasey.

Grabando a The Killers en casa (y con un viejo amplificador)

The Killers eran una banda oriunda de Las Vegas, formada en 2001, que se había hecho algún nombre gracias a un intenso calendario de presentaciones en vivo a lo largo y ancho de los Estados Unidos. En principio, impulsados por el cantante Brandon Flowers, quien se asoció con el guitarrista David Keuning, como partner de composición. Juntos escribieron canciones y luego reclutaron a dos músicos más, el baterista Ronnie Vanucci Jr y el bajista Mark Stoermer. Así se consolidó la formación definitiva.

Cuando ya tenían algunas canciones, un suceso los obligó a replantearse lo que habían hecho. Lo recordó el mismo Brandon Flowers años más tarde en una entrevista con el clásico NME. “Recuerdo que fuimos a Virgin Megastore a comprar Is This It [de The Strokes] el día que salió. Cuando lo pusimos en el auto, ese disco sonó perfecto. Me deprimí tanto después de eso que tiramos todo a la basura y la única canción que pasó el corte y permaneció fue Mr. Brightside”.

De hecho una versión inicial de aquella canción ganó una inusitada popularidad en el Reino Unido. Se estrenó en el programa BBC Radio 1 de Zane Lowe en agosto de 2003. Tuvo buena aceptación así que la editaron en un CD que vendían en sus conciertos, lo que les dio el impulso para grabar su primer disco. Por entonces y en sesiones de composición en el garage de Vanucci, ya tenían canciones que se volverían clásicas, como Somebody Told Me y Smile Like you Mean It.

Y en eso estaban, en pleno proceso de trabajo de su primer disco, Hot Fuss, cuando Jeff Saltzman recurrió a John Lucasey. Como decíamos, este tenía las salas de su estudio ocupadas, pero le preparó el equipo a Saltzman para que los pudiera grabar en su casa de Berkeley. Contrario a lo que sugiere el sonido del disco, cuando se escucha hoy, la realidad en que todo se hizo con equipamiento de bajo costo.

“Ellos no tenían equipo de alta gama. Tenían algunas cosas decentes, pero la mayoría de los micrófonos eran muy baratos, Sure SM 57, que entonces todavía estaba por debajo de US$100. Pero en una semana o dos, grabaron un álbum entero”, recuerda Lucasey quién además les facilitó equipos para la ocasión. “Les hice un paquete con micrófonos, amplificadores y cosas así. Usaron un viejo amplificador del 62, que fue el primer amplificador que tuve cuando era un niño. Ese es el amplificador que usaron en ese álbum”.

The Killers en 2004, durante los días de su primer disco, Hot Fuss. De izquierda a derecha: David Keuning, Mark Stoermer, Brandon Flowers y Ronnie Vanucci Jr.

Tras grabar en poco tiempo, el grupo estuvo listo. “Luego Jeff envió las pistas a Mark Needham, que lo mezcló. Debido a la forma en que se grabó, con micrófonos de bajo costo, Mark lo mezcló de una manera particular para dejar esos sonidos como si estuvieran destinados a estar allí. Era un nuevo sonido lo-fi. Y eso es lo que realmente hizo el sonido de The Killers, en mi opinión, es porque no fueron a mi estudio grande, enorme, de lujo y no usaron los micrófonos más caros”.

Pero el vínculo no se quedó ahí. Días después The Killlers volvieron a contactar a Lucasey, esta vez para pedirle, derechamente, una de las salas. Estaban trabajando en la canción All These Things That I’ve Done y necesitaban grabar el coro que repite la frase “I‘ve got soul, but I’m not a soldier” (Tengo alma, pero no soy un soldado) además de acompañar en otras líneas de la letra que canta Brandon Flowers.

“Ellos esperaban tener un coro en esa pista. Bueno, volvieron a mí en ese momento y me dijeron: ‘Nos gustaría utilizar su estudio’. Y yo estaba a cargo de encontrar el coro, contratar al equipo y grabar el coro que más tarde añadimos a esa canción. Para mí, eso realmente diferenció esa canción. Me encanta, es mi favorita.”, recuerda Lucasey. De hecho en los créditos del disco figura como director del coro.

