Prístino es una palabra que apunta a lo puro, lo limpio, o simplemente al origen de algo. Un concepto claro y preciso que, en este caso, refleja con fidelidad al restaurante que acaba de abrir en la calle El Coihue 3807, prácticamente al frente del Paseo El Mañío.

Claudio Úbeda es un chef al que pergaminos no le faltan: en 2017, por su trabajo en el Hotel Cumbres, recibió el premio de Cocina Chilena Destacada, del Círculo de Cronistas Gastronómicos. Quizá también conozcas su trabajo por lo que fue Dulce Fermento, la pastelería de La Reina que abrió durante la pandemia junto su señora, Paula Meléndez, en la cual se lució con sus empanadas, berlines y hasta un cola de mono en temporada de fiestas.

La pastelería actualmente está cerrada, aunque parte de esa enjundia sigue en el recuerdo de mucha gente y también aparece aquí, en Prístino. También tiene un parentesco con Malakita, el restaurante de cocina chilena reversionada del Hotel Wyndham Pettra, en Lo Barnechea, y que está a su cargo desde su inauguración, en 2021.

Prístino: con el sabor de lo nuestro

Pero Prístino, sin dudas, se trata de su apuesta más personal. Es un local luminoso, con un interiorismo a cargo de Gino Falcone (creador de Sarita Colonia y Fe, y diseñador de restaurantes como La Vinoteca) y que, de momento, funciona de lunes a sábado entre las 12:30 PM y 4:30 PM. Eso hasta obtener la patente de alcoholes, trámite que ya está en proceso.

Si bien se trata de un local de mantel largo, Prístino no se olvida de la enjundia, de los platos con la mirada sureña y sabrosa, ni del producto de origen, todo combinado con una alta técnica, que es el sello del chef Claudio Úbeda.

Una cocina que vuelve a pensar los platos nuestros de siempre. Se nota desde las entradas, como las empanaditas fritas ($12.500 las cinco), rellenas de camarón nylon con queso mantecoso, o las machas a la parmesana ($18.900), suaves y blanditas, que vienen con una mermelada de pebre para acompañar.

Además del cebiche de caleta ($12.000), con la pesca del día y tortillas al rescoldo para acompañar, o el chupe de locos ($18.000), servidos en su concha.

Pero si hablamos de imperdibles de esta temporada invernal, no se puede dejar de probar su caldillo de congrio ($10.800), muy potente, ni tampoco la malaya de cerdo ($22.500), que viene con una cremita de porotos con rienda, una lluvia de chorizo crujiente y cebollita en escabeche.

Otra opción carnívora es la plateada al jugo ($19.800), con puré picante y cebollas en escabeche de sidra. Más suave, pero igual de intensa, es la pesca del día a lo pobre ($18.900), un pescado rebozado en batido de cerveza artesanal, con papas fritas caseras, cebolla caramelizada y huevo frito de codorniz.

Si hablamos de los postres, apronta la cuchara porque hay opciones como la torta de lúcuma con manjar ($6.500), además de unos imperdibles picarones pasados ($6.100) en almíbar de chancaca con helado de sopaipillas pasadas.

• 📍Dónde: El Coihue 3807, local 8, Vitacura (con estacionamiento gratis)
• 📅Horario: lunes a sábado, entre 12:30 PM y 4:30 PM