Girardi: “Si fracasa el gobierno del Presidente Boric, va a ganar la extrema derecha, ni siquiera la UDI o RN”

Guido Girardi

El exsenador PPD se declara profundamente frustrado por lo que sucedió en el proceso constituyente. Sin embargo, cree que la antigua Concertación volverá a emerger, aunque tal vez no unida y en nuevas asociaciones políticas.


Al exsenador Guido Girardi se le ha visto más seguido por el Congreso, específicamente por los comedores de la Cámara, donde en las últimas semanas ha participado de almuerzos con los diputados de la bancada PPD-Independiente..

Explica que sus visitas a la sede del Legislativo solo buscan colaborar con la presidenta del PPD, Natalia Piergentili. Si bien es cauto a la hora de hablar de su futuro político, no cierra la puerta a postular a una futura instancia constituyente.

“Siento que cambié de chasis”, asegura el fundador de Congreso del Futuro, quien a pesar de ya no tener responsabilidades políticas, declara que aún así “me falta tiempo para leer y para pensar”.

Hace años, su objetivo ha sido tratar de generar “pensamiento profundo”, poner miradas estratégicas para el desarrollo futuro del país, ya que, a su juicio, lamentablemente viene un nuevo mundo que “va a estar gobernado por la inmediatez, por la urgencia, por el aceleramiento y la simplicidad”.

“El pensamiento profundo va a ser reemplazado por un pensamiento liviano, apresurado, más bien reactivo, que reflexivo”, comenta el actual vicepresidente ejecutivo de Fundación Encuentros del Futuro, espacio desde donde se organiza el megaevento científico.

¿Y usted siente que el gobierno está actuando guiado por la inmediatez y no con la mirada a largo plazo?

Hay muchos futuros posibles que están corriendo en paralelo y de nosotros depende que hagamos los mejores futuros. El problema es que este es un ecosistema que no afecta solo al gobierno. Cuando uno habla con los ministros y ministras no tienen tiempo para pensar. Lo mismo le ocurre a los empresarios que están en la rentabilidad de corto plazo. Lo mismo ocurre con las universidades. Entonces es un ecosistema que está orientado integralmente a la inmediatez y eso hace que el futuro se transforme en un basurero del presente. Hace ya mucho tiempo que el Estado se vació de intelectualidad y esa gente se escapó de la política.

¿Al gobierno le falta intelectualidad?

Al Estado en Chile le falta capacidad intelectual.

Pero son los gobiernos los que conducen el Estado.

Sí, pero qué puede hacer un ministro o una ministra que llega a un ministerio, que perdió su capacidad de pensar en futuro.

¿Pero quién más que el gobierno podría corregir ese rumbo?

Justamente para eso está el Congreso el Futuro, que tiene 400 académicos, científicos,, trabajando proyectos estratégicos y generar pensamiento profundo.

Precisamente se ha dicho que la llegada de Carolina Tohá a Interior y Ana Lya Uriarte a la Secretaría General de la Presidencia buscar dotar de experiencia al gobierno. ¿Usted lo siente como una reivindicación de los 30 años?

A mí me parece que la llegada de Carolina y Ana Lya agrega experiencia a una generación que tiene entusiasmo, que tiene pasión, pero que es rehén de su historia. Esta generación tal vez ha sido una de las más exitosas. Yo era presidente del Senado en 2011 y Gabriel Boric era presidente de la Fech. Han sido exitosos, pero cuando tienes éxitos permanentes en el fondo te transformas en arrogante.

¿Ud. cree que son arrogantes?

Cuando te conviertes en arrogante, pierdes la capacidad de escuchar. Porque te ha ido bien, has tenido éxito, pero también cuando tienes éxitos permanentes en corto plazo, no generas experiencia, porque la experiencia nace de los fracasos, de los errores, de caerse, de volver a levantarse, nace de las cicatrices y de los conflictos. Esta generación yo la grafico como aquel ciclista que iba con viento de cola y en bajada. Y luego tiene el viento en contra de la sociedad y en subida. No tienen la experiencia. Por eso ha sido una buena decisión incorporar experiencia y eso es lo que representa la incorporación de Carolina y Ana Lya. Carolina ha sido ministra, parlamentaria y alcaldesa, ha tenido sufrimiento y derrotas y eso da experiencia.

Ahora, usted desde que era diputado siempre fue muy crítico del avance de la Concertación. Sin embargo, cuando viene la crítica a los 30 años usted fue parte de los criticados. ¿Se sintió marginado por esta nueva generación gobernante o no?

Lo que pasa es que los 30 años, paradojalmente, van a pasar a la historia como uno de los más exitosos en la historia de Chile. Este gobierno va ayudar a que eso sea así. Yo creo que muchos van a echar de menos a los 30 años, pero también yo soy consciente que los 30 años tuvieron luces y sombras. Creo que la generación que dio origen al Frente Amplio, en parte tiene que ver con las renuncias nuestras. Acá va a haber un reequilibrio de la mirada histórica, donde va a volver a emerger la Concertación y la Nueva Mayoría, donde se van a valorar aquellos avances para el país.

El exministro Francisco Vidal decía que uno de los principales problemas es el orden público y la seguridad.

