El método Delmónaco: las estrategias de la sicóloga que llega a la U para espantar el fantasma del descenso

Carolina Delmónaco, en la época en que trabajaba en Audax Italiano
Carolina Delmónaco, en la época en que trabajaba en Audax Italiano.

La profesional ya está desarrollando sus labores en el club laico. Partió por generarse un plano general de la institución para, luego, enfocarse en la tarea más importante: fortalecer anímicamente a los jugadores. Quienes conocieron su labor, en el fútbol y en el hockey, avalan su capacidad.



Carolina Delmónaco es el nuevo fichaje de Universidad de Chile. Su contratación es tan importante o más que la cualquier futbolista. Los azules pasan por momentos de apremio. Nuevamente están en la parte de abajo de la tabla de posiciones y la proyección es preocupante: si se mantiene la tendencia, otra tendrán problemas con el descenso, tal como en la temporada anterior, cuando estuvieron a minutos de perder la categoría por segunda oportunidad en su historia. Delmónaco, por cierto, no convierte goles ni los evita. Su misión será otra: como sicóloga deportiva, tendrá que intervenir al plantel estudiantil para fortalecerlo de cara a meses decisivos en los planos futbolísticos e institucional. Su aporte será clave para intentar evitar una debacle. Desde el lunes, la profesional está yendo diariamente en La Cisterna. Su trabajo ha caído bien en el plantel: no es invasiva, respeta los espacios y no ahoga a los jugadores con mucha información.

La profesional ha desarrollado una carrera extensa en el deporte formativo y de alto rendimiento. En Audax Italiano, por ejemplo, asesoró en ambos planos. En Las Diablas, la selección chilena femenina de hockey sobre césped, jugó un rol relevante en la campaña que derivó en la histórica clasificación al Mundial de la especialidad, sobre todo en la generación de un grupo compacto, que reflejaba permanentemente la unidad que habían consolidado, en parte, gracias a las estrategias que desarrolló Delmónaco, en un trabajo férreamente vinculado con el del cuerpo técnico encabezado por Sergio ‘Cachito’ Vigil.

Levantar a una U decaída será el foco del trabajo de Delmónaco (Foto: Agenciauno)

Su tarea vista desde dentro

Tres visiones del trabajo de Delmónaco dan cuenta de su competencia para enfrentar el crítico momento por el que atraviesan los estudiantiles. Lorenzo Antillo, ex presidente del club floridano, avala absolutamente la contratación. “Carolina trabajó con nosotros por mucho tiempo, también en el fútbol joven, por lo que conocía perfectamente el club”, dice el ex dirigente audino, dando la primera pista de la estrategia que emplea la profesional: empaparse profundamente de la convivencia interna de las instituciones en las que trabaja. De hecho, en sus primeras horas en el CDA sostuvo diversas reuniones con los estamentos del club laico para empezar a conocer el ambiente en que se iba a desenvolver.

En La Florida dan cuenta de esa situación. Y, ciertamente, llenan de elogios los resultados de su trabajo. En el club de colonia también le tocó enfrentar una situación angustiosa. Como en la U, también tuvo que ayudar a un equipo que estaba en riesgo de descenso. “No podría hablar del método, porque es un tema más técnico, que uno no entiende mucho, pero sí ella trabajaba muy en concordancia con el cuerpo técnico, le daba todas las herramientas para destrabar los problemas, desenvolverse con los jugadores. Hablaba mucho con los jugadores en forma particular, desde el punto de vista de los conflictos que pudiesen tener en la cancha”, profundiza Antillo.

En Las Diablas le tocó vivir momentos menos apremiantes y, finalmente, más felices. Con la Roja del hockey estuvo en los Panamericanos y, ahora último, en el Mundial. En ese lapso, contribuyó decisivamente a construir un equipo sólido y, principalmente, unido. “Llevamos un par de años trabajando con ella, casi tres. Nos acompañó en el proceso hacia el Mundial, en el Panamericano. Y estuvo en el Mundial en Países Bajos. Es una persona cercana, trabaja todas las fortalezas mentales para afrontar los desafíos y torneos y también individual y colectivamente, especialmente en el análisis de los partidos”, resalta Manuela Urroz, una de las referentes del equipo nacional.

