Ossandón: "El gobierno llegó tarde, pero peor aún, sin convicción"

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El senador de RN critica a La Moneda por la demora en asumir la necesidad de avanzar hacia un nuevo modelo social a través de una nueva Constitución y afirma que él es partidario de iniciar ahora mismo la discusión del proyecto enviado por Bachelet.


No hay piso en estos momentos para discutir entre cuatro paredes una reforma a la actual Constitución. Para el senador de Renovación Nacional Manuel José Ossandón, la magnitud del estallido social que desde hace más de tres semanas remece a Chile exige una respuesta mucho más significativa si de verdad se quiere dar respuesta a las demandas ciudadanas y lograr la paz social.

Ossandón no está solo en esa línea que se desmarca de las estrategias que ha buscado el gobierno para salir de este trance. En esta entrevista, que contestó por escrito, el senador por Santiago Oriente y exalcalde de Puente Alto asegura que sus dichos representan la postura de varios senadores y diputados de RN y que se lo han planteado por diversas vías al Ejecutivo. Lo anterior, cada vez con más urgencia, porque, a su juicio "lo que más me preocupa es que no se han dado cuenta de la gravedad de esta crisis. Aquí no está en juego el futuro del gobierno, aquí nos estamos jugando la democracia", afirma.

El Presidente Piñera anunció que está preparando cambios a la Constitución más profundos de los que originalmente tenía pensado hacer su gobierno, pero no habla de abrir un proceso constituyente para una nueva Constitución, ¿qué le parece este anuncio?

Me sigue pareciendo insuficiente, ya que, la nueva Constitución no se puede construir entre cuatro paredes, hoy no tenemos el piso para eso, además el contexto de sus dichos apuntan mucho más a desconocer la razón de fondo de esta catástrofe social. O a no entenderla. Si el Ejecutivo no logra descifrar y aceptar esa variable, siempre va a condicionar el mecanismo para definir la nueva relación entre el Estado y los ciudadanos.

-Usted hace varias semanas viene plantando que no había que tener miedo a debatir sobre una nueva Constitución como una forma de descomprimir la presión social. ¿Llegó tarde el gobierno a este tema?

-Llegó tarde, pero peor aún, sin la convicción que es el único camino para poder avanzar en un nuevo modelo social. Hay varios en La Moneda, incluido el Segundo Piso, que siguen jugando al desgaste y a los buenos contra los malos. Si hasta los alcaldes tuvieron que organizarse solos para intentar controlar y dirigir las demandas sociales. Eso habla de un gobierno confundido, errático y bastante débil en establecer las diferencias entre seguridad pública y paz social. Lo que más me preocupa es que no se han dado cuenta de la gravedad de esta crisis. Aquí no está en juego el futuro del gobierno, aquí nos estamos jugando la democracia.

-El Presidente habla de incluir varias reformas a la actual Constitución, pero una de las demandas de la movilización es que se escuche a la gente y que ésta pueda participar de su elaboración. ¿Es suficiente lo que propone el gobierno en estos momentos o cree que se debe ir a una asamblea constituyente?

-Soy partidario de iniciar ahora mismo la discusión del proyecto de Nueva Constitución enviado por la Presidenta Bachelet al Congreso en marzo de 2018. Donde se realizó un proceso constituyente transparente y real. Es un muy buen punto de partida que tuvo su origen en la gente, nació desde la gente, lo que le da el piso suficiente. Sin perjuicio de algunos aspectos que no comparto, el proyecto rescata la tradición constitucional republicana, democrática y social chilena. Fortalece la institucionalidad y el cuidado de grupos vulnerables de la población. Debemos discutirlo seriamente y sin pausa en el Congreso, oyendo a todos los actores sociales, y luego someter el texto aprobado a un plebiscito de ratificación de toda la ciudadanía.