Cuando llegó el momento de cobrar por el uso de su estudio y el trabajo con el coro, Lucasey tuvo muy claro lo que tenía que hacer. “Hice el paquete de atención. No les cobré nada, no hice nada. De hecho, hicimos lo mismo con los Black Keys, nunca les cobré un centavo. Ellos no tenían mucha audiencia en ese momento. Eso fue todo. Fue muy emocionante para nosotros saber que mientras estaba American Idiot con Green Day, al mismo tiempo, The Killers y todo mi equipo estaban ahí fuera, empujando entre sí para hacer el mejor álbum de rock”.

Cuando salió a los escaparates, el 7 de junio de 2004 en Reino Unido, Hot Fuss fue un éxito que posicionó a The Killers. Gracias a sus explosivos singles y su particular sonido, el álbum alcanzó el puesto número 7 en la lista de álbumes Billboard 200 y encabezó el Official Albums Chart, de UK, durante dos semanas consecutivas en enero de 2005. También en UK, el single Somebody Told Me, picó hasta el puesto 3 en el Official Singles Charts. En su reseña publicada en julio de ese año, la crítica de Rolling Stone, Jenny Eliscu, fue elogiosa y destacó que se trataba de un disco sin rellenos y de efectivos singles en una era de bandas de rock que coqueteaban con la pista de baile (como The Rapture y Franz Ferdinand). “No te dejes engañar por sus hilos retro y su nombre: The Killers amenazan con arrancar el rock dance de las férreas garras del hipsterismo y lanzarlo impenitentemente al mainstream”.

Con ocasión de los 20 años del disco, el grupo agendó para agosto próximo una residencia de 10 noches en el Caesars Palace, de su natal Las Vegas, para interpretarlo al completo, de principio de fin. Las entradas para todos los shows ya se agotaron.

Con el paso de los años, Lucasey tiene su tesis respecto al éxito de Hot Fuss. “Porque volvía a sonar real, sonaba natural. Es curioso, porque me gustan mucho las grabaciones antiguas, y estoy obsesionado con las grabaciones antiguas del rock de los años 60, 70 y 80. Y aquí está la diferencia: mucha gente quiere intentar recrear ese sonido, pero quieren ir a grandes estudios, usar equipos sofisticados e intentar añadir distorsiones artificiales y cosas así. Pero en aquella época, lo que pasaba era que, si te dedicabas al rock, querías que todo sonara lo mejor posible y simplemente no tenías esa disponibilidad de equipos. Así que usabas todo lo mejor que podías. Por eso el sonido único vintage de The Killers vino de la utilización de equipos de época única, pero tratando de obtener la mejor grabación posible en lugar de tratar de crear ese sonido. Y luego Mark Needham, que lo mezcló, es un mezclador tan brillante que siguió esa línea. Él lleva mezclando desde los años 60 y 70, así que sabía qué hacer con ello”.

Cuando Hot Fuss se volvió un éxito, Jeff Saltzman volvió a visitar a John Lucasey y le ofreció comprarle el viejo amplificador que le prestó al grupo para grabar el disco. “Me ofreció unos cientos de dólares por él, que probablemente eso es lo que valía. Le dije que no, que era mi primer amplificador. Me ofreció mil dólares, subió a 5.000, subió a 10.000, subió a 20.000 y yo dije que no. Entonces él me dijo, bueno, te voy a escribir un cheque en blanco, pero no quiero saber lo que vas a poner, cualquier cantidad que quieras, solo necesito esa cosa. Le dije, ‘tengo la cantidad’, él me dice ‘no me la muestres’. Pero ahí rompí el cheque. Esa es una pieza legendaria de la historia del rock and roll, en mi opinión, porque realmente era la base del sonido”. Aún lo tiene con él.

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