Turismo Covid: el desordenado miércoles migratorio en La Moneda que opacó al primer millón de vacunados
Con medio Palacio de La Moneda de vacaciones -el Presidente y varios ministros y funcionarios clave, aunque con el celular a la mano- fue cosa de horas para que el gobierno cometiera un error inocultable al descoordinarse en comunicar medidas ante el llamado “turismo sanitario”. Esto es más o menos lo que ocurrió.

Bastó una declaración de un ministro experimentado, como el canciller Andrés Allamand, para que se desatara una polémica que obligó a al menos cuatro rectificaciones públicas sucesivas y una lluvia de críticas que borraron los aplausos de la noche anterior por el primer millón de vacunados. Tan inoportuno como opacar ese triunfo del gobierno, advierten algunas voces del Ejecutivo, fue la confusión de aparecer negándoles la inmunización a los inmigrantes irregulares cuando precisamente ese frente también está candente con todo lo que ocurre en Colchane.
La trastienda que se ha podido reconstruir hasta ahora indica lo siguiente. Esto comenzó la noche del martes, cuando a las 21.25 el noticiario central de Mega divulgó el reportaje de la TV peruana que detallaba que había agencias de turismo que vendían paquetes para viajar a vacunarse a Chile. El gobierno ya estaba pendiente del tema a raíz de otras señales al menos desde el fin de semana, como diría después el ministro Rodrigo Delgado (Interior), pero este último dato disparó las alarmas.
Una de las cosas que más preocuparon a Presidencia es que se deslizaba que el Mandatario había realizado una gran compra de vacunas, para así promover el turismo en el país. “Un plan de activación económica que incluye la vacunación de turistas extranjeros”, decía la reportera peruana. Esa misma noche el ministro Enrique Paris (Salud) se enteró de los detalles gracias al brief de prensa que le llega al gabinete.
Durante esa noche del martes, y temprano durante el miércoles, la determinación fue que Salud precisara, en una resolución, los alcances de la vacunación, pues en la información oficial difundida en un inicio por el gobierno, una de las gráficas difundidas en las cuentas oficiales establecía que “todos los extranjeros que estén en Chile, independiente de si son o no residentes, o si están solo de paso por Chile, pueden vacunarse”.
En la mañana del miércoles -a una hora que no ha podido ser precisada- Paris firmó la resolución exenta Nº 136, que complementaba la 1.138 del 24 de diciembre pasado, luego de un ir y venir de revisiones en Palacio. El punto 2 del texto precisa que se debe vacunar a la población objetivo que vive en Chile, siendo esta “aquella que tiene la nacionalidad chilena, permanencia definitiva, visa de residente, visa de estudiante o visa sujeta a contrato, o quienes cuenten con una solicitud de visa temporal o definitiva ingresada a trámite, excluyendo a aquellos que están transitoriamente en el país exclusivamente con visa de turista”.
Esa misma mañana volaban a Santiago -de regreso de Colchane- los ministros Delgado y Allamand. Antes de despegar ya sabían del reportaje peruano, así que lo habrían comentado, sugiere una versión, durante el vuelo. Paralelamente, circularon las fotos de filas de venezolanos envueltos en overoles blancos esperando abordar el avión con que se les expulsaba del país por no tener papeles al día. Si la noche anterior hasta voces de la oposición aplaudían la meta del primer millón de vacunados, esta imagen provocó críticas muy duras.
Allamand se consiguió por sus medios la resolución del Minsal, y al llegar a Santiago decidió intervenir. En Cancillería explican que tuvo una razón de peso: salir a cortar de inmediato el temor de algunos de que el reportaje peruano provocara otra ola de ingresos al país en el momento menos indicado. Optó por partir a La Moneda. Es usual que algunos ministros prefieran hacer sus vocerías allí, porque les queda cerca y les da una inmejorable vitrina.
La decisión de hacer ese punto de prensa, que luego costaría caro, no la consultó. No tenía a quién, apunta una versión. Parte de la población de Palacio está de vacaciones, como el Presidente Piñera, el ministro vocero, Jaime Bellolio; el de Segpres, Juan José Ossa, y parte de la Secretaría de Comunicaciones, Secom. Es cosa de llegar y pedir a los equipos de producción de La Moneda que dispongan los micrófonos y la amplificación.
Allamand tampoco habló antes con el ministro Paris. Pero de acuerdo a algunas versiones, sí tomó una precaución. Con la resolución exenta Nº 136 en la mano, le consultó a Salud, Interior y al Departamento de Extranjería los alcances del punto 2 del documento. Las versiones levantadas hasta ahora no permiten precisar si lo habló, a falta de Paris, con la subsecretaria Paula Daza (hija de Pedro Daza, uno de los fundadores de RN cuando el canciller hacía sus primeras armas en política). Tampoco si lo hizo o no con el mismo Delgado y con el jefe de Extranjería, Álvaro Bellolio.
