Los dardos del discurso final de Moreno que sacaron ronchas entre los presidentes

FOTO: AILEN DIAZ /AGENCIAUNO

El presidente de la ANFP entregó varias reflexiones el lunes, cuando oficializó su renuncia. Acusó egoísmo, presiones, falta de cooperación e hizo un llamado al autoanálisis para entender el motivo por el cual un "gobierno democráticamente elegido no pudo terminar su período".



El primero en tomar la palabra fue Sebastián Moreno. El Consejo de Presidentes acababa de comenzar y era el timonel del fútbol chileno el que daba el puntapié inicial. Ese día tenía que oficializar su renuncia a la ANFP. Lo hizo, pero no sin antes disparar unos cuantos dardos a quienes considera que le hicieron la vida imposible en Quilín. Sus palabras sacaron varias ronchas, sobre todo en sus principales opositores.

La Tercera le consultó a varios testigos de la cita, entre timoneles de clubes y funcionarios que estuvieron presentes en la reunión, y logró reconstruir buena parte de las reflexiones del discurso de despedida de Moreno, las que se presentan a continuación.

Lo primero que hizo fue saludar a los participantes y agradecerles que accedieran a realizar el primer consejo virtual de la historia de la ANFP, debido al contexto de pandemia que se vive en el mundo.

Tras sus palabras iniciales, comenzó sus descargos. “Quiero iniciar estas palabras entregándoles un dato lapidario. De acuerdo con las encuestas de percepción pública, los dirigentes son por lejos el elemento que los hinchas menos valoran en el marco del fútbol. Según Adimark, mientras a más del 70% de los chilenos les gusta el fútbol, muy pocos valoran nuestra labor. El espectáculo que hemos dado en estos días, francamente no aporta en nada a mejorar esto”, fue su primera consideración.

“Es evidente que estos hechos, recurrentes y cíclicos, perjudican y le hacen mucho daño a la industria. Nunca debemos olvidar que el fútbol tiene una gran importancia social. Un componente que lo hace único. No podemos seguir hundiéndolo por peleas y egoísmos cortoplacistas”, advirtió.

Luego, se excusó en que las consecuencias del estallido social y del actual brote de Covid-19 escapaban de sus manos. “Como sabemos, nuestro país, y no solo el fútbol, fue afectado por dos eventos que estaban mucho más allá del control de este directorio y de mi papel como presidente en particular. En octubre, por cierto, no fue posible ver lo que podía suceder. Al final, unos pocos derrotaron al fútbol”, sostuvo.

Posteriormente, acusó presiones y mal comportamiento de algunos clubes, motivados, según él, por intereses particulares: “Cuando intentábamos desarrollar con normalidad la actividad en los partidos de la liguilla de ascenso y de Copa Chile, algunos llevaron a cabo presiones desmedidas que intentaron golpear en lo más bajo al fútbol. Después, con nuestros campeonatos iniciados, y enfrentando problemas de seguridad, nos encontramos con esta pandemia, que ni el fútbol, ni el gobierno nuestro, ni el de Italia ni el de Estados Unidos, han sido ni fueron capaces de evitar. En definitiva, en un período en donde el fútbol necesitaba por sobre todas las cosas de la unidad, algunos se la negaron sistemáticamente”.

Tras las filosas frases de la primera parte de su alocución, Moreno destacó lo que para él son los logros de su año y medio de gestión, como el fortalecimiento del gobierno corporativo, la transparencia en el control financiero, el desarrollo de la liga femenina, el plan nacional de Fútbol Joven y la implementación del VAR, entre otros. También destacó el compromiso del seleccionador adulto, Reinaldo Rueda.

Después de enumerar sus avances, ratificó su renuncia con las siguientes palabras. “Desde todos los lugares, como hincha, dirigente, presidente de club, secretario general y presidente de la ANFP, siempre quise lo mejor para el fútbol, porque siempre he querido esta actividad. Por eso, con el objetivo de realizar un proceso ordenado y evitar desestabilizar a esta institución y a la industria en general, renuncio a mi cargo de presidente de la ANFP, la que se hará efectiva con posterioridad y sujeto a la elección y asunción de un nuevo directorio, según lo dispuesto en nuestros estatutos, el 30 de julio próximo”, sostuvo.

“Hoy es el momento de ser desinteresado y dar un paso al costado, para potenciar a quienes quieren de verdad el desarrollo del fútbol, a los que han demostrado con el trabajo en sus respectivos clubes, el compromiso con la actividad y con el rol social del fútbol”, agregó.

Tras ello, volvió a lanzar dardos contra los dirigentes que, sin nombrarlos, considera culpables de su abrupta caída: “Renuncio para generar nuevos caminos de entendimiento, pensando en el futuro de la actividad y para que, de una vez por todas, existan señales y acciones concretas para que algunos dejen sus intereses particulares y piensen en la importancia del fútbol en nuestra sociedad. Por eso, agradezco a los clubes que entendieron la importancia de la estabilidad y la gobernabilidad, acogiendo mi solicitud de entrega, en un proceso ordenado, como se lo merece el fútbol chileno”.

Para finalizar, hizo un llamado a la introspección y al autoanálisis sobre los motivos que generaron una de las mayores crisis corporativas que ha vivido la ANFP en lo últimos años. “Es de esperar que el fútbol encuentre sus caminos y vías de entendimiento. Personalmente di todo para intentar solucionar las distintas crisis que nos tocó enfrentar, sin buscar ningún beneficio particular. En ese sentido, solo nos queda a todos realizar los análisis internos para entender por qué un gobierno democráticamente elegido no pudo terminar su período dispuesto en los estatutos. Esperemos que lo avanzado en el fútbol femenino, en el fútbol joven, en las selecciones, en el control financiero de los clubes, en transparencia y buenas prácticas corporativas, no sean abandonados a partir de los nuevos gobiernos que lleguen a la ANFP”, cerró.

Así como muchos presidentes valoraron que diera un paso al costado y no buscara eternizarse en el poder, a varios otros no les gustó el tono de su alocución de despedida. Hizo falta autocrítica y palabras de agradecimiento a sus exdirectores, comentó un timonel que prefiere el anonimato.

Diferencias más, diferencias menos, Moreno ratificó su renuncia, aunque aprovechó la ocasión para repasar a sus ejecutores, mediante un discurso final que no pasó inadvertido.

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