Culto

De Huidobro a Neruda: las candidaturas presidenciales más extrañas de la Historia de Chile

Personajes que no formaban parte de los círculos políticos, o que se encontraban en situaciones muy particulares han aparecido en más de una elección presidencial en la historia del país. Desde la fallida aventura del poeta Vicente Huidobro a la candidatura de Marmaduke Grove estando relegado. Acá un recorrido por el pasado.

De Huidobro a Neruda: las candidaturas presidenciales más extrañas de la Historia de Chile

Vicente Huidobro - 1925

Llevaba poco tiempo de vuelta en Chile, de regreso desde Francia, pero el poeta Vicente Huidobro no pudo con su genio. Acostumbrado a escandalizar a la sociedad, y en vista de las inminentes elecciones presidenciales de 1925, en las que se elegiría al sucesor de Arturo Alessandri, el poeta decidió probar suerte y lanzar su candidatura.

En abril de ese año fundó el periódico Acción. Diario de Purificación Nacional, como una plataforma para incidir en el debate público. Sin embargo, al denunciar actividades fraudulentas de altas personalidades político-administrativas el poeta recibió una paliza frente a su casa.

Fue en esos días, el 17 de octubre de 1925, cuando se proclamó su candidatura presidencial, y su apoyo provenía fundamentalmente del mundo joven. De hecho, su sostén era la “Gran Convención de la Juventud Chilena”, que incluía, entre otros a la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH).

La candidatura tenía pinta para ir en serio, incluso se alcanzaron a imprimir volantes y panfletos alusivos. “Vote por Huidobro, candidato de la juventud”, “Si quiere salvar el salitre, vote por Huidobro”.

Pero hubo sectores a quienes la candidatura de Huidobro les molestó. El 21 de noviembre, Acción fue clausurado pero aún así fundó otro periódico: La reforma, el cual también fue clausurado. Peor aún, para escarmentarlo se hizo explotar una bomba frente a su casa. Ante ello, Huidobro decidió declinar su candidatura. Finalmente postularon el candidato del consenso Emiliano Figueroa Larraín (quien ganó) y el izquierdista José Santos Salas.

Marmaduke Grove - 1932

“¿Quién manda el buque? ¡Marmaduke!" gritaban los adherentes a la candidatura presidencial del coronel Marmaduke Grove Vallejo, nominalmente el comandante en jefe de la recién creada Fuerza Aérea de Chile (FACH), en acaso uno de los gritos de campaña más creativos de la historia electoral del país. La candidatura del uniformado era una de las que estaban inscritas oficialmente para las elecciones presidenciales de 1932, programadas para el domingo 30 de octubre de ese año.

Sin embargo, lo insólito del caso es que Grove no se encontraba en el Chile continental al momento de ser proclamado. Ocurre que él había sido uno de los miembros de la Junta de Gobierno al frente de la República Socialista de 1932, que se instauró en el país tras el golpe del 4 de junio de 1932 y que derrocó al gobierno de Juan Esteban Montero. Pero uno de los miembros de la Junta, Carlos Dávila, a su vez realizó otro golpe, el 16 de junio, en los que con el apoyo del Ejército detuvo a Grove y lo envió relegado a la Isla de Pascua.

De esta forma, para la campaña presidencial Grove no pudo estar presente para realizar actividades, algo así como Franco Parisi en 2021 cuando realizó su campaña vía remota desde Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de no realizar actividades él mismo, de todos modos obtuvo un notable segundo puesto, con el 17,74%, solo detrás del ganador, Arturo Alessandri Palma.

Marmaduke Grove

Antonio Zamorano Herrera “El cura de Catapilco” - 1958

El solo hecho de que fuera un exsacerdote católico, hacía que la postulación de Antonio Zamorano Herrera para las elecciones presidenciales de 1958 fuera cuanto menos una excentricidad.

