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Los parlamentarios que retiraron el 10% y en qué piensan gastarlo

Nueve parlamentarios gestionaron el retiro de sus ahorros previsionales, 14 lo harán y 33 aun lo analizan. Un centenar de congresistas dejará los dineros donde están y 26 no respondieron.

Alfredo Cáceres

La idea comenzó a tomar forma apenas unos días después de que el Congreso aprobara la reforma constitucional que abría la puerta para el retiro del 10% de los fondos previsionales, el 23 de julio pasado. Luego de sacar cuentas y revisar los ahorros que acumuló en sus años de trabajo, la diputada Andrea Parra (PPD) finalmente tomó la decisión: ser una de los 9,5 millones de personas que tramitaron el retiro de una parte de sus ahorros de jubilación.

“Ya retiré mi 10%. Será el pie para mi casa propia. Hice el trámite casi los primeros días (que se aprobó la ley), porque para mí era una oportunidad. No tengo casa, y está bien utilizado este dinero en eso, para mí es importante y ahora estoy en este proceso”, asegura la legisladora.

Aunque la ley fue promulgada por el Presidente Sebastián Piñera el 24 de julio, sin actos ni ceremonias, recién el 30 de ese mes se inició el masivo proceso de solicitud de traspaso del 10% de las AFP que, a la fecha, ya ha entregado más de US$ 13.450 millones a los cotizantes, según datos de la Superintendencia de Pensiones. Fue así como desde su computador, la legisladora visitó el sitio de su administradora, ingresó sus datos y realizó el trámite online que hoy le permite pagar una parte de su vivienda.

¿Existen más casos en el Congreso de legisladores que retiraron el 10% de su AFP? Para responder a esta interrogante, el equipo de La Tercera consultó a los 155 diputados y 43 senadores y constató que al menos nueve parlamentarios ya han realizado la solicitud de retiro de sus ahorros previsionales, mientras que un grupo de más de 40 legisladores aseguró que los retirarán o que están abiertos a retirarlos en el plazo de un año que estipula la ley (ver infografía).

Gatos y donaciones

Del análisis realizado se desprende que la solicitud de retiro de los fondos ha sido transversal e involucra a congresistas que van desde el Partido Comunista hasta la UDI. Mejoras en las jubilaciones, inversiones, consumo y donaciones son solo algunas de las razones que los miembros de la Cámara Baja dijeron tener para realizar este trámite.

El diputado independiente Renato Garín, por ejemplo, asegura que pidió su 10% como una forma de “fiscalizar en concreto la operatividad del sistema. Hice una donación a una institución y compré camas para mis gatos, las cuales no usan”, detalla.

El traspaso del dinero para causas sociales sería la razón por la cual la diputada de RN Ximena Ossandón requirió sus fondos, los cuales posteriormente “doné a una ONG para uso en ollas comunes”, dice. Una medida similar tomó la diputada comunista Marisela Santibáñez, quien asegura haber donado sus recursos a la comunidad. A estos dos casos se suma el del diputado independiente Raúl Soto, quien dice haber hecho una transferencia de recursos a organizaciones a cargo de ollas comunes en Rancagua, la zona donde fue electo.

El pago de obligaciones también asoma como una razón para utilizar estos dineros. Es el caso del diputado socialista Juan Luis Castro, quien detalla que su decisión se fundamentó “en pagar deudas básicamente, distintas deudas”. Aunque no entró en detalles sobre el motivo de su retiro de fondos, la diputada comunista Carmen Hertz confirmó que fue otra de las legisladoras que realizaron la solicitud para recibir parte de sus ahorros previsionales.

Los requerimientos a las AFP hechos por miembros del Congreso no distinguen color político. Es así como la tarde del 3 de septiembre, el diputado UDI Nino Baltolu también pasó a formar parte de quienes iniciaron los trámites para acceder a sus ahorros de la AFP. La razón, dice el legislador gremialista, radicó en “tener algo a mano antes de que la izquierda nacionalice los fondos”. Su par de RN Andrés Celis, en tanto, hizo el mismo trámite, pero con el objetivo de traspasarlo a la Cuenta 2 de su administradora.

