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Crítica de discos: Model/Actriz es una experiencia reveladora, pero Metallica y Garbage nunca mueren

Las novedades discográficas de la semana retroceden en el tiempo y se lanzan a la caza de un período clave de Metallica, mientras que Garbage no se adormece en la nostalgia. Model/Actriz, por su lado, imponen sus términos.

Crítica de discos: Model/Actriz es una experiencia reveladora, pero Metallica y Garbage nunca mueren

*Metallica - Load (Remastered deluxe box set)

Metallica se acostumbró a los vuelcos inesperados en el guión para desconcierto de su fanaticada original. A pesar del éxito estelar del Álbum negro (1991) que visó la categoría mainstream por siempre, fue un capítulo difícil de roer entre los primeros seguidores por la explícita renuncia a las bases del thrash.

Cinco años más tarde, Load provocó un nuevo cisma por el maquillaje, los cortes de pelo -acto decodificado por las huestes metaleras tradicionales como traición a la patria- y, sobre todo, un giro estilístico de escasos links con sus primeros pasos discográficos. Por primera vez Metallica no dictaba, sino que tomaba tardía nota de la escena rock dominante, tallada en torno a Seattle.

Bajaron los tiempos, las guitarras respiraron con acordes quejumbrosos, y moldearon armonías en la estela fúnebre de Alice in Chains. El tiempo no cambia mayormente la impresión de 1996. Con la excepción del fenomenal single Hero of the day, de lograda química entre su sonido y dinámica envuelta en las penumbras del grunge, el resto del material se sostiene en regurgitaciones creativas de lo probado en Black album.

Este box set persiste en otra tradición de Metallica: dar prácticamente todo a los fans. Son 16 discos que rastrean en profundidad el proceso del proyecto, lados b, rarezas, y un descomunal archivo en vivo de distintas resoluciones entre 1995 y 1996.

*Model/Actriz - Pirouette

Aunque no es la primera banda en tener un cantante gay en un género de rock endurecido alternativo -los contundentes Torche se adelantaron varios años en el alt metal-, el cuarteto Model/Actriz, oriundo de Boston, asentado en Brooklyn y suscrito al post punk, dispara letras en tu cara con acción y poesía.

El vocalista Cole Haden, una de las sensaciones en vivo del momento, se mueve y se expresa en términos absolutamente queer. “Salí anoche, mi voz está ronca -canta en Diva-, comí muchos dulces desconocidos, (...) conocí a un chico en Copenhague, era gay pero tenía novia”. Model/Actriz tampoco son pioneros en alterar la función de los instrumentos en sonido y ejecución, pero definitivamente alteran los roles con osadía rebosando ingenio.

La guitarra acentúa el ritmo con ángulo percutido formando equipo con la batería en formato beat de frecuencia bailable, diálogo sellado por el bajo seteado para eludir las formalidades, transfigurado en textura electrónica como si se tratara de una máquina. Sueltan bombas que saturan el espectro sonoro sin que el tiempo ceda, alteran la cifra -la fenomenal guitarra en distintas velocidades de Cinderella y Poppy, entre varias- a la manera de una usina de ruido ácido. Cole Haden vierte melodía y elegante drama asumiendo distintas personalidades, como los cambios de humor en Diva. Pirouette no solo es un gran álbum, sino una experiencia reveladora.

*Garbage - Let all that we imagine be the light

Sin descuidar la lucrativa veta de la gira por disco aniversario celebrando el debut homónimo de 1995 y el álbum 2.0 (1998), a 20 años de sus respectivos lanzamientos, Garbage se mantiene y se proyecta.

No solo persiste como una sólida banda en vivo como lo demostraron en Santiago y Concepción en marzo -con el carisma inalterable y vital de Shirley Manson mediante-, sino como un equipo creativo que no se contenta con la mera nostalgia.Let all that we imagine be the light, octavo título, está coproducido por la banda y su colaborador habitual (y marido de Manson), Billy Bush (Paul McCartney, Muse) responsable desde los orígenes del grupo de fundir el punto exacto entre rock y electrónica super trabajada en el sonido, y luego recrear el material en vivo con absoluta fidelidad.

Mientras más se alejan de las formalidades rock y se adentran en escenarios de alta factura y programación, más interesante resulta Garbage. The day I met God es una espiral sintetizada por donde se desliza la voz hasta alcanzar el soft rock con resonancias retrofuturistas, como Sisyphus tiene algunas huellas dactilares de los maestros Pet Shop Boys. Hold martilla el riff en un denso sintetizador, y un teclado hipnótico introduce Have we met (The Void). Las murallas de guitarra se acoplan a esta estructura de diseño en máquinas, cuyo hálito de fría humanidad depende del misterio de Shirley Manson.

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