Habla el hombre que llevó Gambito de Dama a la pantalla: “Nadie podría haber predicho que se convertiría en este fenómeno cultural”

Anya Taylor-Joy en el rol principal de la miniserie. Foto: Netflix © 2020

Durante dos décadas, el productor William Horberg intentó adaptar la novela protagonizada por la ajedrecista Beth Harmon. Pero no hubo interés desde el cine. Aquí, en entrevista con La Tercera PM, el realizador da las claves del éxito de la miniserie de Netflix y entrega su mirada sobre la industria. “En el cine no hay mucho espacio para el drama humano”, afirma.


Entre fines de los 90 y comienzos de los 2000, William Horberg trabajó como productor en películas de Anthony Minghella (El talentoso Sr. Ripley), Phillip Noyce (El americano) y Tom Tykwer (Heaven). En una época en que los dramas de mediano presupuesto todavía gozaban de buena salud en Hollywood, apareció en su radar el libro Gambito de dama, luego de que el productor y guionista escocés Allan Scott se lo acercara. Él había comprado los derechos de la novela de 1983, y cargaba con varios intentos fallidos por adaptarla a la pantalla grande (uno incluyó a Bernardo Bertolucci, otro a Michael Apted).

El proyecto no se concretó hace dos décadas, ni tampoco hace diez años, cuando Horberg le mostró por primera vez el material al director y guionista Scott Frank. Sólo el éxito de la miniserie Godless en Netflix –creada y dirigida por Frank– terminó de impulsar la versión en siete episodios que ha capturado al mundo durante los últimos dos meses.

El productor William Horberg junto a Anya Taylor-Joy en el set de la serie. Foto: Phil Bray/Netflix © 2020

En conversación por videollamada con La Tercera PM, el productor recuerda con serenidad la etapa en que el proyecto no arrancaba. “Pasé muchos años con mi socio Allan Scott tratando de hacer Gambito de dama como una película, pero simplemente no encontramos la manera de financiarla. No era percibida como una historia comercial, y no era una historia que pudieras contar de una manera muy simple y barata, porque es una especie de viaje alrededor del mundo. Entonces, de alguna manera, necesitaba que el mercado llegara a este punto, donde tienes a Netflix, Amazon, Hulu y toda esta competencia por historias dramáticas de alta calidad”.

La trama de la prodigiosa ajedrecista Beth Harmon (Anya Taylor-Joy) también encontró un ambiente más diverso y proclive a impulsar ideas con mujeres complejas en el centro. “Creo que hubo un poco más de receptividad en torno a tener una protagonista femenina tan original. Ella está en cada escena de la historia, toda la experiencia es su experiencia”, afirma Horberg.

Disfrutando del éxito de la producción (ya es la miniserie más vista en su primer mes en Netflix), el realizador apunta con cautela a las claves detrás del suceso. “Nadie pudo haber predicho que se convertiría en este tipo de fenómeno cultural y global. Cuando eso ocurre, simplemente ocurre. No sucede por diseño, sucede porque hay una serie que toca el corazón de la gente, en el momento en que lo necesitan. Algo sobre Beth Harmon, algo sobre el mundo atractivo de este programa. Creo que realmente es una historia sobre sobrevivir, y parece que llega en el momento adecuado, ser la serie que las personas necesitaban para escapar de este mundo en que vivimos tantas crisis existenciales”.

La actriz en el sexto episodio. Foto: Phil Bray/Netflix © 2020

Por supuesto, no olvida a su protagonista, “un regalo para nosotros”, sostiene. “Anya simplemente brinda una actuación increíble, era la persona perfecta para encarnar la complejidad de este personaje y tiene esa cara y esos ojos… Porque gran parte de la historia no se trata realmente de las palabras, se trata de verla pensar, creer en su brillantez y también creer en sus luchas por reconectarse con la humanidad después del trauma de su infancia”.

Horberg también ahonda en las razones detrás del alza de las miniseries, muchas de ellas convertidas en éxito en 2020 (Normal people, Mrs. America, Devs), aludiendo al auge de las plataformas de streaming, pero también a los cambios en la industria del cine. “El mercado de las películas en los últimos 10 o 12 años se ha reducido mucho al cine del espectáculo y a esas grandes franquicias de películas que son éxitos de taquilla, por lo que no hay mucho espacio para el drama, para el drama humano”.

“Ciertamente para mi generación e incluso para más jóvenes que la mía, que crecimos con las películas y haciéndolas, muchas de las historias que vamos a narrar se adaptan mejor a ser contadas en una plataforma de streaming y se prestan a este formato de miniserie, y el público las está disfrutando. Tienes mucha más flexibilidad. No estás atrapado en los formatos antiguos y las fórmulas antiguas”, finaliza.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.