Visualización y estrategias

El trabajo de Delmónaco incluye diversas estrategias y herramientas. Una de ellas, por ejemplo, capturó la atención de Urroz. “Durante el último tiempo vimos la visualización antes de cada uno de nuestros desafíos. Se trata de ponerse en el contexto del partido, en las situaciones de juego que se podían dar. También se trabajó después de cada partido en el análisis”, explica la jugadora, dando señales de lo que podría realizar, también, en el atribulado plantel de la U.

Gran parte del éxito de su intervención, dice Urroz, responde también a las características personales de la sicóloga. “El trato es profesional, pero hay una cercanía. Ella tiene mucha energía, motiva con sus palabras, es activa, alegre. Me pongo a pensar en el Mundial y teníamos 10 personas en el staff. Ella cumplía el trabajo en el análisis post partido y en cómo enfrentar el siguiente desafío. Nos ayudó muchísimo”, refuerza. Eso sí, evita proyectar esa tarea con la que afrontará en el equipo universitario. “Es difícil opinar de la U. Son medios muy distintos en desafío y la exposición mediática también lo es. Solo le deseamos lo mejor. Es una persona capaz”, insiste.

Manuela Urroz (izquierda) celebra el gol que le dio la victoria a Chile sobre Sudáfrica en el Mundial de hockey césped.
Manuela Urroz (izquierda) celebra el gol que le dio la victoria a Chile sobre Sudáfrica en el Mundial de hockey césped. (Foto: @FIH_Hockey/Twitter).

Diego Amoroso repasa su rol desde otra perspectiva: la del integrante del cuerpo técnico de Vigil. “A Caro la conocemos hace tres años. Una cosa interesante es trabajó mucho desde el staff hacia las jugadoras. Nos ayudó mucho en el staff a transmitir y a recibir los mensajes de las jugadoras. Su forma de acercamiento fue muy auténtica, abierta, muy humana, espontánea. Eso hace que la jugadora se abra. Crea un vínculo de confianza. Ante el conflicto, lo hace ver de una forma distinta a cómo podría visualizarlo uno. Genera motivación. No es invasiva. Por el contrario, se adapta a todas las circunstancias. Tiene estrategias interesantes, particulares para llegarle al jugador y al grupo”, sostiene.

Un lazo familiar, canciones y dibujos

La cohesión de Las Diablas se reflejaba no solo en el campo. Fuera de ella, sobre todo a través de las redes sociales, las jugadoras mostraban la óptima relación grupal. Amoroso se la atribuye, en gran parte, a la influencia de Delmónaco. “Genera un vínculo, crea una familia, que hace que después, ante la adversidad o la felicidad, se viva de distinta forma. Hemos vivido momentos incómodos como en todo proceso, pero ese vínculo hace que todo sea muy importante”, explica.

La creatividad juega un rol clave. “Dentro de sus formas, ella trabaja mucho sobre la identidad del equipo, del plantel y sobre eso construye muchos objetivos. Hace trabajos grupales. En este Mundial nos entregaron un escudo diseñado por las mismas jugadoras, que tenía todos los elementos que conlleva al equipo de Las Diablas. Eso lo guio Caro. Y también tuvimos nuestra propia canción, al estilo actual. Las chicas fueron capaces de componer una canción que entonaban antes de los partidos. Con eso se sacaban presión. Son herramientas que no son comunes, que son bien particulares”, destaca Amoroso.

Las Diablas, en una actividad ajena al hockey, una muestra del trabajo de Delmónaco.

Esas ideas le permitieron a la profesional superar un límite que suele darse al tratar con deportistas de alto nivel, lo que le puede servir considerablemente en la U. “El rol de sicólogo no es fácil. Muchas veces el jugador es reticente a recibir este tipo de apoyos. Carolina tiene un grado de humildad que le permite llegar bien a los grupos y a las individualidades. En nuestro caso, su aporte nos ayudó muchísimo”, concluye Amoroso.

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