Ketamina, éxtasis y popper: el explosivo ingreso de drogas sintéticas a Chile

Al interior de compresores de aire, en dobles fondos de casas rodantes y en medio del chasis de vehículos usados. Esas son parte de las nuevas técnicas utilizadas por narcotraficantes europeos para ingresar miles de dosis de drogas de síntesis al país. Desde la Policía de Investigaciones alertan que tan sólo entre 2021 y 2022 las incautaciones de este tipo de sustancias traídas por mar crecieron en un 2.600%, mientras que los poppers y la ketamina, con la que se fabrica el popular "tussi", también preocupan por su irrupción en el mercado nacional.


El 5 de abril de 2022 el nombre de la ciudad chilena de Iquique apareció en los escritorios del “Harc Team”: una fuerza de trabajo dedicada a investigar los delitos marítimos en Rotterdam, principal puerto de Países Bajos y el más grande de todo Europa.

A la organización, compuesta por la Aduana, el Servicio de Investigación de Delitos Financieros, la Policía Portuaria y el Ministerio Público de esa ciudad europea, le llamó la atención una vieja casa rodante que sería traída por mar al puerto de Iquique.

Al revisarla, se dieron cuenta de que en un doble fondo se escondían 200 mil comprimidos de MDMA, también conocido como éxtasis, una droga de síntesis de la familia de las anfetaminas que es muy consumida en el circuito de fiestas electrónicas.

En vez de sacar y requisar toda la droga, prefirieron dejar una pequeña porción en su lugar y preparar una “entrega controlada” con sus pares del Ministerio Público en Chile. Coordinados con la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de la PDI, dieron nombre a la operación “Ala Norte” y esperaron pacientemente los tres meses que demoró el viaje por mar de la casa rodante.

Finalmente, el 12 de junio de 2022, el vehículo “contaminado” con droga llegó al puerto de Iquique. Vigilados por tierra y aire, ya en Chile, los ciudadanos dominicanos Fabio Álvarez Guzmán e Israel Hernández Gutiérrez llevaron la casa rodante hasta una vivienda ubicada en calle Francisco Aravena de esa ciudad, donde fueron detenidos por la policía.

Detrás de la internación de éxtasis se escondía una red de cinco ciudadanos dominicanos, dos de los cuales también tienen nacionalidad holandesa y española, y que habían ingresado a Chile en mayo de 2022 para supervisar en terreno la operación. Otro de ellos había sido oficial de la Policía Nacional de República Dominicana durante 20 años.

El cargamento en la casa rodante era sólo la primera hebra de un afinado mecanismo de tráfico marítimo que está en alza: utilizar como fachada la importación de vehículos usados, maquinaria y hasta electrodomésticos para traer drogas sintéticas desde europa a Chile.

“En los últimos años hemos tenido un incremento en las incautaciones que ingresaron vía marítima, que, aunque son menos periódicas, están asociadas a grandes cantidades”, asegura Sergio Muñoz, director general de la PDI. Si en 2020 la institución incautó 56 mil dosis de drogas sintéticas que trataron de ser ingresadas por mar, durante el año 2022 esa cifra llegó a 1.509.618 dosis: un alza de casi un 2.600% en dos años.

Para Lorena Rebolledo, Subdirectora de Drogas de la Unidad Especializada de Crimen Organizado de la Fiscalía Nacional, este fenómeno significa que “los puertos chilenos se han convertido, dada su relevancia en el comercio marítimo internacional, como una vía más que utilizan las organizaciones criminales para trasladar sustancias ilícitas desde Sudamérica a Europa y a la inversa, desde Europa a Sudamérica. Considerando que el perfilamiento de los contenedores es aleatorio (sólo un 2% se revisa), es una vía bastante segura de transporte”.

Se trata de una tendencia en la que los chilenos, con siete de cada 10 detenidos, siguen siendo los principales inculpados y donde, junto al éxtasis, la irrupción del popper y el dominio de la ketamina también preocupa a las autoridades.

