Tarea atrasada: Los temas pendientes a una semana del plebiscito

Ad portas de una jornada electoral calificada de histórica, el oficialismo y la oposición siguen entrampados en la discusión de varios proyectos que pueden modificar la composición de la convención que, de ganar el Apruebo, deberá redactar la Constitución.


Escaños reservados para pueblos originarios

Un llamado al mundo mapuche a “desconocer el proceso constituyente” si no se considera una efectiva representación del mundo indígena hicieron el 13 de octubre pasado los integrantes de la Asociación de Municipalidades con Alcaldes Mapuches, que integran actualmente nueve municipios. El llamado se suma al de otras 12 organizaciones del Wallmapu que buscan autonomía y un diálogo entre el Estado chileno y la nación mapuche.

A sólo una semana del plebiscito, el debate para asegurar escaños reservados a los pueblos originarios sigue entrampado en el Senado y se ha convertido en un “zapato chino” para el Congreso.

Cuatro son los proyectos que han ingresado a la Comisión de Constitución de la Cámara Alta -uno del oficialismo y tres de la oposición- con miras a garantizar la representación de los pueblos originarios en el órgano constituyente. Sin embargo, se ve difícil que se logre un acuerdo. La oposición exige que los cupos especiales para pueblos originarios sean adicionales a los 155 escaños que se eligen para la asamblea constitucional o los 86 que se deberían elegir en caso de ganar la comisión mixta (que tiene un total de 172 constituyentes).

Desde el mundo indígena, además, han exigido a los partidos que sus candidatos surjan de las propias comunidades y no incluya a los militantes de las colectividades, incluso de aquellos que están en los registros de la Conadi.

El padrón electoral indígena es otro de los puntos que separa al oficialismo y a la oposición y ha llevado al presidente de la Comisión de Constitución del Senado, Alfonso de Urresti, a postergar la votación para evitar una derrota. La oposición tiene 24 votos en el Senado y necesita a lo menos dos votos del oficialismo para aprobar esa reforma constitucional.

La demora en zanjar este tema ha generado preocupación entre los constitucionalistas y parlamentarios de distintos sectores, pues lo que se resuelva en esta materia podría modificar la composición del órgano constituyente que se votará el próximo domingo. “Es totalmente contraproducente que se esté buscando resolver a última hora un tema de tanta relevancia, cuando haces un plebiscito le estás diciendo a la gente que si vota de tal o cual manera, el órgano que está eligiendo tiene una determinada composición, pero eso todavía está en el aire”, admiten dirigentes de oposición. Mucho más drástica en la directora del foro Constitucional de la UC e investigadora del instituto Libertad y Desarrollo, Constanza Hube: “Aunque quedan temas pendientes, soy partidaria de dejar de meterles mano a las reglas del juego, porque la ciudadanía tiene que llegar a votar el próximo domingo con toda la información, cosa que hoy no ocurre respecto de la segunda papeleta, donde aún no están claras las reglas del juego”.

REUTERS/Ivan Alvarado

Participación de independientes

El martes 13 recién pasado, apenas a 12 días del plebiscito, la Cámara de Diputados aprobó y despachó a segundo trámite constitucional el proyecto de ley que reduce el número de firmas y las condiciones que necesitan los independientes para presentarse como candidatos al órgano constituyente.

Y aunque el gobierno le pondrá urgencia a su tramitación en la Cámara Alta, tanto el oficialismo como la oposición admiten que es imposible que sea aprobado antes del plebiscito, lo que ha generado molestia en organizaciones sociales y sectores políticos que han impulsado que haya garantías para la participación ciudadana en el proceso constituyente. “Aquí lo que está en juego es la legitimidad del proceso y ha faltado voluntad política para resolverlo”, acusan.

En el Senado, el proyecto que llegó de la Cámara Baja tendrá que debatirse junto a otros dos proyectos que presentó -uno en enero y el otro en septiembre pasado- el senador Alejandro Guillier, y que busca permitir que las listas de independientes puedan hacer pactos y subpactos con las listas de los partidos políticos, lo que facilitaría su elegibilidad, idea que no cuenta con el respaldo de los partidos políticos.

Votación de chilenos en el extranjero

Aunque son más de un millón los chilenos residentes en el extranjero, 59.522 se han inscrito en los consulados para poder ejercer su voto. La ley les permite participar en el plebiscito, tanto de entrada como de salida, del proceso constituyente, si es que las condiciones sanitarias en los lugares donde se encuentren radicados así lo posibiliten . Sin embargo, no podrán votar por los candidatos a constituyentes. Algo que a última hora algunos sectores están intentando enmendar, eso sí, con poco apoyo de la mayoría de los partidos políticos.

El 28 de septiembre pasado, los diputados del Frente Amplio Natalia Castillo, Gabriel Boric, Pablo Vidal, Vlado Mirosevic, Marcelo Díaz, junto a Johanna Pérez (DC), Maya Fernández (PS), Ricardo Celis (PPD) y Jaime Mulet (FRVS) presentaron un proyecto de reforma constitucional para crear tres “distritos internacionales” -los que se agrupan por continentes- para que los chilenos en el extranjero puedan votar y elegir cuatro y dos representantes a la convención constitucional y la mitad de ese número para la mixta, lo que obligaría a un rebaraje del resto de los distritos.

