Educación

Bioquímica chilena crea una app que sube las notas en 31% y baja la reprobación en carreras científicas

"El talento es universal, pero las oportunidades no", asegura la fundadora de la plataforma chilena que, en sus primeras pruebas, mostró resultados alentadores: mejorar las calificaciones de estudiantes de ocho carreras como automatización, robótica, ingeniería en minas, técnico en minas, entre otros.

Aumentar las calificaciones en asignaturas como física o química, dentro del área de carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), es uno de los desafíos diarios que enfrentan cientos de estudiantes de universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica en Chile y el mundo. Frente a este escenario, Komal Dadlani, bioquímica de la Universidad de Chile, se propuso una segunda meta: reducir la tasa de reprobación.

Con estos objetivos en mente, la CEO de Lab4U, startup que busca democratizar la educación científica a través del desarrollo de laboratorios de bolsillo mediante el uso del celular, golpeó la puerta de Inacap para probar una nueva variante de su proyecto educativo nacido en 2013.

En conversación con el programa Hub Emprende de Radio Duna, Dadlani detalló los resultados obtenidos y, de paso, abordó las complejidades que enfrentó al emprender en el mundo educativo y científico.

La app chilena que sube las notas en 31% y baja la reprobación en carreras científicas

Para quienes no conocen Lab4U, ¿Cuál es el propósito de esta startup y cómo ha crecido en los últimos años?

Lab4U nace con una misión social de democratizar la educación STEM, por sus siglas en inglés -Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática- para que todas, todos puedan tener este laboratorio con capacidades computacionales que tiene el celular y que los estudiantes puedan aprender a través de la experimentación y aprender haciendo. Creemos que el talento es universal, pero las oportunidades no. Por eso queremos darle oportunidades a todas y todos porque la próxima gran ingeniera o el próximo gran científico puede estar en cualquier parte de Chile y el mundo y para nosotros muy importante empoderar a las jóvenes y los jóvenes por las carreras STEM.

¿Por qué enseñar ciencia a través de un celular puede ser más transformador que hacerlo de forma tradicional en un laboratorio?

Cuando partimos Lab4U, estaba estudiando bioquímica en la Universidad de Chile, esto fue como mis últimos años en la carrera, haciendo mi magíster y mi tesis, y gran parte de mi educación científica, en los primeros años, en el colegio y en los primeros años de la universidad, era muy teórico, poco práctico. Donde más aprendí ciencia fue cuando estaba experimentando y viviendo la ciencia a través del aprender haciendo en el laboratorio, calculando concentración y realmente equivocándome. Y aprendiendo a través de la experimentación, y si uno ve después la evidencia pedagógica y lo que llamamos Pedagogy Based Evidence, evidencia basada en pedagogía, uno ve que a través de la indagación, a través de la experimentación, uno logra mejores aprendizajes perdurables en ciencia.

Es distinto que yo en la pizarra diga: F = M x A, que tú puedas hacer un experimento y puedas entender la relación entre la Fuerza, la Masa y la Aceleración. Entonces va por ahí la importancia de la experimentación. ¿Qué es lo que pasa en Latinoamérica? Más del 80% de los colegios en Latinoamérica no tienen laboratorios.

Entonces cuando partimos Lab4U, partimos con esta idea de democratizar la educación científica en los colegios y llevar estos laboratorios a través de una tecnología que es bastante cercana a los jóvenes, especialmente en enseñanza media, que son los celulares. Sabemos que tenemos mucho debate alrededor del uso del celular en la sala de clases, pero dijimos: ‘cómo le podemos dar un uso positivo, no a través de las redes sociales, que no estamos a favor de, sino que a través de una herramienta de aprendizaje donde la tecnología es un medio, no es el fin’. Entonces, cómo utilizar los sensores del celular, la cámara, el giróscopo, el acelerómetro para realizar experimentos de física, química y biología.