Las mil formas de ingresar éxtasis

“Ala Norte” fue parte del peak de 779 procedimientos por drogas sintéticas realizados por la PDI durante el año 2022, un alza de un 35% respecto de los 573 operativos hechos en el año 2021. Por lo mismo, el año pasado también se alcanzó la mayor cantidad de detenidos desde que se tienen registros en este tipo de procedimientos, con 1.904 aprehensiones.

De todos ellos, un 70% fueron chilenos, mientras que el 30% restante se distribuye, principalmente, entre ciudadanos venezolanos, colombianos, bolivianos, peruanos y dominicanos, como los que fueron detectados importando MDMA desde Países Bajos al interior de una casa rodante.

Por ello, y mientras el vehículo era transportado desde Rotterdam a Iquique, los funcionarios de la PDI, junto con el Departamento de Fiscalización de Drogas y Delitos Conexos de la Aduana de Iquique, detectaron una serie de otros cargamentos sospechosos que llegarían a Chile desde diferentes puertos de Bélgica.

Uno de ellos era un contenedor proveniente desde la ciudad de Amberes que arribaría al puerto de San Antonio y que venía a nombre del mismo agente aduanero de la casa rodante. Su destinatario final era Pablo Suero, uno de los cinco dominicanos.

Según los documentos aduaneros, sólo se trataba de un compresor de aire. Pero bastó que el 17 de mayo de 2022 uno de los perros especializados de Aduanas se posara arriba de la máquina para confirmar las sospechas. En su interior aparecieron otros 149.560 comprimidos de éxtasis, equivalentes a casi 65 kilos de la droga.

“El modo de operar de las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas es la utilización de la ruta Europa-Sudamérica, vía marítima enviando drogas sintéticas: MDMA, desde los puertos de Amberes, Bélgica o Rotterdam, Países Bajos; y a la inversa, desde Sudamérica a Europa a través del transporte de cocaína”, asegura Lorena Rebolledo de la Fiscalía Nacional.

Gracias a nueva información aportada por agencias europeas, se pudo dar con un tercer contenedor, también proveniente desde Bélgica, pero esta vez del puerto de Zeebrugee, en la costa de la ciudad de Brujas. En ese caso, tres vehículos usados serían el mecanismo para tratar de burlar los controles aduaneros.

Se trataba de un Renault Kangoo, un Volkswagen Caddy y un Mercedes Benz Sprinter. El 2 de junio de 2022, tras someterlos al camión escáner que mantiene Aduanas en el puerto de Iquique, unas extrañas manchas de forma rectangular en medio de la carrocería alertaron a los funcionarios.

Escondidos en diferentes partes de sus estructuras se hallaron 120 kilos de éxtasis granulado y 324.762 comprimidos de la droga, los que serían recogidos por Luis Gómez Rosso y Willian Hernánedez Liz.

En total, en toda la operación “Ala Norte” se confiscaron 474.322 dosis de éxtasis listas para su consumo, con un valor superior a los $ 16 mil millones. El juicio oral contra los cinco ciudadanos dominicanos comenzará el próximo 5 de diciembre y el Ministerio Público solicitó una pena de 15 años de prisión para cada uno de ellos.

“Esta no es una operación de tráfico habitual. Se trata de una operación compleja de realizar, ya que se intervinieron una serie de operaciones comerciales para encubrir el tráfico ilícito de drogas. Creemos que por la magnitud de esta operación, es factible que no haya sido el primer embarque de esta organización”, concluye Paola Apablaza, fiscal jefa del Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos (Sacfi) de Iquique.

El dominio de la ketamina y el auge del popper

Considerando la droga por su peso en gramos, la ketamina es, por lejos, la sustancia de síntesis más detectada por la PDI. Por ejemplo, en el año 2022 se incautó un total de 278 kilos de la sustancia. Luego le sigue el éxtasis, con casi 150 kilos decomisados el año pasado.

