No es la primera vez: Loomis y Prosegur fueron acusadas de colusión en España y recibieron multa de 46,44 millones de euros

No es la primera vez: Loomis y Prosegur fueron acusadas de colusión en España y recibieron multa de 46,44 millones de euros

La resolución del regulador hispano daba cuenta de que ambas compañías utilizaron diversas estrategias para repartirse el mercado.


En 2015 una denuncia anónima advertía a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia de España, la CNMC, de irregularidades en el mercado de transporte de valores. Se abría entonces una investigación que un año más tarde conduciría a la imposición de una multa de 46,44 millones de euros en contra de Prosegur y Loomis, las mismas que junto a Brink’s protagonizan en Chile el más reciente caso de colusión.

Entre 2008 y 2015, “estas empresas se han repartido el mercado, han acordado precios y se han intercambiado información comercial sensible durante 7 años para el transporte y manipulación de fondos que, según la normativa vigente, deben realizar empresas de seguridad privada autorizadas”, se lee en el comunicado del 16 de noviembre de 2016 de la española CNMC, donde detalló la resolución.

Las practicas anticompetitivas, que significaron específicamente una multa de 39,4 millones de euros para la local Prosegur y de 7 millones de euros para la sueca, constaban de “un reparto de servicios de clientes estratégicos, en la mayoría de los casos de los lotes en los que se dividen los contratos puestos en licitación, y, por otro lado, un reparto de clientes a través de la preservación de los servicios a favor de una de las empresas, usando para ello de manera abusiva e injustificada la figura de la subcontratación”, relataba en ese momento la CNMC.

La denuncia anónima, que apuntó específicamente a las sospechas en torno a dos concursos para la recogida, transporte y custodia de fondos del Grupo Correos, resultó clave para detectar la conducta criminal. Fue tras este llamado de atención, que los “inspectores de la CNMC realizaron inspecciones en las sedes de Prosegur y Loomis con el objeto de verificar los hechos investigados”.

En ese proceso quedaron al descubierto varias “estrategias de las partes para repartirse el mercado”, las que fueron protagonizadas por los directivos Juan Miguel Mata Montejo de Loomis y José Luis Illana Garcia de Prosegur, quienes también fueron multados con 16.000 euros y 36.000 euros, respectivamente. Esta última, figuraba como la sanción más alta de este tipo, para ese entonces.

El comportamiento delictivo quedó evidenciado, según informó el regulador, en correos electrónico y, además, “en la actitud adoptada” por ambas firmas, la cual denotaba “la existencia de un acuerdo previo, o cuanto menos de una concertación de actuaciones de cara a respetar la posición del rival en el mercado”.

En ese entonces, las firmas se configuraban como un duopolio en el mercado de transporte de valores que se veía reforzada con la colusión. Consiguieron “eliminar la presión competitiva entre ellas, preservar y mantener prácticamente inalterada su posición relativa en el mercado durante un prolongado periodo de tiempo, y ha impedido la entrada o expansión de nuevos competidores”, detalló el regulador hispano.

Estado actual de las compañías

Aunque parecía ser historia antigua, hoy ambas multinacionales protagonizan por estas latitudes un nuevo caso de colusión. El nuevo proceso las encuentra en un año en el que conseguirían aumentar sus ingresos.

En el caso de Prosegur, de acuerdo a los datos recopilados por Bloomberg, consiguió dividendos de US$ 1.721 millones en 2020, los que crecerían 3,1% en el presente ejercicio, hasta US$ 1.774 millones, un aumento de 3,1%. Los datos del año pasa muestran que el principal negocio de la firma está en América Latina, donde obtuvo 64,5% de sus ingresos.

El panorama mejoraría aún más en 2021 para Loomis, que obtendría dividendos de US$ 2.291 millones, lo que representa un incremento de 11,7%, en relación a los US$ 2.050 millones del año pasado. En este caso, Bloomberg no da cuenta de la segmentación geográfica de la empresa sueca.

En tanto, la estadounidense Brink’s, que sí tiene un papel importante en el caso que se investiga en Chile, es la más grande de las tres. En 2020 anotó ingresos de US$ 3.690 millones, mientras que para 2021 se estiman US$ 4.187 millones, un salto de 13,5%. El año pasado sus dividendos provinieron principalmente de Norte América, que acaparó el 34,2% del total. En segundo lugar queda América Latina, con el 29% y un poco más atrás está Europa con 20,4%.

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