Y a lo largo de los años nos dimos cuenta que el problema de la educación y de la pedagogía y del aprendizaje no solamente está en los colegios, sino que también se arrastra a la educación superior, que es donde hoy día también estamos agregando valor.

¿A qué se enfrenta a una persona cuando va a usar esta herramienta? ¿Qué hace?

Imagínense un Duolingo de la ciencia. Son actividades experimentales que, por ejemplo, utilizan el sonómetro del celular (…) entonces con un instrumento musical puedes emitir ciertas notas y con el sonómetro vas viendo la intensidad y la frecuencia. Y vas entendiendo cómo cambia la intensidad y la frecuencia y cuál es la relación que existe la física con el sonido. Un ejemplo: el acelerómetro del celular, que normalmente se utiliza para juegos y navegación, pero no para la educación científica, entonces nosotros le dimos ese uso para que puedan aprender a experimentar y entender la diferencia entre los conceptos. O la cámara del celular, lo utilizamos para calcular concentración con nuestra tecnología patentada que es un colorímetro digital que utiliza computación visual en donde ponemos soluciones de distinta concentración, sacamos una imagen, se analiza por colorimetría la imagen y se calcula la concentración de una solución líquida desconocida.

Cómo aterrizan el uso de la Inteligencia Artificial en el ámbito de la educación. ¿Qué errores se están cometiendo al momento de implementarla?

Aquí hay un debate muy grande. Para nosotros, la inteligencia artificial ha sido una gran herramienta para poder realmente aumentar la capacidad computacional de nuestras soluciones. Y te doy un ejemplo. Nosotros, pre-mundo IA, pre-LLM (Modelos de Lenguaje Grande), nosotros teníamos 200 laboratorios prediseñados que curamos, que validamos, tenemos una base de datos, tenemos nuestras herramientas experimentales, etcétera.

Con inteligencia artificial, siendo muy cuidadosos, no solo en el prompt, en la base de datos, en cómo estamos ‘seteando’ nosotros nuestros experimentos desde lo pedagógico, desde lo metodológico y desde la información, hemos podido crear ilimitados experimentos con nuestras herramientas preexistentes. Tomamos nuestros 200 laboratorios, tomamos todas nuestras herramientas existentes y las conectamos con las distintas APIs de los LLMs y logramos maximizar el aprendizaje y el potencial de lo que ya estábamos desarrollando de forma ilimitada. Y ahora entrando a educación superior, para cualquier carrera STEM. Por ejemplo, si es una ingeniería en minas o un técnico en energía, para cualquier carrera hoy día logramos contextualizar los distintos experimentos para que podamos lograr el aprendizaje y la motivación de los estudiantes.

¿Qué resultados han tenido, por ejemplo, al implementar esta solución con Inacap?

Inacap fue un gran visionario. El liderazgo de Inacap y todo el equipo permitió que se subieran a la ola de la inteligencia artificial rápidamente y empezaron a innovar. Nos dijeron: ‘¿Quieren probar acá?’ O sea, fueron innovadores. Recién habíamos aplicado para un nuevo producto y un nuevo desarrollo con inteligencia artificial para educación técnica y educación universitaria, e Inacap nos abrió las puertas y nos dijo: ‘vengan a innovar junto a nosotros’. Fue arriesgado, pero fíjate el valor de tomar este riesgo.

Como una institución de Arica, Punta Arenas, todos los centros que tienen 100.000 estudiantes, estamos hablando un riesgo no menor. Hicimos un piloto, con 250 estudiantes de carreras STEM como automatización, robótica, ingeniería en minas, técnico en minas, energía, física mecánica, ocho carreras… ¿Y qué observamos con este piloto? Habíamos integrado una nueva solución con inteligencia artificial, llevamos la historia de todos los años desarrollando soluciones educativas con alto impacto en liceos y en colegios.

