La "rabia e impotencia" de Carlos Palacios en su buen momento en Brasil

Carlos Palacios, exjugador de Unión Española y volante ofensivo de la selección chilena, debutó en el Inter de Porto Alegre, en un partido válido por el campeonato gaúcho.
Carlos Palacios, en un duelo por el Inter de Porto Alegre.

El ex atacante de Unión Española analiza su paso por el fútbol brasileño. Si bien considera que la experiencia ha sido positiva, admite que le gustaría tener más presencia ofensiva en los colorados.



Carlos Palacios empieza a tomar protagonismo en el Inter de Porto Alegre. El ex delantero de Unión Española suma 30 presencias, considerando el Brasileirao, el torneo Carioca y la Copa Libertadores y comienza a ganarse el reconocimiento de una hinchada que antes aclamó a otros chilenos: Elías Figueroa y Charles Aránguiz. En los últimos cuatro encuentros ha sido titular y, sin ir más lejos, fue distinguido como el mejor extranjero de la última jornada por su actuación en el duelo ante el Flamengo. Su técnico, el uruguayo Diego Aguirre, también lo ha ensalzado.

Sin embargo, Palacios admite, también, su gran deuda: la falta de gol y la sensación que le genera: “Un poco de rabia e impotencia por como se dan las cosas, a veces uno quiere hacer gol o dar una asistencia, pero siempre trato de dar lo mejor para el equipo. Si se tiene que dar el gol en algún momento, se dará; por algunas cosas, el arquero ha salvado en la línea, el defensa también. Esperemos que pronto salga ese gol”, expresa.

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Carlos Palacios, en el Inter de Porto Alegre.

Tranquilidad

En ese contexto, La Joya revela su felicidad. “Me estoy sintiendo muy bien. He trabajado mucho tanto dentro del club como afuera, tratando de mejorar y de ayudar a los compañeros. Por suerte he podido dar un par de asistencias, así que me siento muy feliz por eso, pero creo que lo más importante es ayudar al equipo, tratar de conseguir puntos y quedar más cerca de la clasificación a la Libertadores”, expresa a las plataformas oficiales del club.

Eso sí, agradece el respaldo que ha recibido en la entidad gaúcha. “Me he sentido en casa, muy cómodo. Hay gente que ha trabajado conmigo para sentirme muy cómodo, así que agradecido por ellos y tratando de responderles”, explica.

El atacante llegó al Inter en abril, después de que el club brasileño accediera a pagar la cláusula de salida a Unión Española. La operación involucró el pago de unos US$ 3 millones y los de Independencia se aseguraron el cinco por ciento de las utilidades que se generen por una eventual nueva transferencia.

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