El proyecto está en la Comisión de Constitución de la Cámara sin registrar avance. Lo mismo ocurre con el proyecto que presentaron en noviembre pasado los senadores Alejandro Navarro, Yasna Provoste, Alejandro Guillier y Juan Ignacio Latorre, que se encuentra sin debate en la Comisión de Constitución del Senado.

Las dudas de los 2/3 y plazos para el reglamento

De ganar el Apruebo el domingo 25, sea con una convención mixta o la convención constitucional, los convencionales electos en abril próximo tendrán un plazo de nueve meses para redactar una nueva Constitución, los que sólo se podrán extender por otros tres meses. Sin embargo, este periodo contempla también el tiempo que deberán dedicarle a confeccionar el reglamento que regulará y guiará esta tarea.

Es allí donde surgen las dudas. En el caso de Bolivia, la Asamblea Constituyente tardó siete meses en acordar un reglamento, y no son pocos los que temen que en Chile el debate reglamentario previo a la discusión de fondo sobre el contenido de la nueva Carta Magna se extienda varios meses.

Durante la discusión de la comisión técnica que redactó la reforma constitucional para materializar el proceso constituyente, el abogado constitucionalista Gabriel Osorio propuso fijar un plazo máximo de tres meses para que los constituyentes concordaran un reglamento, en caso contrario podría usarse el reglamento del Senado. Sin embargo, esa propuesta no tuvo respaldo de los demás representantes de los partidos, por lo que la incógnita sobre qué pasa si no se llega a un acuerdo en torno al reglamento queda abierta.

No es la única duda en torno al procedimiento.

Desde el oficialismo han insistido en que cada norma debe ser aprobada por un quórum calificado de 2/3 en comisión y luego otra vez por 2/3 por el plenario, para así asegurar que haya coherencia en el texto con el resto del articulado. Una tesis que ha sido descartada de plano por la oposición, los que han sostenido que las normas deben ser aprobadas por mayoría en comisión, pues se trata de propuestas preliminares que se elevan al plenario. Es en la sala plenaria donde se debe aprobar finalmente la norma por 2/3. Para asegurar la coherencia de la nueva Constitución se ha planteado la alternativa de constituir una comisión especializada.

¿Paridad y parlamentarios en campaña si gana la mixta?

Paridad de género, junto a escaños reservados para pueblos originarios y la participación de independientes fue una de las principales demandas que se levantó tras el acuerdo político del 15 de noviembre pasado, que abrió la puerta a un proceso constituyente. A una semana de que los chilenos vayan a votar si quieren o no una nueva Constitución y el mecanismo que redactará la nueva Carta Magna, sólo la convención constitucional asegura que se elegirá casi la misma proporción de hombres y mujeres. “Como son 155, es imposible que se llegue al 50/50, pero las correcciones que se fijaron a la norma electoral permitirá que estemos muy cerca de eso”, asegura el cientista político Claudio Fuentes.

Algo que está lejos de ocurrir en el caso de la comisión mixta, donde sólo está asegurado un piso de 25% de mujeres de entre los 86 constituyentes que serán electos por la ciudadanía. En el caso de la convención mixta, los otros 86 integrantes corresponden a parlamentarios en ejercicio, los que se eligen entre ellos, en proporción a la representación que tenga cada partido en el Congreso. La norma no los obliga a mantener la paridad, pues para ello tendrían que aceptar ser constituyentes 43 de las 45 parlamentarias actualmente en ejercicio.

Otro de los problemas no resueltos en el caso de ganar la opción Apruebo y la convención mixta es qué pasará con los parlamentarios que sean designados por sus pares para integrar el órgano constituyente y que al mismo tiempo estén en campaña de reelección.

La reforma constitucional que materializó el acuerdo del 15 de noviembre liberó a los parlamentarios a asistir a las sesiones de comisión y sala, pero no les impide que voten proyectos de ley ni tampoco reformas constitucionales, al mismo tiempo que están debatiendo y redactando una nueva Constitución. Pero, más grave aún, no dice nada respecto de si, además de esa doble función, van a estar en campaña de reelección durante el segundo semestre del 2021.

Sede del Congreso Nacional en Santiago. FOTO: LUIS SEVILLA / LA TERCERA

Dónde sesionar

Para la abogada Constanza Hube, la norma es clara en facultar al Presidente de la República la decisión de fijar la sede del nuevo órgano constituyente, lo que deberá hacer la autoridad si es que el 25 de octubre gana la opción Apruebo.

Hasta ahora, por defecto, se menciona la sede del Congreso en Santiago para que se constituyan los futuros convencionales, pero no sería la única alternativa que baraja el gobierno. También se evalúa usar el Palacio Ariztía, en el centro de Santiago, como un espacio para habilitar los equipos técnicos y de asesoría que requerirán los convencionales.

Comisiones: cuántas y quiénes

Será la propia asamblea de convencionales electos los que deberán fijar junto al reglamento interno la forma en que van a debatir y aprobar las normas de la nueva Constitución. Por lo mismo, poco o nada han querido aventurar mientras no se sepa si la ciudadanía está de acuerdo con una nueva Constitución y se defina el mecanismo.

No obstante, algunos abogados constitucionalistas especulan con la idea de que se formen comisiones temáticas, lo que facilitaría el trabajo de los constituyentes.

Cuántas comisiones y cómo se integrarían sigue siendo un misterio ad portas del plebiscito. Pero si se toman en cuenta las habituales disputas que se producen en el Congreso entre bloques y al interior de las propias bancadas para repartirse las comisiones, es esperable que éstas se repitan también entre los eventuales nuevos constituyentes.

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