Allan Lichtman: El gurú de las predicciones esta vez va por Biden

El historiador ha pronosticado correctamente el ganador de cada contienda presidencial en EE.UU. desde que Ronald Reagan triunfó en la reelección en 1984. “Esta vez, predigo que Trump perderá, así como predije que ganaría en 2016”, dice Lichtman a La Tercera.


En un país como Estados Unidos, acostumbrado a las encuestas, Allan Lichtman prefiere prescindir de ellas. “Los encuestadores y los expertos cubren las elecciones como si fueran carreras de caballos”, comentó en una reciente videocolumna para de The New York Times. Y es que el historiador y académico de la American University, de 73 años, ha preferido desarrollar su propio modelo para predecir el nombre del futuro inquilino de la Casa Blanca. Y los resultados de su método de “13 llaves” son, por decir lo menos, sorprendentes. Ha pronosticado correctamente el ganador de cada contienda presidencial desde que Ronald Reagan ganó la reelección en 1984. Una performance que le valió ser descrito por el propio Times como el “Nostradamus de las elecciones presidenciales”.

Después de graduarse de Harvard con especialidad en historia americana moderna y métodos cuantitativos en 1973, Lichtman se unió a la American University en Washington DC y comenzó a trabajar como profesor asistente, de acuerdo con su biografía en el sitio web de la universidad. Fue ascendido a profesor titular en 1980.

En 1981, Lichtman y el geofísico y sismólogo ruso Vladimir Keilis-Borok eran profesores visitantes en el Instituto de Tecnología de California (Caltech). Al conversar, descubrieron su mutuo interés en la política de EE.UU., especialmente en las elecciones. Keilis-Borok se dio cuenta de que algunas de las técnicas que se aplicaban para pronosticar terremotos, denominadas pautas de reconocimiento, podrían aplicarse también a los comicios presidenciales.

Combinando la secuencia de las pautas con el análisis histórico, Lichtman y Keilis-Borok identificaron una serie de postulados, cuyas respuestas, en formato verdadero o falso, podían aplicarse para pronosticar si un partido gobernante podía ganar la reelección. Se examinaron 13 postulados para ver si sus respuestas se correlacionaban con cada resultado electoral desde 1860. Algunas se omitieron, como las relacionadas con el impacto político del vicepresidente o si la elección se realizaba en época de guerra, dado que tenían un vínculo débil con el resultado de los comicios.

Utilizando los postulados restantes, Lichtman y Keilis-Borok aplicaron un algoritmo para reconocer pautas e identificaron 12 que retrospectivamente pronosticaron a los ganadores del voto popular en cada elección realizada entre 1860 y 1980, con excepción de la rara elección de 1912 disputada a tres bandas, donde el demócrata Woodrow Wilson destituyó al entonces mandatario republicano William Howard Taft y derrotó al expresidente Theodore Roosevelt, quien se había postulado bajo la bandera del nuevo Partido Progresista.

Con ayuda del estadístico matemático Harry N. Davey, de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU., alteraron y ampliaron las variables hasta lograr un conjunto de 13 preguntas, que pronosticaron con certeza el resultado de todas las elecciones en ese período. El análisis fue originalmente publicado en la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, y ampliado posteriormente por Lichtman y el editor Ken DeCell en el libro que titularon The Thirteen Keys to the Presidency (1990).

Evidentemente, Lichtman reconoce que existen “factores externos” a su modelo que podrían influir en la elección, como, por ejemplo, las irregularidades electorales que afectaron a Al Gore cuando se enfrentó a George W. Bush en 2000. En esa oportunidad, el historiador predijo que el demócrata triunfaría en las urnas. Aunque Al Gore ganó el voto popular, finalmente perdió la Presidencia ante el republicano después de que la Corte Suprema dictaminara detener el recuento de los votos electorales de Florida. Con todo, Lichtman mantiene la validez de su predicción.

