El nuevo frente que se abre para Milei: Diputados de La Libertad Avanza presentan un proyecto para derogar el aborto legal

Un grupo de personas sostiene pañuelos verdes durante una manifestación a favor del acceso al aborto seguro y legal, en Buenos Aires, el 28 de septiembre de 2023. Foto: Reuters

La decisión desató críticas tanto dentro como fuera del bloque. Mientras en la interna, colegas de la diputada que presentó la propuesta a modo personal acusan que no firmaron el proyecto, en la oposición rechazan de plano un eventual apoyo a la derogación de la ley aprobada en diciembre de 2020. Los diputados libertarios buscan volver aún más atrás, cuestionando incluso las interrupciones con causales.


Cuando el polvo aún no se termina de posar sobre el suelo luego de la derrota política que significó la caída de la “ley ómnibus” en la Cámara Baja, el presidente de Argentina, Javier Milei, enfrenta un nuevo escollo. Un grupo de diputados de su coalición, La Libertad Avanza (LLA), presentó un proyecto sin contar con el apoyo del Ejecutivo para derogar el aborto libre, aprobada en diciembre de 2020, calificándolo, según el proyecto, como un “delito”.

Pero la iniciativa va incluso más atrás e incluye las interrupciones con causales, las que están presentes en el Código Civil desde 1921 y que luego fueron ratificadas por la Corte Suprema en 2012. En cambio, el documento menciona casos de “riesgo de vida”, en desmedro de los casos de riesgo para la salud de la mujer o de violación, ambos no punibles desde antes de la vigente ley de aborto libre.

La propuesta lleva la firma de seis libertarios, y desató una pelea interna tanto por el bajo apoyo político reunido entre los pares del Congreso previo a su presentación -en una copia similar a la derrota del paquete de medidas para la desregulación económica que Milei quería implementar- como por un posible bochorno sobre las firmas que acompañan el proyecto. Además, la iniciativa no habría tenido el visto bueno del mandatario, por lo que se trata de una propuesta personal más que del Ejecutivo.

El presidente de Argentina, Javier Milei, saluda a sus seguidores frente al hotel donde se alojara antes de viajar a la Antártida, el 5 de enero de 2024, en Río Gallegos. Foto: Reuters

La idea fue impulsada por Rocío Bonacci (27), política recientemente electa como diputada nacional por La Libertad Avanza en la provincia de Santa Fe y que se presenta en redes sociales como técnica en Podología y emprendedora. Se trata de la diputada más joven del Congreso argentino, y su propuesta cuenta con las firmas del jefe de bloque de LLA, Óscar Zago, la diputada, cosplayer y militante antiaborto, Lilia Lemoine –quien luego inició la polémica al decir que no había firmado presencialmente–, y los diputados Beltrán Benedit, María Fernanda Araujo y Manuel Quintar.

En el documento, Bonacci detalla que, de aprobarse la derogación, quien cause el aborto arriesga penas de reclusión o prisión de uno a cuatro años, en caso de que lo haga con el consentimiento de la madre. En caso contrario, el castigo sube de tres a diez años en cárcel.

“El juez podrá disponer que se exceptúe de la pena a la mujer en atención a los motivos que la impulsaron a cometer el delito, su actitud posterior y la naturaleza del hecho”, se lee en el proyecto de ley. Esto quiere decir que quedará a discreción de los magistrados si las excepciones establecidas desde hace más de un siglo en el Código Penal de 1921, como lo son los casos de violación, si son punibles.

“Respecto de la no punibilidad de los abortos de embarazos originados en una violación, decidimos eliminar la causal de no punibilidad por entender que la misma ha sido sistemáticamente interpretada como una justificación de la práctica”, continúa el documento en la misma línea.

En el presente, Argentina cuenta con aborto legal y sin requerimientos de justificación, ya sea médico, moral o intelectual, sobre las razones por las que lo quiere llevar adelante. La política pública fue aprobada en diciembre de 2020, y luego promulgada en enero de 2021, lo que ocurrió en medio de un intenso debate en el Congreso y en las calles sobre si debía aprobarse o no. Previo a esto, el intento legislativo fue rechazado en 2018 por el Senado.

Manifestantes a favor de la legalización del aborto reaccionan después de que el Senado aprobara un proyecto al respecto, el 30 de diciembre de 2020, en Buenos Aires. Foto: Reuters

Con su promulgación, se estableció como un derecho la interrupción voluntaria del embarazo durante las primeras 14 semanas de gestación. Pasado ese período, la única forma de acceder a un aborto es mediante la legislación previa, es decir, las excepciones como peligro de la madre o violación, ambas puestas en duda por La Libertad Avanza, detalló La Nación.

Por lo mismo, los diputados firmantes le dieron un carácter moral a la intención de derogar la ley. “La tremenda crisis que vive nuestro país no es solo política o económica, es fundamentalmente moral. La clase política debe retomar el concepto de ‘bien común’ como elemento fundante del principio de jerarquía. Así se recupera una legitimidad que hoy es cuestionada, y que solo se reconstruirá si se despliegan las condiciones institucionales, materiales y espirituales que posibiliten el normal y pleno desarrollo de todos y cada uno de los argentinos”, aseguran.