Criptomonedas

En los pasillos del Congreso existen casos de parlamentarios que, pese a no haber realizado aún el trámite, dicen estar abiertos a retirar sus fondos dentro del plazo legal de un año.

Según la normativa, la opción de solicitar los ahorros previsionales excluye, entre otras personas, a pensionados en modalidad de renta vitalicia y a quienes nunca cotizaron, pero no restringe a los legisladores para realizar este trámite.

“Hay quienes no saben que los diputados no tenemos jubilación, por eso estos recursos me van a servir cuando deje el cargo. Aún no lo he retirado, pero es casi un hecho que lo voy a retirar más adelante. Me queda un año y seis meses para dejar el cargo”, se lamenta el diputado DC José Miguel Ortiz (78). Mejorar su jubilación, dice, es el motivo que lo llevará a echar mano a estos recursos una vez que deje el Congreso, donde ha trabajado ininterrumpidamente desde 1990 a la fecha.

La reinversión de este dinero es otro incentivo que seduce a algunos legisladores, como el diputado UDI Joaquín Lavín, quien asegura que una vez que estos fondos lleguen a su cuenta buscará “invertir en criptomonedas”.

Aunque el tema incomodó a más de uno de los 198 parlamentarios -diputados y senadores- consultados por La Tercera, el análisis de sus respuestas reflejó que uno de cada cinco miembros del Congreso está dispuesto a retirar sus ahorros previsionales en algún momento (un 23,7%).

Mientras la diputada Cristina Girardi (PPD) aseguró que lo hará “cuando baje la locura”, el diputado socialista Fidel Espinoza manifestó que lo realizará en un futuro próximo, para aportar en la reparación del “Quincho de Los Lagos”, una obra social creada en 2017 para reunir a vecinos de Llanquihue.

Tan variadas como las posturas dentro del hemiciclo son las razones para acceder al retiro de fondos. La desconfianza que dice tener en el sistema de capitalización llevó a la diputada socialista Daniella Cicardini a considerar realizar el trámite “para dar una señal, por un tema de principios. Preferiría que estuvieran en cualquier otro lado esos recursos que en un sistema deslegitimado, fracasado y que, incluso, tengo serios cuestionamientos de cómo y dónde invierten las cotizaciones de la gente”. Su posición no es única. El diputado comunista Hugo Gutiérrez plantea que “no está legitimado que a uno le sigan robando, por eso lo iba a sacar en un principio. Eventualmente puede que lo haga”, expresó.

El retiro de los ahorros para incentivar el consumo es una variable que también motiva a algunos parlamentarios, como el diputado independiente René Alinco, quien asegura estar abierto a sacar su 10% para “comprar una tele. Veré en qué lo gasto”, dice.

Del total de legisladores consultados, un total de 11 no cotizan en el actual sistema de capitalización individual (5,6%), ya que por su edad o rubro de trabajo no hicieron el traspaso al sistema de AFP, por lo cual mantienen otra modalidad previsional.

“Nunca me cambié a una AFP, soy pensionado antiguo. Pero me parece que si un parlamentario quiere retirar sus fondos está en su derecho: es su dinero, son sus ahorros, ¿por qué no van a poder?”, se pregunta el diputado DC Daniel Verdessi. La controversia por esta materia ha sido motivo de discusiones en los pasillos del Congreso, la cual se ha incrementado con el paso de los días.

El Senado saca la voz

Promulgada el 25 de mayo, la ley que rebaja la dieta parlamentaria de senadores y diputados -y funcionarios públicos como el Presidente, ministros y subsecretarios-, significó una disminución del 25% de los ingresos de los legisladores. Esto, en la práctica, se tradujo en que los congresistas pasaron de ganar en promedio $ 9 millones, a tener una renta cercana a los $ 7 millones mensuales.