El asunto es que ahí puede haberse generado el error de fondo. De acuerdo a una versión de gobierno, el canciller recibió de vuelta explicaciones, pero ninguna de las personas consultadas le habría hecho ver que debido a un decreto de 2016, hasta los migrantes que están de forma irregular en Chile tienen derecho a vacunarse, porque son Fonasa A.
Se trata del Decreto Supremo N° 67, publicado en 2016 bajo el mandato de Michelle Bachelet, que detalla que todas las personas con situación migratoria irregular son afiliados a Fonasa A de manera automática. Así, y como han detallado los expertos, esto ha permitido que puedan ser inoculados en otras campañas, como la influenza.
En Cancillería insisten en que si a Allamand le hubiesen advertido eso, él jamás habría dicho lo que dijo en ese punto de prensa del mediodía. Que “no van a tener derecho a vacunarse en Chile los extranjeros que estén en el país con una visa de turista. Tampoco van a tener derecho los extranjeros que estén como turistas pero que vengan de algún país a los que no se les exige visa y, en tercer lugar, tampoco van a poder vacunarse los extranjeros que estén en el país en una situación irregular, pero que no hayan iniciado los trámites de solicitud de una visa temporal o definitiva”.
Como se sabe, lo que vino después fue una crítica amplia en que el Colegio Médico y diversas voces cuestionaron tal anuncio. Primero, porque el mismo Paris había dicho antes que todos los extranjeros se podían vacunar sin restricciones; segundo, porque sonaba discriminatorio, y tercero, quizás más importante, que si eso se hacía, entonces de qué servía vacunar a millones de chilenos si se corría el riesgo de que el virus siguiera propagándose entre los extranjeros excluidos.
La discusión tiene un punto eso sí: hay voces en el gobierno que reconocen que la resolución exenta Nº 136 quedó con una redacción confusa o poco clara.
Como sea, después vino lo que toca en estos casos: salir a contener y enmendar. Después de lo ocurrido, el canciller sí llamó a Paris. Por lo que comentan en el gobierno, lo habría hecho algo alarmado. El jefe del Minsal le dijo que lo mejor era que lo aclararan con calma y sin apresurarse dar otra versión para enmendar, que era lo que algunos le recomendaban. Pensaban que por mucha crítica en redes sociales, el grueso de la gente no había leído la resolución.
Hasta ahora las versiones dicen que los dos no discutieron ni pelearon. Pero un conocido de Paris hace ver que debió haberse puesto más firme ante el canciller.
En el gobierno varias voces han comentado que Allamand “se pasó tres pueblos” y se apresuró sin medir consecuencias. Otras hacen ver que la descoordinación e improvisación que obligaron después a corregir algo tuvo que ver con un gobierno que está en período de vacaciones. Y otras, que la culpa no fue de él, sino de sus interlocutores que no le advirtieron a tiempo.
Lo claro es que en RR.EE. saben que, por las causas que hayan sido, el ministro quedó ante la opinión pública como protagonista de un tropiezo a estadio lleno.
En el resto de la tarde hubo diversas conversaciones entre Cancillería, Interior, Extranjería y Salud. Se sabe también que intervino el Presidente Piñera y que él y Allamand conversaron sobre lo ocurrido, pero que no habría habido un reto de aquellos de alto calibre que a veces Piñera les dirige a sus ministros cuando han errado. También hay trascendidos de que el canciller pudo haberle representado su molestia a algunas de las personas con las que consultó por la resolución.
El resto es conocido. Hoy en la mañana Allamand salió a precisar sus palabras en dos entrevistas radiales. En la mañana también lo hizo Bellolio en Radio Sonar, a subrayar lo mismo que dicen que no le dijeron al canciller: que “los migrantes que están de forma irregular en Chile son Fonasa A, por lo tanto ellos tienen acceso a la vacunación”.
Daza y Paris también lo hicieron, con un tono benevolente con Allamand. Y también Delgado, a primera hora de la tarde contó que “esa es una alarma que se encendió, lo conversé directamente con el Presidente, le manifesté mi preocupación al respecto. El Presidente tomó nota, me encargó al otro día poder tener |una reunión al respecto. Se hicieron varias reuniones con el objetivo de poder determinar la postura con respecto a lo que se ha determinado el “turismo de vacuna”. Y la postura del gobierno fuer clara: no vamos a permitir el turismo de vacuna”.
Pero también Delgado hizo ver que “el canciller abrió un tema que tampoco había sido muy discutido”. La gente de Allamand, consultada por este punto asegura que no creen que ni él ni nadie del gobierno quieren cuestionarlo con otras intenciones.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.
4.