Lo probamos en Inacap y fíjate lo que pasó: un grupo sin Lab4U, un grupo con Lab4U. Aumentamos las notas en un 31% y, muy importante, disminuimos las tasas de reprobación. Y eso es muy importante para la retención de los estudiantes, porque ¿qué es lo que está pasando y qué pasó también en la pandemia? Tuvimos aprendizajes disminuidos de los jóvenes, entonces cuando están llegando hoy día a la universidad, llegan sin la preparación necesaria para poder dar ese salto en las carreras STEM. Baja en matemáticas, baja en física, baja en química, y nosotros estamos ayudando a elevar esos resultados y a mejorar esos aprendizajes.

La CEO y fundadora de Lab4U, Komal Dadlani, participó en el Demo Day de Morgan Stanley.

¿Te costó siendo mujer en la ciencia avanzar en este proyecto?

Yo creo que hay momentos en que te das cuenta. Te haces la pregunta: ¿Será porque soy mujer que no me está yendo igual de bien que mis contrapartes? Y hoy día, que han pasado varios años, he decidido pensar que no es por el género, pero he decidido pensar porque los números dicen otra cosa, 2,7% del venture capital money va a mujeres, si uno ve las empresas lideradas por mujeres son muy pocas, especialmente en STEM, si uno ve las portadas de los distintos periódicos y los podcast, los emprendedores son la mayoría hombres, especialmente en STEM. Los números dicen otra cosa.

Pero la historia que yo me quiero contar, la historia que yo me estoy contando, es que aquí es mi propuesta valor y sin importar lo que diga el ecosistema, yo voy a agregar valor a mis clientes, a mis usuarios y eso debería hablar por sí solo. Entonces, sí los números hablan lo que ya sabemos, pero no deberíamos dejar que las mujeres piensen eso para no detenerlas a seguir soñando y seguir creando. Hoy día estoy en la mesa con el Ministerio de Ciencia trabajando en el tema de género, visibilizando a más mujeres para que puedan ver que si tienes algo de valor, como decimos, no muy formalmente, ‘vos dale’, tienes que darle no más.

Entonces, los números dicen una cosa y especialmente en STEM, nosotros estamos trabajando en distintos programas de STEM y género con varios aliados estratégicos como BHP, Escondida BHP, SQM, que están mejorando el número de mujeres en minería, en las carreras técnicas. Y creo que hay un esfuerzo colectivo que tenemos que hacer, pero la historia que nos tenemos que contar es que no importa si eres hombre o mujer, mereces estar en las mesas indicadas, mereces levantar el capital necesario para sacar adelante estos proyectos y tener el impacto que quieras tener.

Hablabas de aprendizajes. ¿Qué importancia tiene el fracaso para hacer que un emprendimiento crezca y por otro lado que los ‘no’ dejen de ser motivo de desánimo?

Es muy importante que cada emprendedor, cada founder, cada CEO, entienda dónde está parado, entienda cuál es su realidad, cuál es su mercado, cuál es su propuesta de valor, cuál es realmente el problema que está desarrollando y cuáles son las potencialidades que tiene para implementar esta solución en cualquiera sea la industria.

Creo que hay un sueño ilusorio de quienes piensan: ‘me voy a meter en el mundo de las startups y voy a ser un unicornio’. Hay más animales que unicornios. Puedes ser una cebra, tú puedes ser una gacela, puedes ser sostenible financieramente y también tener impacto en la sociedad, no necesariamente ser un unicornio. Entonces algo que nos dimos cuenta en los años que llevamos, es entender realmente quiénes somos. Y somos una startup social que trabaja en educación y tenemos un modelo social.

Lo importante es que seamos sostenibles. Hoy día yo puedo decir, genial por todos esos unicornios, pero mi objetivo es agregar valor a nuestros estudiantes, a nuestros profesores, a nuestros clientes, que vean que lo que están pagando tiene un impacto y tiene un retorno de inversión y tiene un retorno de impacto. Yo creo mucho en el ROI como Return of Investment, pero Return of Impact. Si tú tienes esas dos cosas, para mí estás bien encaminado, pero si no y estás forzando la entrada de un producto digital, algo que no tiene sentido, obvio que te va a ir mal.

