En La Serena, la U se reunió solo para reclamarle a Hermosilla

Sebastián Leyton y Marcelo Cañete, en una disputa aérea.
Sebastián Leyton y Marcelo Cañete, en una disputa aérea. (Foto: Agenciauno)

Un par de remates desde media distancia y poco más fue lo que ofrecieron los azules en su paso por La Serena. Los locales hicieron poco más. Sin embargo, el partido terminó con polémica por la controvertida anulación de un gol para los estudiantiles.



Para Rafael Dudamel y Universidad de Chile, esta semana está marcada por la reunión que sostuvo el técnico de Universidad de Chile con algunos de sus pupilos en pleno confinamiento. Se suponía que el estratega aprovecharía esas juntas para traspasarles información a sus dirigidos que les resultara útil para los próximos compromisos del conjunto laico, pero, al menos de acuerdo a lo que exhibieron los laicos en el encuentro frente a Deportes La Serena, el encuentro en el departamento del estratega en la comuna de Vitacura sirvió de poco. Desde el norte, los laicos volvieron con un pálido empate sin goles y dejando las mismas dudas de siempre, sobre todo por la inconsistencia de su ataque.

El partido terminó con los jugadores universitarios reunidos en torno al juez Ángelo Hermosilla. A tres minutos del final, el juez anuló un gol de tiro libre convertido por Mario Sandoval. El árbitro, quien inicialmente había validado el tanto, terminó accediendo al reclamo de los jugadores granates, quienes argumentaban que no había existido una orden para la ejecución del disparo. La repetición de la falta terminó con un resultado distinto y el 0-0 quedó sentenciado.

Matías Fernández controla el balón en el duelo entre La Serena y la U.
Matías Fernández controla el balón en el duelo entre La Serena y la U. (Foto: Agenciauno)

Las dudas de siempre

De poco, otra vez, sirvieron los insistentes gritos de Dudamel desde el borde del campo de juego. Si bien el primer tiempo mostró a los universitarios intentando adueñarse del protagonismo en el juego, la mayor posesión de balón que tuvieron no se tradujo en profundidad ni menos en llegadas construidas claras. A Marcelo Cañete, el llamado a transformarse en el conductor del conjunto laico, se le vio poco involucrado en el juego. Remató apenas una vez al arco. El peligro para la portería de Zacarías López se generó principalmente desde los pies de Gonzalo Espinoza, quien disparó en tres ocasiones, aunque en una con real peligro: en los 40′, estremeció el horizontal de la portería papayera.

El local, en tanto, tampoco mostraba demasiado. El equipo de Ponce se abocó más a contener a los azules (quienes vistieron de rosado) que a generar ocasiones de riesgo. Apenas un tibio disparo de Matías Fernández y otro igual de inocuo de Chupete Suazo fueron las aproximaciones del dueño de casa. Poco.

Un complemento con más emociones

El segundo tiempo tuvo más emociones. En el inicio, el local estuvo dos veces a punto de romper la paridad. En los 47′. De Paul salvó el cero en su arco frente a una llegada de Alessandro Rizzoli, quien había superado en un mano a mano a Casanova. Tres minutos después, el guardameta respondería otra vez de buena forma ante un disparo de Matías Fernández.

De ahí en más, el partido cayó en un pozo. Ninguna de las escuadras fue capaz de establecer un dominio elocuente sobre su adversario y las llegadas se hicieron escasas.

Las emociones volvieron en el cierre. Simón Contreras estuvo a punto de darles el triunfo a los estudiantiles, con un remate que López contuvo de gran forma. Y luego, llegó el momento más álgido del choque. El del tiro libre de Sandoval que motivó una nueva reunión del plantel azul, esta vez con poco margen a las objeciones: casi todos los dirigidos de Dudamel se fueron encima de Hermosilla, quien terminó transformándose en el inesperado protagonista de la jornada.

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