La teleserie sin fin del Liceo Augusto D’Halmar: directora interina designada por Emilia Ríos ahora demandó a la corporación municipal

FOTO: HANS SCOTT/AGENCIAUNO

Sonia Iribarren, que durante febrero fue seleccionada por la Corporación Municipal de la comuna liderada por la alcaldesa RD para reemplazar al sumariado exdirector Jaime Andrade, se autodespidió durante este mes y pide $171 millones de indemnización.


“Deberían ser niños y niñas los que estén al centro. Ellos son la prioridad, y para que sigan recibiendo una excelente educación necesitamos un equipo directivo que tenga el respaldo y que vaya construyendo las confianzas”. Esas fueron las palabras de la alcaldesa de Ñuñoa, Emilia Ríos (RD), tras la destitución del exdirector del Liceo Augusto D’Halmar Jaime Andrade. Con ese significativo paso, si bien las aguas se revolvieron, el municipio esperaba darle nuevos aires al liceo público que muchos consideran como el mejor del país.

Pero eso no ha estado ni cerca de ocurrir. Tras la salida de Andrade, la Corporación Municipal de Ñuñoa, presidida por la propia alcaldesa Ríos, designó interinamente a fines de febrero a Sonia Iribarren como directora, buscando ese equipo que, según había dicho la edil, tuviera el respaldo necesario y reconstruyera las confianzas de una comunidad dañada.

Ocurre que a medio año de asumir el desafío, Iribarren presentó en agosto una demanda por 171 millones de pesos en contra de la corporación municipal. En paralelo a eso, a la encargada de Convivencia Escolar del establecimiento se le abrió un sumario que provocó un paro estudiantil y, encima, las condiciones internas del establecimiento público están en un momento crítico. Puertas adentro, la comunidad está indignada y quebrada. Así también lo han hecho saber públicamente, como en junio pasado, cuando protestaron frente a La Moneda.

Y es que desde que el municipio liderado por la militante de Revolución Democrática decidiera quitarle el cargo de máxima autoridad a Andrade por un sumario administrativo que evidenció “falta a la probidad”, “vulneración de derechos de estudiantes”, una errada aplicación de decretos del Ministerio de Educación y discriminación a estudiantes con necesidades educativas especiales, los problemas solo han ido incrementándose.

En medio de las críticas de una comunidad educativa a ratos enardecida por mantener la misma estructura que llevó al establecimiento público a posicionarse por cuatro años consecutivos como el mejor liceo municipal del país en la prueba de ingreso universitario, apoderados del establecimiento público también se dividieron ante los métodos educativos impuestos por Andrade, los que en su minuto causaron la mayor controversia en el liceo ñuñoíno.

Pero el martes 21 de marzo se prendían otro tipo de alertas luego del término anticipado de la jornada del D’Halmar. ¿Por qué? La Seremi de Salud de la Región Metropolitana suspendía las clases debido a problemas de higiene e incumplimiento de normativa sanitaria, según consignaba este medio. En ese minuto Iribarren señalaba que “como una manera de garantizar la limpieza profunda de las instalaciones de nuestro liceo, se ha tomado la decisión de cerrar anticipadamente la jornada educativa”.

Tres meses después, apoderados dhalmarinos -como se autodenominan en redes sociales- fotografiaban el frontis del liceo. En las imágenes se aprecia a alumnos y alumnas tomándose el establecimiento educativo y junto a ellos había pancartas donde se podía leer “Devuelvan a la Dani”, “Simce Mate 361″ y “No más sumarios políticos”. Esto último en referencia al sumario y consiguiente suspensión de la jefa de Convivencia Escolar, Daniela Corvalán, situación que causó fuertes reacciones del Sindicato del Liceo, del Centro de Padres y Apoderados y de los propios estudiantes, que se declararon en paro indefinido y, como se ha dicho, marcharon hasta La Moneda para denunciar las irregularidades. Corvalán, poco tiempo antes, había testificado en favor del también sumariado Sebastián Andrade, hijo del exdirector Andrade.

Directora interina del liceo Augusto D’Halmar designada por Emilia Ríos ahora demandó a la corporación municipal. En la imagen, Comunidad Educativa protesta frente a La Moneda.

El de Corvalán era el cuarto sumario desde que destituyeron a Andrade y, según fuentes internas del liceo, ella era la opción que unía a una parte de la comunidad para optar por el cargo de directora a través de concurso público, mientras lo reemplazaba la interina Sonia Iribarren.

Desde el inicio del año escolar hasta la fecha las malas condiciones no han cambiado. El docente y encargado de la biblioteca del Liceo Augusto D’Halmar, Eduardo Bolados, relata a La Tercera las malas condiciones de infraestructura que vive la comunidad escolar: “Ya no tenemos hojas disponibles para fotocopias, la falta de papel higiénico y jabón para los estudiantes es impactante y cada día nos falta más material de estudio para los profesores y estudiantes”.

De hecho, el profesor afirma que durante el sistema frontal que afectó a la Región Metropolitana hace algunos meses el pabellón de lenguaje sufrió goteras que no permitieron la correcta realización de clases. “Estuvimos todo el invierno y periodo de lluvias con goteras, por lo que en coordinación con los demás profesores se tomó la decisión de entregar la biblioteca para que los estudiantes tuvieran las clases”.

“Violación de derechos fundamentales”

La ahora exdirectora interina Sonia Iribarren, que durante febrero fue seleccionada por la corporación liderada por Emilia Ríos para reemplazar al sumariado exdirector Andrade, se autodespidió del cargo durante este mes y demandó por casi 171 millones de pesos.

En el documento, ingresado el 17 de octubre al Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, reclama una “indemnización por vulneración de derechos fundamentales por un total de 11 meses de remuneraciones sobre la base de la suma de $4.585.184, correspondientes a $50.437.024″. Por daño moral, Iribarren pide que se declare procedente una indemnización de $80.000.000.

Directora interina del liceo Augusto D’Halmar designada por Emilia Ríos (en la foto) ahora demandó a la corporación municipal.

Además, la exdirectora interina pide $32.096.288, equivalentes a lucro cesante, remuneraciones, feriados, asignaciones y cotizaciones que le habría correspondido percibir desde la fecha del autodespido y hasta el término efectivo del plazo para la cual fue contratada. El resto son $4.585.184 reclamados por 21 feriados legales, correspondientes al periodo de febrero de este año a febrero de 2024. El juicio está fijado para el 25 de junio del próximo año.

En conversación con este medio, Iribarren afirma que se vio “en la obligación de autodespedirme, ya que en los cinco meses que ejercí el cargo de directora del liceo, no solo fue una constante afectación a mis derechos fundamentales, sino que fue patente cómo mi empleador no se preocupó de mi salud y mis condiciones laborales altamente hostiles, que terminaron por afectar gravemente mi salud”.

La docente, además, señala que internamente existe una lucha política por la gestión educativa de la comuna. “No hubo apoyo ni soporte por parte de la corporación; por el contrario, me convertí literalmente en un peón en una lucha de poderes política, afectando fuertemente mi dignidad personal y profesional y la excelente trayectoria que tengo como profesional de la educación“.

Desde el municipio de Ñuñoa no contestaron a los requerimientos de este medio referidos a la demanda de la exdirectora interina designada por la alcaldesa Ríos, ni por el estado actual del Augusto D’Halmar.

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