Y diría que el mercado para Latinoamérica, para la biotech, para la health tech y para la head tech no está en el nivel de madurez que está en otros lugares, por varias razones: por la capacidad de compra, por el sistema de políticas públicas. Es multifactorial este tema. Si quiero innovar en health tech tengo que entender las barreras de salud, si quiero innovar en biotech voy a poder invertir los millones de dólares que necesito o voy a tener que salir (del país). Entonces entender muy bien dónde estamos creo que fue muy importante para todos esos aprendizajes.

El Valle de la Muerte por el que atravesó Lab4U fue de siete años. ¿Cómo eso no logró desincentivar este proyecto y cómo lograste sobrellevar este periodo que se espera que sea lo más corto posible?

Sí, para mí esa es una respuesta rápida, porque yo estaba muy segura de lo que estábamos haciendo. Confiaba mucho en el impacto que estábamos teniendo, porque lo estaba viendo, lo estaba vivenciando, había evidencia empírica de lo que estábamos haciendo. Yo pasé tiempo en los colegios, pasaba tiempo con los profesores, con los estudiantes, y entonces, como creía mucho en el impacto que estábamos teniendo, mi hipótesis es que tiene que haber una manera de que esto salga adelante.

A tu juicio, ¿Qué tan complejo es emprender en ciencia?

Cuando partí a los 23 o 24 años, era bastante ingenua. Imagínense una niña en un laboratorio, bastante ingenua, realizando algunos experimentos y probando algunas cosas, recién aprendiendo el mundo de las startups. Quedamos en Startup Chile, que fue un gran aprendizaje, pero yo no sabía nada de las startups, del venture capital, de los angel investors. O sea, fue una entrada a un mundo nuevo, apasionados por la tecnología y apasionados por la ciencia, la experimentación, la investigación, pero sabíamos muy poco de cómo escalar estos negocios y cómo escalar la tecnología. Y para mí, después de ya varios años, entiendo que no hay que meter en el mismo saco lo que es educación, salud, con lo que normalmente conocemos como estas startups más tradicionales. B2B, SaaS o la fintech, etcétera, porque los tiempos de desarrollo o las biotech, en health tech, biotech, edtech, los tiempos de desarrollo son mucho más largos. Necesitas una validación experimental, en el caso de biotech o en el caso de health tech, estás hablando de la salud de las personas, estás hablando ya sea en cualquier industria de biotech, en educación, estás hablando de la educación de los jóvenes, de los niños, del aprendizaje. Entonces tiene que ser muy juicioso y muy cuidadoso con evidencia.

Nosotros hicimos alianzas con universidades, con la Universidad de Chile, para investigar el impacto y vimos aumentos del aprendizaje y motivación en las niñas, más que en niños, en pre-test y post-test que publicamos con el Banco Interamericano del Desarrollo (BID). Hicimos alianzas para tener un grupo control y un grupo tratamiento, así como las vacunas, tú tienes un grupo control y un grupo tratamiento.

Nosotros tuvimos colegios con Lab4u y colegios sin Lab4u, estudiantes con Lab4u, estudiantes sin Lab4u y vimos cómo aumenta el aprendizaje, la autopercepción y, muy importante, el interés por carreras STEM -que muchos jóvenes no tienen- y el autoconcepto, muy importante también para las mujeres que pierden este interés por las carreras STEM, como sabemos, hay evidencia al respecto, donde podamos lograr este autoconcepto donde si yo creo que sé, y que si yo creo que puedo, me voy a motivar más. Entonces nosotros logramos identificar estas variables y tener impacto en estas variables teniendo este grupo control y grupo tratamiento.

Entonces se requiere un mayor tiempo para poder validar no solamente el modelo, la escalabilidad y todo el tema, sino que también la solución y la propuesta de valor.

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