Carlo Siri, dueño de ex Fuente Alemana: “Ruego a Dios que nunca más tenga que utilizar un arma para defenderme de otro civil”

El propietario del local, situado en el corazón de la zona cero de Plata Italia, relata cómo el estallido social y las restricciones por la pandemia han golpeado a su negocio. Sin embargo, asevera que "la pandemia a nosotros nos salvó de la violencia y la destrucción". Además, entrega detalles de la escena que lo tuvo como protagonista en los últimos días: los disparos de postones a cinco personas que amenazaban con destruir y saquear su restaurante.


Fue una de las imágenes que marcó la semana. El pasado 4 de febrero, Carlo Siri, dueño de la ex Fuente Alemana de Plaza Baquedano (hoy con el nombre Antigua Fuente), figuraba en la puerta de su local, con un rifle a postones, apuntando y disparando a una turba que amenazaba con ingresar y saquear el restaurante. La escena y el relato que realizó Siri para La Tercera de ese momento, quedó marcado a fuego en su memoria. “Amenazaban con que nos iban a matar”, recuerda el empresario.

Y si bien la ex Fuente Alemana hoy está golpeada, al igual que casi todo el barrio que rodea la Plaza Italia (también conocida como zona cero), su historia es casi centenaria. Se remonta al año 1935, cuando una familia alemana abrió un local de comida en la esquina de Inés de Morales con la Alameda, donde previamente estaba emplazada una sucursal del Banco Santander.

Por muchos años fue conocida por su nombre original: Fuente de Soda Alemana La Predilecta. Pero, con el tiempo, el título se acortó y quedó solo como Fuente Alemana. Dos factores incidieron directamente en esto: sus dueños eran de esa nacionalidad y quedaba cerca del monumento del mismo nombre que está en el Parque Forestal. El local se convirtió en uno de los referentes de Santiago a la hora de hablar de sandwiches, con platos como el lomito italiano o el rumano.

El local hoy existe bajo su tercer nombre, Antigua Fuente, adoptado el 5 de octubre de 2020, cuando volvieron a abrir tras el inicio del estallido social y la pandemia. Carlo Siri detalla cómo han sido últimos meses que les ha tocado vivir. Esto incluyó que se separara la sociedad controladora, con lo que la Fuente Alemana de avenida Pedro de Valdivia se transformó en un local independiente.

¿Cómo fue el inicio del estallido social para la ex Fuente Alemana?

Cuando empezó, las ventas cayeron automáticamente del 100% al 10%, o sea, se perdió el 90%. Después, en la medida que iba avanzando, las ventas no subieron más allá del 20%. El tema de la violencia obviamente espantó a todos los clientes, el barrio se destruyó de forma sistemática. La guinda de la torta fue que después tuvimos que cerrar el 20 de marzo de 2020, por el tema de las cuarentenas.

¿Considera que lo más difícil coincidió con la pandemia?

Ahí se puso color de hormiga la cosa, porque el delivery es bien complicado. En una caja puedes poner un producto excelente, pero no se equipara a la experiencia de estar en el local. Nosotros hicimos despachos en enero de 2020, pero una parte de la sociedad no quería eso. Entonces, ahí se gatilló la separación de los locales y con eso, el cambio de nombre. Lo único que uno puede agradecer, es que la pandemia a nosotros nos salvó de la violencia y la destrucción.

¿Qué palabras elegiría para definir su situación ante el estallido social?

Primero miedo, luego desesperanza, por toda la violencia, y rabia también. Todos estuvimos de acuerdo con la marcha del millón de personas, porque lo que se planteaba eran las necesidades reales que aún no se abordan en nuestro país, entonces, era lógico estar a favor. Cómo no iba a estar de acuerdo con tener mejores pensiones, mejor salud, educación, lograr conseguir una vivienda y otras cosas más. El problema es cuando se empieza a ver violencia sistemática en el barrio, que empieza a ser tomado por un grupo de personas, donde ellos deciden quién circula y si se puede trabajar o no.

Siri relata así las circunstancias que lo llevaron a tener que tomar un rifle a postones para defender la entrada de su local, el pasado 4 de febrero.

-El viernes anterior (28 de enero) me habían sacado la cresta por defender a alguien. Me tiraron extintores, piedras, prácticamente me lapidaron porque hasta la cabeza me rompieron. Yo supongo que a raíz de eso viene esta acción sobre nuestro local, el viernes siguiente. Estos tipos estaban persiguiendo al chico que yo defendí, un muchacho que, al parecer, les tomó un par de fotos. Eso le venían gritando mientras lo perseguían, hasta que yo me metí en el medio para evitar que le pegaran. Todo eso quedó filmado en cámaras de seguridad, y cuando alguien graba a estos tipos, estalla la violencia. Esto primero lo tomó la fiscalía y después apareció en todas partes, de ahí viene el segundo ataque.

