Carlos Pagni: "Alberto Fernández es como un Chadwick, es un buen operador pero no simpatiza con la gente"

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HANS SCOTT/AGENCIAUNO

El analista y columnista de La Nación plantea que con la elección del peronista Miguel Ángel Pichetto como su compañero de fórmula, Mauricio Macri apuesta a dar una señal de tranquilidad a los mercados. Al mismo tiempo, sostiene que en el actual escenario, el Presidente argentino sería reelecto en octubre.


A horas de que se cumpla el plazo para definir las candidaturas presidenciales que competirán en las primarias de agosto y las elecciones generales de octubre, el Presidente Mauricio Macri sorprendió el martes al anunciar que el senador peronista Miguel Ángel Pichetto será su compañero de fórmula. Así, Argentina tendrá dos fórmulas presidenciales poco convencionales, ya que Macri-Pichetto se enfrentarán a Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

La campaña electoral en Argentina está tan encendida y cambiante que hoy el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, decidió unirse a Roberto Lavagna, quien todavía intenta llegar a la Casa Rosada como una suerte de tecera vía y romper así lo que se conoce como "la grieta", que a juicio del analista político y columnista de La Nación, Carlos Pagni, es una "irrealidad, porque la grieta no es un experimento". En conversación telefónica con La Tercera PM desde Buenos Aires, Pagni asegura que en las alianzas de Macri y Cristina "hay una expectativa de buscar el voto peronista no kirchnerista". No obstante, en un escenario de repunte económico, asegura que el actual mandatario conseguiría la reelección.

Con las fórmulas presidenciales conformadas. ¿Cómo describe la oferta electoral de Argentina 2019?

Tenemos dos fórmulas presentadas. Primero, la del kirchnerismo, que trata de atenuarse o suavizarse con Alberto Fernández, y la del gobierno de Cambiemos, que se radicaliza en su identidad con Pichetto. En ambos casos hay una expectativa de buscar el voto peronista no kirchnerista, que está constituido por una tercera fuerza que es Alternativa Federal. El otro que se fue de Alternativa Federal, o que deja ese espacio más vacío es Massa, que da la impresión que está negociando con el kirchnerismo para ser primer candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires. Entonces la única incógnita que queda es cuál es el destino de Lavagna, que en las encuestas figura como muy débil y que además tiene una dificultad enorme, que es la misma dificultad que tendría Pichetto, Urtubey, y en menor grado Massa, que es cómo armar una oferta electoral en la provincia de Buenos Aires, donde hay que tener 135 candidatos a intendentes (alcaldes), lista de diputados provinciales, nacionales, listas de concejales en las municipalidades, y un gobernador que compita con María Eugenia Vidal. Eso desalienta a cualquiera. Entonces da la impresión de que poderosas van a haber dos fuerzas: Cambiemos, ahora con Pichetto incorporado, y una coalición o alianza entre el kichnerismo que absorbe a Massa.

¿Qué pasó entonces con el intento de poner fin a la "grieta" con una tercera vía?

Eso era una irrealidad porque la grieta no es un experimento. La grieta o la polarización de Argentina, como en Brasil y en tantos otros lugares, no es un invento de los políticos, es una fractura ideológica que hay en la sociedad. Son dos formas de interpretar el mundo, la economía, el país, y dos formas de alineamiento internacional. Hay que ver lo siguiente, Cristina Kirchner trata de atenuar su posición en el tablero poniendo a Alberto Fernández, que es un candidato o una figura más moderada, más amigable con el mercado y que podría tener una política exterior menos alineada con lo que sería el populismo y que dice que va a seguir negociando con el Fondo Monetario Internacional. Pero después viene Bolsonaro, y dice 'no puede haber lugar en Argentina para otra Venezuela', otra Venezuela sería el triunfo de Alberto y Cristina. Viene Duque y dice 'el triunfo de Macri es esencial para América Latina', y luego viene Felipe González, socialista, y dice que 'Argentina tiene que detenerse dos estaciones antes de llegar a Venezuela'. ¿Qué quiere decir esto?, que si se mira desde afuera, lo que se llama la grieta sigue existiendo y no hay forma de disimularla, quiere decir que hay un fenómeno objetivo que no es disimulable por los políticos. Si haces una encuesta en la sociedad, un sondeo de opinión, y preguntas por globalización; por manejo del Estado; por intervención del Estado en la economía; y por lineamiento internacional, todo da dos países distintos. No es Cristina contra Macri, es que Cristina y Macri expresan dos visiones de la realidad.

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La expresidenta Cristina Fernández escuchó durante tres horas una serie de acusaciones por corrupción. Foto: EFE[/caption]

¿Son esas dos visiones el "populismo contra la República" como lo han dicho algunos analistas?