La reacción interna y externa

La decisión de presentar la ley para la derogación del aborto desató esquirlas en la ya golpeada interna de La Libertad Avanza. La debacle en torno a la llamada “ley ómnibus”, que pasó de más de 600 artículos para reestructurar Argentina, para luego contar con la mitad y ser aprobado en general y rechazada mayoritariamente en particular, aún resuena en los pasillos libertarios, sin certezas sobre cómo actuará el Ejecutivo a continuación.

En medio de ese escenario, Rocío Bonacci presentó, aparentemente sin el consentimiento de Javier Milei, su propuesta de derogación a la ley de aborto, como informó LN+. La información fue luego ratificada tanto por el gobierno como por la propia diputada de 27 años, quien escribió en X, antes conocido como Twitter, que “el proyecto es mi iniciativa, no del Ejecutivo y ha sido puesto a la consideración del cuerpo que integro. Defiendo la vida. Ni más, ni menos”. Y agregó, tras ser consultada por el exaliado de Milei, Carlos Maslatón, que “los diputados pueden y deben presentar PROYECTOS. No sabía que tenía que pedir permiso para proceder…”.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, también descartó que la derogación contara con el apoyo del gobierno libertario de Javier Milei, pese a que el mandatario siempre se ha mostrado contrario al aborto. “No está en la agenda del Presidente”, dijo el vocero a los medios locales. “Estamos preocupados, abocados y trabajando sin descanso en otros temas muchísimo más urgentes y, si se quiere, relevantes que este. (La iniciativa) no está impulsada por el Poder Ejecutivo”, agregó.

La polémica no quedaría allí. Lilia Lemoine, diputada que aparece como firmante y que ya había generado polémicas previo a la elección presidencial -como cuando dijo que presentaría una ley para que los hombres puedan “renunciar a la paternidad”-, dijo en diálogo con el medio Corta que no había puesto su nombre.

“Pusieron mi nombre porque dije que iba a acompañar, pero que no era momento ahora y me metió igual. Es muy dañino”, señaló la diputada nacional por la provincia de Buenos Aires.

En una interacción con un usuario en X, Bonacci fue consultada si los diputados que aparecen como firmantes estaban de acuerdo en subirlo ahora, tras la derrota por la ley ómnibus. “No son firmas de puño y letra, son acompañamientos de miembros de mi bloque, con los que previamente charlamos acerca de este proyecto, algunos por WhatsApp y otros personalmente… podían estar o no. No sé por qué tienen el afán de llamarle operación a todo”, respondió, adjuntando una foto de un chat en el que alguien le decía: “Totalmente de acuerdo Rocío, contá conmigo y mi equipo”, lo que fue interpretado, aparentemente, como su aprobación para aparecer como firmante.

En el gobierno, en tanto, se preparan para un año en que no enviarán más proyectos de ley al Congreso, afirmó el medio Ámbito Financiero. “Recibimos noticias de que no piensan, desde el Ejecutivo, enviar ninguna ley durante el corriente año”, dijo el diputado Carlos D’Alessandro en diálogo con Radio 10. De todos modos, aseguró que sus colegas de La Libertad Avanza seguirán enviando proyectos a título personal.

“Si no nos van a mandar leyes nosotros no podemos tener el Congreso parado. Yo tengo 7 u 8 leyes que ya estamos escribiendo para el 2024″, prosiguió.

Por otro lado, la oposición “dialogante” y la tradicional reacción principalmente rechazando la posibilidad de derogar la ley de aborto, como quedó en evidencia en las palabras de Margarita Stolbizer, legisladora de Hacemos Coalición Federal que aseguró que defenderá “la vigencia e implementación de la Ley 27.610 porque protege el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, evita la muerte de muchas mujeres, sobre todo las más pobres, frente a un Estado que todavía se pretende hacer más ausente”, consignó La Nación.

Desde el PRO, el partido del expresidente derechista Mauricio Macri, la diputada Silvia Lospennato, una de las impulsoras de la legislación del aborto, se mostró en desacuerdo. “No”, escribió en X junto a un emoji de un pulgar hacia abajo. En el mismo sector, un diputado se mostró sorprendido por la decisión.

“Dejé el teléfono un rato para cenar con amigos, lo vuelvo a agarrar y Argentina está discutiendo el aborto. ¿WTF?”, escribió el diputado del PRO, Alejandro Bongiovanni.

Desde el otro lado de la grieta, la posición fue similar. “Se ve a diputados de La Libertad Avanza desesperados por volver a usar a la reacción patriarcal como elemento aglutinador, ahora, siendo gobierno y en medio de tarifazos, ajustes y una inflación desatada”, complementó en la misma red social la legisladora y excandidata presidencial del Frente de Izquierda, Myriam Bregman.

El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, también se sumó a la discusión, argumentando que “no hay debate válido” sobre el tema, puesto que, “desde que se sancionó la ley del aborto, se redujeron el 90% de las muertes por esta causa en la provincia de Buenos Aires; es decir, se evitaron 45 muertes si el promedio era sostenido”, escribió en X.

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