¿Qué ocurrió después de este primer incidente?

Nosotros dijimos, vamos a atender el viernes y tomaremos todas las providencias, de que cuando ellos estén llegando, cerremos el local. Lo hicimos, y en ese momento se encontraban dentro los clientes que estaban terminando de comer y nosotros entregando los últimos pedidos delivery, debe haber sido cerca de las 8 de la tarde. Yo estaba en el segundo piso y de repente me llaman, que están atacando el local. Empezaron a tirar botellas de vidrio, después aparecieron unos cinco tipos con palos y gritaban que querían pelear. Tiraron humo de extintor hacia adentro, tuvimos que evacuar a la gente y al personal, al final solo quedamos nosotros. Después empezaron a tirar la cortina de la entrada, y fue cuando dije “no, no quiero pasar por lo mismo”. Fui a mi oficina por esta escopeta de postones y disparé como cinco veces.

Siri cuenta que eso hizo que el grupo se alejara, pero que las hostilidades no pararon. “Amenazaban que nos iban a matar y seguían lanzando cosas al local, pero se fueron, que era lo que yo quería lograr”.

¿Y la presencia policial?

No había carabineros cerca. Llegaron cuando los hechos ya estaban consumados, estuvieron un rato y se fueron. De hecho, estos individuos sacaron una cámara nuestra, para que no quedara registro de nada, pero se entregó a fiscalía las grabaciones de otros sectores del barrio.

Después de que el grupo se fue, llegaron periodistas que entraron al local. Pero los atacantes regresaron y, según cuenta Siri, intentaron quemar el restorán porque al salir, encontró ramas de palmeras secas que estaban tiradas afuera.

¿Usaría de nuevo el arma en caso que ocurriera una situación similar?

Supongamos que estás encerrado en una casa y hay gente que quiere entrar a violentar y, a lo mejor, hasta te pueden violar. Si tienes un arma en la mano, ¿la ocuparías? Claro que sí. Yo odio este tema, porque en mi vida siempre he estado del lado de la paz, pero esta no puede ser a costa que te dejes golpear. Hay momentos que tienes que defenderte, es un tema de subsistencia también. Ruego a Dios que nunca más tenga que utilizar un arma para defenderme de otro civil, pero si me veo obligado y tengo el recurso, lo más probable es que lo haga.

¿Ha pensado en cambiar de lugar al local?

Si no hay más salida, claro que tendré que hacer, y veré qué pasa con toda la gente, pero, obviamente, hay algunos que no me podré llevar. Si me voy, tendrá que ser a un local mucho más reducido, que a lo mejor no va a ser de nuestra propiedad. Los costos van a cambiar, es todo un tema.

¿Cree que el nuevo gobierno podrá cambiar esta situación?

Yo creo que sí. Si no van a avalar la violencia a cualquier precio y van a luchar por generar paz de verdad, tenemos posibilidades. Pero es una tarea importante, no se puede hacer de un día para otro y, a lo mejor, le va a tomar los cuatro años, porque es un trabajo que se ha dejado de hacer de forma sistemática hace mucho tiempo.

Tomando en cuenta que hoy es viernes nuevamente, ¿cuáles son sus expectativas? ¿Cree que un hecho de violencia similar se puede volver a repetir?

Es una posibilidad, pero se supone que el Gobierno se comprometió a tener resguardada la zona también. Hasta el minuto sí, se ha visto presencia de carabineros y yo creo que eso puede hacer cambiar un poco las cosas, hoy por lo menos. De todas formas, me da la sensación de que hoy se mantendrá cerrado, porque uno nunca sabe.

¿Qué ha pasado con su postura política con todo esto?

Yo voté por Piñera, y estoy sumamente arrepentido, pero la alternativa no era mejor. Ahora último voté por Kast, porque su eje central era la seguridad y devolver el derecho de Estado para que estemos todos en paz. No resultó, estoy de acuerdo, quizás fue lo mejor para el país, porque supongo que no puede una mayoría estar equivocada y, a lo mejor, el erróneo soy yo. De hecho, me reuní con el presidente Boric hace poco, por una Iniciativa Popular de Norma en la que participo, llamada Primero las víctimas, que logró como 22 mil firmas. Le fuimos a entregar una carta junto con personas a las cuales les han asesinado a sus familiares, y dentro de esas víctimas también estamos nosotros, los que estamos siendo atacados de esta forma, a través de la delincuencia.

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