Cristiano Ronaldo protagonizó una insólita incidencia durante el partido en que el Real Madrid goleó a Deportivo La Coruña. El astro fue una de las figuras del partido, pero tuvo que abandonar la cancha a seis minutos del final, pues, después del sexto gol merengue, recibió un golpe que le produjo un golpe cerca de la ceja izquierda.

Preocupado por las consecuencias del impacto, y sobre todo al percibir que su rostro estaba ensangrentado, CR7 le pidió a un miembro del cuerpo médico madridista que le facilitara un teléfono móvil para verificar la magnitud de la herida que había sufrido.

Después de la salida del luso, el Real Madrid terminó el partido con diez jugadores pues no tenía cambios disponibles.