La medida transitoria, sumado al interés de un grupo de legisladores por retirar sus fondos previsionales, ahondó las diferencias y críticas en ambas cámaras del Congreso.

“Más allá de la reducción de la dieta, no estamos en situación de recurrir a una solución circunstancial. Tampoco juzgo a quienes tengan que hacerlo por motivos familiares, si es un beneficio universal. El llamado es a ejercerlo con responsabilidad”, manifestó el diputado DC Matías Walker.

Ya durante la tramitación legislativa de esta ley, el Senado había intentado sin éxito impedir que los parlamentarios pudieran realizar el retiro de sus fondos. A juicio de la senadora DC Yasna Pro-voste, la medida aprobada “se pensó como un beneficio para las personas que tenían necesidades urgentes”. En la misma línea, el senador socialista Juan Pablo Letelier sostiene que “este instrumento fue pensado sobre todo para gente que estaba -y aún lo está- pasándolo mal económicamente”.

Aunque los casos de retiro de fondos de pensión por parte de parlamentarios aún son reducidos, un gran número de diputados y senadores asegura estar en contra de realizar un requerimiento para acceder a los fondos de jubilación. Así, de acuerdo con el análisis realizado por La Tercera, 105 parlamentarios (un 53%) se muestran en contra del retiro de los ahorros previsionales, ahora y en un futuro próximo.

“El que tiene un sueldo, tiene un trabajo, no debería retirar los fondos, salvo que tenga una situación complicada”, enfatiza el diputado RN Leopoldo Pérez, uno de los legisladores que rechazan la idea de retirar sus ahorros.

Una postura aún más dura plantea el senador independiente Carlos Bianchi, quien enfatiza que detrás de una solicitud para hacerse con el 10% existe “un tema de moralidad. Esto se hizo para ir en ayuda de quienes requieren ese retiro, no para abusar. No está en mi lógica. Sería bastante inmoral que un parlamentario hiciera el retiro”, dice.

Los cambios de opinión y las nuevas circunstancias también fueron un elemento considerado por los legisladores a la hora de decidir el futuro de sus ahorros de vejez. Camilo Morán, diputado RN que asumió en el cargo el 4 de agosto, tras la vacante que dejó Mario Desbordes al asumir en el Ministerio de Defensa, recuerda que estuvo a un clic de enviar la solicitud a su AFP cuando aún era concejal. “Pero justo me tocó asumir como diputado y desestimé la idea. Cerré la posibilidad de retirar el 10%, a menos que algo pase o lo tenga que hacer por una urgencia. Mi razón para pensar en el retiro era para poder ayudar a la gente, pero ahora lo puedo hacer con el sueldo contundente de parlamentario”, explica.

Del universo total de legisladores consultados, 26 decidieron no responder (13,1%). Sus argumentos fueron variados: “Este tipo de reportajes solo generan mayor morbosidad y odiosidad”, criticó el diputado de Evópoli Sebastián Keitel. El diputado PPD Ricardo Celis, en tanto, dijo que el retiro de parte de sus ahorros forman “parte de la privacidad de los diputados”. Y otros legisladores, en cambio, contactados directamente o a través de sus asesores de prensa por La Tercera, no respondieron.

Pese a las discrepancias que puedan existir entre grupos de parlamentarios por el retiro del 10%, lo cierto es que la opción de realizar el requerimiento ante una AFP comenzó a ganar terreno transversalmente entre los legisladores que en algún momento de la tramitación se abstuvieron de votar o dieron su sufragio en rechazo a la medida.

El diputado del Partido Republicano Ignacio Urrutia asegura que si bien aún no realiza el trámite, espera hacerlo en algún momento, ya que, dice, prefiere tenerlo en su poder antes de que le “roben el 100%”.

Del total de legisladores consultados, y luego de revisar la forma en que cada uno votó esta reforma constitucional, se constató que de los nueve legisladores que ya realizaron el trámite para acceder a sus ahorros previsionales, siete estuvieron a favor de la medida extraordinaria y dos se abstuvieron de votarla.

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