Uno de los vaticinios más increíbles del historiador fue la inesperada llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. En 2016, cuando las encuestas favorecían a la demócrata Hillary Clinton, Lichtman pronosticó que el empresario ganaría la elección, pese a que admitía que se trataba de un candidato “tan peligrosamente fuera de lo común”. Sin embargo, el académico se ha encargado de aclarar desde entonces que “Trump no ganó”, sino que “los demócratas perdieron”. “No se trata de lo que hizo que fuera elegido, sino de qué hizo que los votantes rechazaran al partido que estaba en la Casa Blanca”. Con todo, el académico recibió una nota de felicitaciones de parte del republicano por su acierto. “Felicitaciones por tu predicción”, le escribió.

Los pronósticos de Lichtman sobre Trump, sin embargo, no se limitan solo a su elección en 2016. A fines de noviembre de ese mismo año, en una entrevista con CNN, el historiador aseguró que había “una gran probabilidad de que Donald Trump enfrente un juicio político”, tal como terminó ocurriendo en 2019. Claro que en esa oportunidad Lichtman aclaró que no había recurrido a su modelo de predicción, sino que solo se basaba en su “instinto” para realizar esa afirmación.

De cara a las elecciones del próximo 3 de noviembre, Lichtman, apoyado en sus “13 llaves”, ya se pronunció sobre el nombre del eventual ganador en las urnas: el candidato demócrata Joe Biden. “Esta vez, predigo que Trump perderá, así como predije que ganaría en 2016”, dijo el historiador a La Tercera, no sin antes destacar: “Yo no estoy a favor ni en contra de Trump. Estas son predicciones objetivas, no endosos”.

“Según mis 13 llaves para la Casa Blanca, se necesitan seis claves para predecir una derrota para el partido que ocupa la Casa Blanca. Trump ha perdido siete claves, una más de las necesarias para predecir su derrota. Estas son las claves 1, 5, 6, 8, 9, 11 y 12”, explica el académico. “Mi sistema no se basa en las encuestas, que estuvieron muy equivocadas en 2016. Muestra el panorama general de la fuerza y el desempeño del partido que está en la Casa Blanca. Las claves muestran que la gobernanza, no la campaña, cuenta y que se debe prestar atención a las dinámicas fundamentales de una elección. A menos que cambie una clave, nada de lo que suceda en los próximos dos meses afectará la predicción. Ya tenemos una recesión en un año electoral y es muy poco probable que el crecimiento económico cambie la clave de la economía a largo plazo. Solo tendremos un informe (económico) trimestral más”, recuerda.

Según el portal Axios, a Trump ahora le está yendo mejor en algunas encuestas de estados indecisos en relación al mismo momento de la campaña en 2016. ¿Podría dar otra sorpresa en esos estados en noviembre?

El promedio de las encuestas muestra que Biden está mucho mejor que Hillary Clinton en 2016. De hecho, las encuestas muestran que estados como Georgia, Arizona, Iowa y Texas, que parecían fuera de su alcance en 2016, ahora están en juego. Recuerde, no confío en las encuestas, que pueden cambiar rápidamente.

¿El voto latino será clave en estas elecciones? ¿Se inclinarán estos votantes hacia Biden, considerando la postura de Trump contra los inmigrantes?

Mi sistema no depende de evaluar los votos de grupos particulares. Eso es parte del enfoque tradicional que no funciona.

Algunos sondeos muestran que los demócratas son mucho más proclives a votar por correo que los republicanos, por temor al Covid-19. ¿Cómo puede afectar esto a los resultados de la noche del 3 de noviembre?

Me preocupan los esfuerzos para suprimir el voto atacando la votación por correo y socavando la Oficina de Correos. Cualquier sistema de predicción, así como la viabilidad de la democracia estadounidense, dependen de un voto pleno y justo.

¿Las manifestaciones contra la violencia racial en EE.UU. tendrán algún efecto sobre los resultados de esta elección presidencial? ¿El tema racial ha polarizado el voto?

Las manifestaciones le han costado a Donald Trump una clave, la clave 8 de disturbios sociales, por lo que éstas cuentan en contra de su reelección.

Trump dice que la votación universal por correo sería “catastrófica”. ¿Cree que respetará los resultados si pierde?

Trump nunca admitirá que perdió legítimamente. Pero no tiene el valor de atrincherarse en la Casa Blanca y tratar de permanecer en el cargo.

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