Marco Velarde, presidente de Comunes: “Hay que sincerar que esta es una elección importante, porque no tenemos más oportunidades para tener una nueva Constitución”

Marco Velarde, presidente de Comunes

El dirigente -al igual que su par del Partido Comunista, Guillermo Teillier- reconoce que los comicios del próximo 7 de mayo están cuesta arriba para el oficialismo y que hay un crecimiento del Partido Republicano que genera preocupación. "(Sería) un retroceso para nosotros, pero también para la derecha democrática", dice. De todas formas, asegura que están a tiempo de revertir el escenario y que deben actuar con unidad como sector: "Hay que dejar de hablar de dos almas y ser una alianza de gobierno".


La discusión sincerada por el timonel del Partido Comunista (PC), Guillermo Teillier, acerca de un muy posible mal resultado electoral para el oficialismo en el Consejo Constitucional, abrió una etapa de reflexión entre otros presidentes de partido. El jefe de Comunes, Marco Velarde, reconoce una desafección de la ciudadanía respecto del proceso y que un escenario de predominio de consejeros del Partido Republicano es más complejo que uno de mayoría de la derecha más tradicional.

En las últimas semanas ha rondado una sensación más derrotista en el sector respecto del 7 de mayo. ¿Ha faltado sincerar ese debate en el oficialismo? ¿A La Moneda le faltó anticiparse? Algunos han planteado que la campaña informativa llega tarde.

Creo que no estamos tarde para hacer una campaña que informe sobre la votación y también sobre el proceso electoral, pues la gente termina definiendo su voto la última semana. Lo que nos hemos dado cuenta es que existe mucha desinformación sobre el proceso del Consejo Constitucional, e incluso, sobre la Comisión Experta. El gobierno escuchó a sus partidos y está haciendo una campaña. Y lo que hay que sincerar es que esta es una elección importante, porque no tenemos más oportunidades para que la gente quiera tener una nueva Constitución.

Teillier es de los pocos que han sido explícitos en plantear que las condiciones materiales respecto del proceso anterior ya no son las mismas. ¿Qué podría significar una representación mayoritaria de Republicanos?

Estamos a tiempo de plantearnos todos los escenarios para el 7 de mayo: escenarios buenos, escenarios malos. Y es responsable hacerlo, no podemos llegar ‘en pelotas’ a ese día. Y fue planteado -por ejemplo- en el comité político de este lunes. Sea cual sea el resultado, vamos a requerir unidad. Unidad para disputar en el Consejo Constitucional, y unidad para sostener este gobierno. Si bien estamos viendo en la campaña un avance del Partido Republicano, el cual -además- ha tensionado a Chile Vamos hacia posiciones más extremas y menos dialogantes, yo creo que todavía vemos un escenario abierto donde Unidad para Chile pueda posicionarse como el pacto más votado.

¿Se ha instruido un mayor despliegue en terreno en la última milla de la campaña?

Tenemos que reencantar a la gente que quiere cambios, que votó Apruebo y que votó por el Presidente Boric. Eso requiere esfuerzo territorial, que las candidaturas crezcan, que la militancia se active más, golpear más puertas, activar la red de apoderados para el día de la elección. Las candidaturas de la derecha son las más apoyadas económicamente, tenemos que redoblar esfuerzos.

¿Qué tan costoso sería para la gobernabilidad y para los sectores oficialistas una nueva derrota? Se ha dicho que más allá de la composición del consejo se juega la hegemonía del ciclo político.

Yo no quiero renunciar a que podamos ganar la elección. Pero hay que advertir que un avance del Partido Republicano en las elecciones es un retroceso para nosotros, pero también para la derecha democrática. Cuando ganan los republicanos también retroceden la UDI, RN, pero quienes más retroceden son quienes quieren llegar a acuerdos democráticos por mejorar la vida cotidiana de los chilenos. Por ejemplo, solo se pudo conseguir las 40 horas en un acuerdo social amplio entre el gobierno, los trabajadores, pero también los empresarios. Así avanzó -también- el sueldo mínimo. Ese tipo de acuerdos, la democracia, el diálogo están en peligro si el día de mañana la extrema derecha gana esta elección, se toma el Consejo Constitucional y la agenda política.

¿Qué estrategia se debe adoptar en las últimas semanas?

Primero, hay que entender que no estamos en las mismas condiciones sociales que las que había en la elección del 2021. La primera estrategia para poder ganar una mayoría en el Consejo Constitucional era, evidentemente, ir en lista única. Con listas separadas, perdemos posiciones, perdemos la oportunidad de haber obtenido una mayoría. Ahí hay una primera cuestión que yo creo que frente a dos semanas de una elección, en la cual hay harto riesgo de que gane una derecha antidemocrática, tenemos que discutir más los partidos para que sean las listas y quienes vayan encabezando y tengan mejores oportunidades de ganar los que sean apoyados por el resto.

¿Qué va a implicar para el proyecto político del Presidente Gabriel Boric y sus coaliciones tener un mal desempeño electoral?

Hay que entender bastante lo que la ciudadanía diga el 7 de mayo, atender lo que dice la ciudadanía. Por eso creo que hay que prepararse y tener una respuesta en cualquier escenario. Si uno mira cualquier encuesta, cualquiera que se haga, la sociedad chilena primero quiere cambios. Entonces, las cosas que prometimos tienen que empezar a suceder pronto: hay que acabar con los abusos, hay que condonar el CAE, hay que avanzar hacia un sistema que aumenten las pensiones. En segundo lugar, hay que fortalecer aún más la unidad, ya hay que dejar de hablar de dos almas y ser una alianza de gobierno. Y se está trabajando en ello, pero ya no hay tiempo que perder.

Con un escenario un tanto pesimista, ¿qué ocurriría si el Consejo se ‘derechiza’ finalmente y las ideas que quedan ahí plasmadas se distancian de los planteamientos oficialistas?

Nuestra disputa en el Consejo Constitucional es que esta Constitución sea nueva, pero que mejore las condiciones de vida de todos los chilenos. En ese sentido, hay que avanzar hacia una Constitución que consagre derechos sociales. Si, por el contrario, reafirma el Estado subsidiario, constitucionaliza las isapres, las AFP, sin duda que nos vamos a oponer a eso. No vamos a escribir una Constitución sólo porque sea nueva, queremos una que le sirva al Chile del siglo XXI, que mire de cara los problemas que tienen en el día a día las chilenas y los chilenos. Nosotros evidentemente vamos a ir constantemente evaluando el proceso.

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