Pueden ponerle las palabras que quieras, la palabra populismo es muy amplia. Lo que hay es una versión más estatista, que cuestiona el modelo Constitucional republicano tradicional explícitamente. Axel Kicillof, por ejemplo, que fue ministro de Economía y ahora candidato a gobernador dice y me lo ha dicho a mí, que su modelo económico no resulta viable con este régimen Constitucional, Cristina dice lo mismo. Su alineamiento está más ligado a Cuba. Yo recomendaría mirar a México, porque Venezuela da vergüenza, mirar a Rusia, China, que tienen más confianza en las relaciones Estado-Estado, que en relaciones entre el Estado y los mercados. Desconfían enormemente del sector financiero, agropecuario y todo contra otro modelo que es más ligado al liberalismo Constitucional, que no desconfía de la prensa independiente, que tiene una alianza más ligada a Estados Unidos y a los países de la Europa occidental, socialdemócrata o liberal y que está en abierta contradicción con el gobierno de Nicolás Maduro, que es el de Macri. Dos visiones distintas, que expresan a dos sociedades distintas. El intento de armar algo en el medio, que tenga un poquito de cada cosa, evidentemente en las encuestas no ha prosperado ahora, y tampoco en los últimos cuatro años, y por eso Massa no es candidato, por eso Urtubey está en problemas y por eso Pichetto está con Macri. Y por esa misma razón Lavagna mide siete puntos. No es que son tontos, sino que intenta representar una visión de las cosas que no tiene lugar en la realidad hoy, después si eso es bueno o malo habrá que analizarlo.

Considerando este escenario, ¿Qué tan válida es la identidad política en Argentina?

La identidad política es válida en estos términos, y lo que demuestra la combinación de Macri con Pichetto, es que Pichetto entiende que esta visión del país, del mundo, de la sociedad, de la economía, y de las instituciones, en la que él coincide con Macri, es mucho más fuerte que la etiqueta tradicional 'Partido Justicialista', pero eso no quiere decir que las identidades políticas estén licuadas, quiere decir que cambian de nombre. Hay dos identidades nítidas, pero que probablemente se ven más nítidas desde el exterior, con Bolsonaro, Duque o Felipe González.

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Carlos Pagni[/caption]

¿Le suma votos a Macri la decisión de unirse con Pichetto?

No creo que fue una decisión pensada para sumar votos. Pichetto tiende a ser una señal, especialmente a los mercados, porque Macri necesita que estén tranquilos de acá a diciembre. De que él va a tener gobernabilidad porque suma a alguien que tiene mucha relación con los gobernadores peronistas. Pichetto ha sido el gran gerente de los gobernadores y de los sindicatos peronistas en el Senado todos estos años. Y con esto Macri va a poder armar una mayoría parlamentaria, por lo menos en el Senado, que le va a poder permitir las leyes para seguir financiando.

Y en la otra vereda. ¿Por qué la figura de Massa vuelve a ser determinante?

Esta es una elección donde todo vale, porque es una elección muy reñida. Por eso para Macri es tan relevante Lavagna, aunque mida cinco puntos. Y por lo mismo Massa es relevante para Cristina. La pregunta es si es que Massa se pasa a Cristina, ¿sus votantes no se irán con Macri?

Sobre la gran incógnita, y si las elecciones fueran este domingo. ¿Quién gana?

Es una pregunta tremenda, si fueran este domingo iríamos a una segunda vuelta.

¿Y en esa segunda vuelta quién se impondía? ¿Macri o Cristina? ¿O mejor dicho, Alberto Fernández o Macri?

Hoy no lo sé, porque la pregunta excluye un factor muy importante que es la economía, porque las elecciones no van a ser este domingo, van a ser en octubre y las primarias en agosto. Es crucial para esta elección, si Macri logra darle estabilidad al tipo de cambio más tiempo del que ha tenido hasta ahora, y si logra bajar un poco más la inflación.

¿Cuál es la previsión de que la economía responda y eso se cumpla?

Es bastante probable que se cumpla, porque tiendo a ver según algunas encuestas que son muy preliminares, porque todavía no se han hecho encuestas importantes después de la designación de Alberto como candidato a Presidente. Pero mi impresión es que Alberto es un candidato que tiende a desgastarse, que no es un buen candidato, puede ser un buen operador o gestor político. En términos chilenos sería como un Chadwick, pero no un candidato que simpatiza con la gente. Entonces si a este proceso se le da más tiempo, y no se pone en escenario el próximo domingo, en la perspectiva temporal creo que ganaría Macri.

De todas formas la viabilidad del próximo gobierno sigue dependiendo de la economía...

Claro, como en todo país del mundo.

Pero más en un país en crisis como Argentina y eso puede golpear todavía más a Cambiemos, especialmente si la gente no siente las mejoras...

En el escenario que me estás planteando, considerando la derrota del kichnerismo, si con esta economía tan mala gana Macri, el mercado va a a interpretar que acá hay una crisis con el peronismo. Y eso va a hacer que el mercado tenga una visión muy positiva de Argentina hasta que aparezcan de nuevo los problemas, como siempre.

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