Creo que es el principal desafío que tiene Chile. No digo este gobierno, Chile. Sin embargo, yo creo que hay un mea culpa que tiene que hacerse izquierda, porque para mí lo que está amenazado hoy día es la democracia y el Estado de Derecho. Están en cuestión y tienen múltiples enemigos. Entre ellos los perdedores del modelo neoliberal, que son aquellos que sienten que la democracia no fue capaz de resolver sus problemas. También está la obsolescencia del estado frente a un mundo digital. Para mí la regulación del futuro, la regulación de las plataformas, del metaverso es una prioridad democrática. La regulación de los algoritmos que generan adicción, que generan fakenews, contenidos falsos, contenido agresivo, violento, discriminatorio. Eso es lo que está haciendo Carolina. Ella tiene como tarea fundamental, garantizar el estado de derecho. Es una prioridad absoluta.

Respecto del resultado del plebiscito, ¿usted coincide en que primó un voto de castigo al gobierno?

Creo que es más complejo. Es evidente que estaba indisolublemente ligado el resultado a la evaluación del gobierno. Hay una suerte de plebiscito también al gobierno, que cometió muchos errores. Pero también la propuesta fracasó por la Convención. El 80% de los chilenos dijo que quería una nueva Constitución y generó un mandato gigantesco. Ahora se dilapidó ese mandato por distintas razones. Cuando se hizo la elección de los constituyentes, las redes sociales generaron burbujas de colectivos virtuales, que se fueron autoafirmando en sus causas. Los antivacunas, los terraplanistas, los ambientalistas, los animalistas, los que defienden su territorio. Pero esas causas se van autodoctrinando. Y al final, cada uno considera que su valor o su desafío es más importante que la causa de un proyecto país. Y las causas negociaron entre ellas. Si tú me pones esto, yo te pongo esto otro (...). El resultado del plebiscito, más que un triunfo de la derecha es un fracaso de nuestro mundo progresista. Algunos no entendieron lo que estaba en juego.

Considerando todas las variables que menciona, incluyendo el orden público, ello puede aumentar la demanda de un gobierno autoritario y populista también.

Tenemos que entender todos que si fracasa el gobierno del Presidente Boric no va a ganar el Socialismo Democrático, no van a ganar los amarillos, va a ganar la extrema derecha, ni siquiera va a ganar la UDI o RN.

¿A José Antonio Kast, se refiere particularmente, no?

Así como Kast erosiona a la derecha y a la UDI, también tenemos a Jadue que le erosiona al Partido Comunista su representación.

¿Ha pensado en la posibilidad de volver al Congreso?

Nosotros estamos en una tarea hoy día. Piensa que el Congreso del Futuro es uno de los eventos de ciencia más importantes del planeta. A mí me parece que el principal aporte que podemos hacer nosotros es ayudar a generar pensamiento profundo y ayudar a darle gobernanza a la era digital.

Le preguntaba también porque se le ha visto bastante seguido en el Congreso. ¿Está participando en alguna instancia estratégica?

No, no soy un colaborador externo. Colaboro con la presidenta del PPD. Creo que lo ha hecho muy, muy bien. Ha logrado posicionar una mirada inteligente del Partido por la Democracia, plantear caminos, que si se hubieran tomado en mayor profundidad hubieran cambiado tal vez la historia de lo que fue el plebiscito.

Por lo que me dice, quedó con mucha frustración...

Tengo frustración, porque perdimos una oportunidad gigantesca para Chile. La derecha fáctica fue muy inteligente. Lo más dramático de esto es que finalmente una parte la derecha, no toda, porque tengo mucho aprecio y confío en personas como Javier Macaya y Francisco Chahuán, pero una parte de la derecha no quiere derechos fundamentales. Esto tiene que ver con el plebiscito del 88. Los que votamos No el 88, constituimos una familia diversa, que tuvo éxitos y fracasos. Constituyó una familia cultural: la Concertación y la Nueva Mayoría. Y los que votaron rechazo van a constituir otra familia distinta.

¿Y estaría disponible para ser candidato a una próxima convención constituyente?

Mi desafío es colaborar a desarrollar pensamiento nuevo para que Chile tenga los mejores futuros posibles. Lo de la Convención lo voy a evaluar en su momento, pero voy a proponer que la mitad de los candidatos que lleve el PPD sean independientes que compartan un proyecto país con nosotros. Chile tiene el desafío mayor de reactivar la economía. En un tiempo en que habitamos la incertidumbre, la única manera de generar certezas para aprovechar las gigantescas oportunidades que tenemos -producir hidrógeno, litio y cobre para la electromovilidad del planeta, usar nuestros mares para alimentar el mundo y que sea centro mundial de Data Center- es que el Estado de Chile acorte los plazos y genere certezas empaquetando proyectos, es decir que ofrezca los mejores terrenos, haga los estudios de irradiación y geológicos, los estudios de impacto ambiental, las consultas indígenas y que se asocie de forma minoritaria con las empresas para que ellas sólo gestionen los proyectos que es lo que saben hacer. El litio es una ventana a 20 años y si el hidrógeno no está maduro al 2035 no habremos perdido gigantescas oportunidades.

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