-¿De qué modo cambió el escenario para el gobierno luego que la mayoría de los alcaldes apoyaran convocar a un plebiscito comunal para el 7 de diciembre que incluya preguntar sobre nueva Constitución?

-La confirmación y validación de un segmento ninguneado por la clase política, pero con un olfato infalible de lo que ocurre en la calle. Ojalá validen lo que están haciendo.

Agenda social y carrera presidencial

-¿Por qué las medidas de la agenda social que ha anunciado el gobierno no han sido capaces de contener la movilización social?

-Porque es un agenda timorata, sin peso y con muy poca convicción. Reitero, en Palacio todavía hay quienes cuestionan la realidad que nos llevó a todo esto. Salvo los 30 pesos y la tarifas eléctricas, llevamos tres semanas entrampados en discusiones políticas, patéticas, alejadas de lo que grita la gente. La falta de empatía ha quedado al descubierto. Tenemos que recuperar el orden público pero solo será posible junto a medidas sociales significativas.

-¿Qué medidas cree usted deberían adoptarse para solucionar esta crisis?

-Validar y comenzar a discutir el Proceso Constituyente que la Presidenta Bachelet inició, ahora ya! El modelo de abusos llegó a su fin. Y debemos modificarlo urgentemente, la concentración económica, la desigualdad salarial. La falta de dignidad en el trato de las personas debe ser respetada hoy, ya no aguanta más. Si no anunciamos una nueva Constitución, un aumento significativo del Pilar Solidario para las pensiones más bajas y un sueldo mínimo que de verdad alcance para vivir con dignidad esto no va a parar.

-¿Cuáles de las medidas de la agenda social ya anunciadas profundizaría?

-Hemos escuchado en las últimas tres semanas cerca de 50 medidas, de todos los sectores. Hay muchas que duermen en el Congreso, pero si no somos autocríticos, les echamos la culpa a grupos extremos internacionales y hacemos una agenda de orden público sin paz social, ninguna solución apagará este estallido. Me gustaría ver a todos los ministros en la calle, a los políticos dejar de sacarse los ojos por ideología, a los empresarios entrando en la discusión de fondo, rompiendo los privilegios, actuando ya. Es el único camino.

-¿Hay una desconexión entre las salidas que propone el gobierno y lo que espera la ciudadanía?

-Reitero y estoy seguro que aún no están convencidos que esto es real, que son décadas de abusos y privilegios; que solamente es un problema de orden que está polarizado. Si el gobierno no actúa con humildad y suelta el timón del sentido común, las consecuencias serán mucho peores.

-Hasta hace tres semanas, según las encuestas, Joaquín Lavín era el que estaba mejor posicionado en la carrera presidencial, ¿cree que esta crisis social cambia el escenario electoral y en qué forma?

-El que esté pensando en proyectos personales jamás entenderá la conciencia o lucha colectiva. Varios advertimos que el Chile real era otro, del que había que hablar, opinar, proponer. Ahora nadie podrá quedar al margen de la discusión social de fondo, la trascendente, la que importa.

-¿Este ambiente de movilizaciones y creciente polarización favorece o perjudica las aspiraciones de un candidato como José Antonio Kast?

-Chile ya abrió los ojos; los políticos nos movemos por distintas veredas, algunos creerán que ponerse en algún extremo les traerá dividendos. Mi percepción es que ya ningún cálculo vale, la política cambió, y será la gente la que decida cómo seguimos.

-¿Lo que está ocurriendo ahora en Chile fortalece el espacio para un candidato de corte populista?

-Prefiero pensar lo contrario, no me gustan los ejemplos ni las comparaciones. No somos Brasil, somos un pueblo que nunca más aceptará los abusos ni la desigualdad. El que entienda esto, el que se ponga de verdad del lado de los que más sufren, estará para conducir este nuevo pacto social. Estoy seguro que este tremendo remezón nos está dando una oportunidad gigantesca para tener un mejor país, más justo, humano y solidario.

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