GPS en el auto y micrófonos de última generación: el empresario y exdueño de la U. Bolivariana que espió a su exesposa y sus vínculos en el caso Hermosilla
Munir Hazbún fue representado por Luis Hermosilla y también por Leonarda Villalobos, en distintas causas. Una de ellas, en la que se le acusó de instalar dispositivos de espionaje en un Maserati que usaba quien fuera su pareja en 2022. En el audio investigado por la Fiscalía, los imputados revelan que este arquitecto le debe $500 millones a Daniel Sauer.
En el audio de una hora y 48 minutos, en que Luis Hermosilla, Leonarda Villalobos y Daniel Sauer hablan de sobornar a funcionarios públicos -lo cual está en proceso de investigación por la Fiscalía-, una de las tantas personas mencionadas es Munir Hazbún, exdueño de la Universidad Bolivariana. Lo curioso para los investigadores, sin embargo, es que los presentes en la cita hablan mal del empresario, pero, a la vez, eran quienes lo representaron en una grave denuncia penal por espionaje que estampó ante la justicia la exesposa del propietario de la mencionada casa de estudios.
Es así como Hazbún podría convertirse en un testigo importante para adentrarse en este caso. El Ministerio Público, además de tomar declaraciones a los imputados, también deberá confirmar si existieron pagos de sobornos por parte de los abogados a funcionarios públicos del Servicio de Impuestos Internos (SII) y la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), y, por lo mismo, será necesario determinar si ese actuar se repitió -o bien lo sociabilizaron los abogados con otras personas- en otras causas en las que tanto Hermosilla como Villalobos hayan trabajado.
Una de ellas es la de Hazbún. En junio de 2022 Hermosilla asumió la representación del empresario en una querella que enfrentó por parte de María Muñoz Boudeguer, quien relató ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago que su exesposo había instalado un “dispositivo de geoposicionamiento, y además otro dispositivo electrónico de escucha o micrófono de forma disimulada” en uno de sus automóviles.
En el documento se relata que “a fines de 2021, la querellante se enteró de la instalación del dispositivo GPS, y exigió que fuera retirado del vehículo, ya que este permitía a Munir Hazbún tener acceso a la posición del vehículo utilizado por la querellante, de quien estaba para ese entonces separado de hecho (...). Posteriormente, en conversación con el querellado, este reconoció, ante distintas personas, que había instalado el dispositivo para escuchar las conversaciones de carácter privado que la querellante mantenía al interior del vehículo, alardeando incluso de su gran poder económico, que le permitía comprar este tipo de dispositivos de última generación”.
Las diligencias en redes sociales y los audios
La causa de ese entonces tenía elementos particulares, dado que no es común este tipo de investigaciones en que se descubren tecnologías espías. El fiscal Oriente, Rodrigo Mena, activó en esa época una serie de diligencias para comprobar el supuesto espinonaje.
Una de ellas tiene que ver con pedir a Facebook e Instagram los accesos externos a las cuentas de la exposa de Hazbún. “Durante el año 2020, mientras doña María Alejandra Muñoz Boudeguer y don Munir Hazbún Rezuc, cuyo matrimonio había hecho previamente crisis, intentaban reanudar su convivencia (ella se había vuelto a instalar en el hogar común), Munir Hazbún obtuvo en reiteradas ocasiones -con colaboración directa de Michael Hudson- acceso indebido y no autorizado a los dispositivos electrónicos de propiedad de María Alejandra; en particular, a su teléfono celular (iPhone XS) y a su laptop personal (MacBook Air)”, relató el fiscal Mena ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago.
Además, el persecutor detalló ante el tribunal que el empresario también tuvo “acceso a los sistemas de archivos de estos dispositivos y a la información almacenada en ellos (los que constituyen por sí mismos delitos autónomos). Munir Hazbún se sirvió de este acceso para vulnerar la seguridad de sus cuentas digitales personales en distintos servicios de software, redes sociales, correo electrónico, aplicaciones de mensajería, registros de llamadas, información bancaria, servicios de streaming, etc., los que constituyen cada uno por sí mismo delitos informáticos”.
Sin embargo, algo pasó en el camino, porque en septiembre del año pasado Hermosilla dejó la defensa de Hazbún. El quiebre en el área personal, además, se revela en el audio que hoy indaga la Fiscalía.
Allí, Leonarda Villalobos dice: “A mí me preocupa Hazbún y de sobre manera”, a lo que Sauer retruca, “a mí no, porque él tiene muchas metidas en conjunto...”, pero no alcanza a terminar la frase, pues Hermosilla sentencia, “sí, pero es tonto”. Según Villalobos, el empresario “habla de más”.
Daniel Sauer lo defendió, argumentando que “me debe plata a mí, esa es la línea. Munir me debe 500 palos, no es tanto, no me debe más, porque me ha ido pagando. Le dije, ‘en Consorcio debes 100, las pagas tú y tú habla con los huevones y velo’”.
Sauer, como se desprende de la grabación, conocía bien a Hazbún. Según un artículo de Ciper de 2013, Sauer Rosenwasser también participó como director de la fallida Universidad Bolivariana, y junto a Juan Hazbún Readi y Munir Hazbún Rezuc -controladores de Hacienda Santa Martina- formó parte de la génesis del negocio de los colegios “The Wessex School”, en Chillán y Concepción, y su posterior desarrollo inmobiliario.
Junto con esto, Villalobos egresó de la mencionada casa de estudios en 2021, tras lo que obtuvo el título de abogada. Otro vínculo más en esta trama.
Los protagonistas secundarios del polémico audio que remece al mundo empresarial y judicial podrían ser testigos claves de un caso de insospechados resultados.
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