En tercer lugar, con 22 kilos durante 2022, se sitúa la dimetiltriptamina (DMT) o también conocida como “la molécula de Dios”: alucinógeno que es refinado sintéticamente desde plantas como la ayahuasca. Desde el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), señalan que el principal riesgo asociado a las drogas de síntesis “radica en su composición, ya que muchas veces las sustancias no corresponden a lo que las personas creen que están consumiendo. Esta situación puede provocar daños graves en la salud, como intoxicaciones o situaciones más severas”.

Sin embargo, es en la ketamina, el potente analgésico de uso veterinario, donde las autoridades han puesto una voz de alerta por su gran presencia desde el año 2021. “El crimen organizado es dinámico, cambia de actividades y nexos, muta. Hoy, por ejemplo, nos preocupa la irrupción de la ketamina, que avanza en los mercados ilegales del país como nueva tendencia”, señala el máximo jefe de la policía civil.

Para la institución la escasa regulación o fiscalización en países fronterizos, su versatilidad para crear subproductos, como el famoso “tussi” o “cocaína rosada”, además de la gran popularidad que ha adquirido entre miembros artistas del género urbano, serían los factores que han contribuido al auge de la ketamina en Chile.

Otra de las razones, a juicio de los investigadores, es que puede ser transportada y escondida de diversas formas, dependiendo de su estado. Ejemplo de ello son los 10 litros de ketamina líquida o diluida que fueron detectados el año pasado. En el mercado informal, cada litro de ketamina tiene un valor de entre $ 3,5 millones y $ 4 millones, la que también es usada para “patear” o hacer más potentes los efectos de la cocaína y del MDMA.

“Vemos con preocupación información reciente sobre distintas drogas sintéticas, en particular la ketamina, por lo que nos parece importante convocar a una reunión técnica del Sistema de Alerta Temprana de Drogas (SAT)”, expresaron desde el Senda. El SAT, compuesto por 23 instituciones, se reunirá la próxima semana y busca evaluar los riesgos del uso de esta sustancia y, eventualmente, emitir alertas o generar mayores controles sobre la droga.

Mientras que otras de las sustancias que han llamado la atención de las autoridades son los poppers, o nitritos de alquilo, los que recién en abril de 2021 fueron incluidos dentro de la lista de sustancias controladas de la Ley N° 20.000. Se trata de sustancias volátiles utilizadas aproximadamente desde el siglo XIX como parte del tratamiento para condiciones cardiovasculares.

Disponible en cinco tipos diferentes de nitritos, tienen forma de un líquido de color amarillo que se evapora en contacto con el medioambiente, por lo que al inhalarlo produce vasodilatación de los músculos lisos que rodean los vasos sanguíneos, facilitando el paso de la sangre.

El 2021, en su primer año como sustancia regulada, se decomisaron 1.047 unidades de popper en frascos, lo que subió a 4.711 unidades en todo el 2022. Hasta agosto de este año ya van 5.924 frascos detectados, los que son hallados principalmente en envíos de courier desde países como Portugal, Austria y China.

De acuerdo al 14° Estudio de Drogas en Población General año 2020, elaborado por el Senda, el consumo de drogas sintéticas todavía se sitúa en niveles muy bajos en comparación con el uso de otras sustancias como la marihuana, la cocaína, la pasta base y el alcohol.

Por ejemplo, se estima que al año 2020 un 79,8% de la población había consumido alcohol alguna vez en su vida. En cambio, sólo un 1,3% de la población había usado éxtasis alguna vez en su vida: casi el doble de lo registrado en el estudio anterior del año 2018. Mientras que un 0,3% aseguró haber utilizado la droga durante el año 2020.

En su versión del siguiente año, el 14° Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar del año 2021, se estableció que un 2,9% de los escolares entre octavo básico y cuarto medio había usado MDMA alguna vez en su vida, mientras que un 3,2% del mismo grupo había consumido alucinógenos como LSD, mescalina, peyote, etc.

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