Se trataba de un exsacerdote, nacido en La Ligua. Tras terminar el seminario, fue párroco en la localidad de Catapilco, en la región de Valparaíso, lo que valió el mote de “El cura de Catapilco”. Bajo su gestión creó la escuela parroquial, donde él mismo hacía clases, y el cementerio parroquial. Zamorano tenía estudios en Filosofía, Griego, Latín, Hebreo, Álgebra y Trigonometría. Pero en 1956 decidió colgar el hábito. Motivado por el contacto habitual con la gente más humilde, se reinsertó en la vida civil y decidió incursionar en la política. Militó un tiempo en el Partido Socialista, debido a que sus ideas eran cercanas a la izquierda. En 1957 se presentó como candidato a diputado independiente por Valparaíso y Quillota. Y sorprendentemente, ganó.

El 4 de septiembre de 1958, entonces, se realizaron las elecciones presidenciales que elegirían al sucesor de Carlos Ibáñez del Campo. Zamorano no figura como favorito, de hecho, La Nación ni siquiera hizo un perfil de él, como sí lo hizo con los otros candidatos. Y en la portada el titular era “Cuatro candidatos al sillón de O’Higgins”. ¿Zamorano? Ni en las tiras cómicas (Tarzán, Dick Tracy, Mónica la detective y Mundos gemelos se encontraban al final del matutino).

Revista Ultimo Minuto. -- no. 40 (1ra. quincena abr. 1988). Biblioteca Nacional Digital.

Pero a contrapelo de su escaso peso electoral, Zamorano terminó siendo relevante en esa elección. Salvador Allende alcanzó un 28,8%, efectivamente un buen porcentaje, pero no le alcanzaba para obtener la primera mayoría relativa, en manos de Jorge Alessandri, con un 31,5%. Debido a que ninguno alcanzó la mayoría absoluta, según la Constitución de 1925, le correspondió al Congreso dirimir al ganador entre las dos primeras mayorías relativas.

Los cálculos empezaron de inmediato. Muchos repararon en que la votación de Zamorano (41.304 votos, equivalentes al 3,34%) le restaron la chance del triunfo a Salvador Allende. En adelante, en la política chilena se comenzó a hablar del efecto “Cura de Catapilco”. La de una candidatura periférica, pero que le resta un porcentaje de votos a otra que sí tiene chances de ganar.

Pablo Neruda, 1968. Foto: Evandro Teixeira.

Pablo Neruda - 1970

Para las elecciones presidenciales de 1970, otro poeta fue precandidato presidencial. Curiosamente, uno de los adversarios literarios de Vicente Huidobro, el parralino Ricardo Neftalí Reyes, Pablo Neruda. El hombre de Residencia en la tierra fue proclamado candidato presidencial por el Partido Comunista -en el que militaba- el 30 de septiembre de 1969.

El poeta no era un neófito en la política, pues había sido senador por el PC entre 1945 y 1950. Por ello, alcanzó a realizar una serie de actividades de campaña en lo que restaba de 1969. “Realiza una singular campaña política, que consiste en recorrer ciudades y pueblos, conversar con la gente y leerles su poesía”, señala el sitio de la U. de Chile dedicado al poeta.

Pero la aventura del poeta en busca de La Moneda duró poco, pues en enero de 1970 declinó su candidatura para apoyar al abanderado del PS, Salvador Allende, quien terminó por convertirse en el nombre de la Unidad Popular que llegó a la papeleta. Es que la mente del poeta estaba en obtener el Premio Nobel de Literatura, el que le fue otorgado al año siguiente, 1971, para lo cual llevaba años desplegando una campaña. Al menos en esa contienda sí resultó exitoso.

Lee también:

Más sobre:HistoriaVicente HuidobroPablo NerudaMarmaduke GroveAntonio ZamoranoHistoria de ChileHistoria Culto

La mejor información para estas elecciones🗳️📰

Plan digital$990/mes SUSCRÍBETE