Bruno Salumeria es una fiambrería que, hace un par de años, abrió sus puertas a pasos de la Plaza Las Lilas.

Una que es una verdadera tentación, porque en su vitrina ofrece productos traídos de Francia, Italia, España, Estados Unidos y Argentina, por ejemplo, como mortadela italiana con pistachos, prosciutto o el queso de barra, uno típico argentino, extra cremoso, especial para comer derretido en un sándwich.

Ahora sus dueños, tres mendocinos, Bruno, Emiliano y Ezequiel, acaban de inaugurar un segundo local, en Miguel Claro, donde hay una pequeña terraza.

Ahí puedes comprar para llevar o comer en el lugar sus fiambres y queso elegidos con pinzas, como el salame milano, además de productos de almacén, como harinas y conservas.

Puras tentación que puedes probar en sus picadas, que son tablas como la regionale ($ 17.500 para dos o tres personas), con prosciutto crudo italiano, salame finocchiona, coppa italiana, spianata romana, aceitunas y pan de la casa.

Tentación de sánguches a $ 5.000

Aunque una de las razones más poderosas para visitar Bruno Salumeria son sus sánguches, unos de lujo, porque se preparan con los mismos ingredientes escogidos que ofrecen en local.

Entre ellos está el Carlitos ($ 3.000 con café), un tapadito caliente en pan de molde, relleno con una buena cantidad de quesocheddar, queso de barra y el jamón artesanal, ideal para el desayuno. De todas maneras, puedes pedirlo en cualquier horario.

Otra alternativa es el italianissimo ($ 5.000), con mortadela italiana con pistachos, y queso gorgonzola en pan de focaccia, o el nacional ($ 5.000) con jamón de cerdo artesanal, queso de barra, palta y tomate.

Además del crudo ($ 5.000), uno en baguette que lleva prosciutto, queso brie y tomates deshidratados en aceite de oliva.

Ojo, que también puedes pedir las picadas de Bruno Salumería por delivery, a través de su página web.