Las claves del mensaje presidencial: moderación de expectativas y guiños a exmandatario

Con un discurso conciliador, con guiños a su antecesor y a los empresarios, el Presidente buscó retomar el control de la agenda, aterrizando sus reformas principales -previsional y tributaria- y poniendo plazos. En una alocución que duró 138 minutos subrayó el carácter feminista de su administración y su compromiso con los derechos humanos. La oposición cuestionó una falta de énfasis en seguridad e inflación, la principal preocupación de los chilenos.


1.- Tono conciliador y llamado a la unidad

Durante su discurso –que se extendió por 135 minutos- Gabriel Boric hizo llamados a la unidad del país, del Parlamento y de la clase política en general. Aunque suele ocurrir en las cuentas presidenciales, esta vez el Presidente evitó culpar al gobierno anterior de algunos problemas actuales, como la seguridad y la inflación. Incluso, al señalar que el “40% de la flota” de Carabineros se encuentra inutilizada, debió precisar que no estaba culpando a nadie. “Es cuando nos unimos, respetando nuestras diferencias, cuando mejor nos va como país”, espetó.

2.- Moderación de las expectativas

“Gradualidad” fue una de las palabras que pronunció en varias oportunidades el Presidente durante su primera cuenta pública. El tenor de su discurso apuntó a una baja de expectativas respecto de lo que es su agenda de gobierno. “Este proceso de cambios no se inicia ni termina con este gobierno (...) requiere de responsabilidad y conciencia histórica”, señaló Boric al inicio de su alocución.

En esa línea sostuvo -por ejemplo- que el Plan de Condonación de la Deuda Educativa se impulsará recién en 2023, una vez aprobada la reforma tributaria, y puntualizó que esta será de “manera gradual y justa”. Al referirse al “Trabajo Decente” apuntó a que como gobierno impulsarán el proyecto de ley que reduce la jornada laboral a 40 horas, sin embargo explicó que este será “considerando la adaptabilidad y la gradualidad en su implementación”.

Además, el mandatario manifestó que el alza del costo de la vida, donde mencionó a factores como la pandemia hasta la Guerra entre Ucrania y Rusia, se debe enfrentar con “responsabilidad” y evitar la “tentación de las soluciones supuestamente fáciles, pero que generan a la larga más problemas”, acotó.

3.- Mea culpa por su actuar anterior

Al igual como lo ha hecho desde que llegó a La Moneda, Boric hizo un mea culpa por la dureza con que enfrentó a los gobiernos anteriores, como diputado y líder frenteamplista. Es sabido que uno de los ejes de su apuesta para llegar al gobierno -al menos hasta la segunda vuelta- fue el énfasis en las críticas a la gradualidad de los “30 años”, con el que equiparaba a todas las administración que se sucedieron desde el regreso a la democracia. “La historia nos enseña que las transformaciones profundas requieren convicción y persistencia, que no existen atajos. En los últimos años todos hemos estado tentados a seguir este camino, cediendo a la presión de redes sociales, al populismo o a la arrogancia de reinventar todo”, reconoció. A ello, se agregó el reconocimiento al trabajo de los gobiernos anteriores que permiten hoy -señaló- no esta partiendo de cero. “Reconozco su valor y obra”, señaló respecto de los gobiernos de la transición. Incluso el Presidente anunció varios proyectos de ley a los que se opuso cuando fue parlamentario.

4.- Nueva Constitución: defensa del proceso, pero sin jugársela por el apruebo

Una de las principales expectativas estaba puesta en la forma en que el Presidente abordaría en su primera cuenta pública el tema de la nueva Constitución y el próximo plebiscito de salida. Acá el Mandatario defendió la forma en cómo se llegó al proceso constituyente. “En el momento más crítico de nuestra historia reciente, optamos por resolver nuestras diferencias con más democracia, no con menos”, dijo.

En esa misma línea, valoró el avance que ha realizado la Convención Constitucional, “a pesar de enfrentar una pandemia, con un clima de polarización política y una crisis institucional, en el marco de un amplio proceso de debate y deliberación democrática, se ha logrado avanzar en la redacción de un borrador de Nueva Constitución. No es poco”. Y puntualizó que “ha habido tropiezos, errores y aprendizajes en el proceso”.

Muchos esperaban que el Mandatario dedicara más tiempo a este punto y defendiera más estrictamente el proceso. No obstante, Boric recalcó que “el 4 de septiembre próximo nos enfrentaremos a una decisión trascendental: aprobar o rechazar la propuesta de una nueva Constitución. Ambas opciones son legítimas, y el gobierno tiene el deber de garantizar que la ciudadanía se manifieste libremente en las urnas de manera informada”.

5.- Retomar la agenda y sello propio

Diversos analistas coinciden que las altas expectativas que existían en su gobierno, ha sido clave en la descendiente popularidad de Boric. Por ello, el mensaje era una inmejorable oportunidad para aterrizar sus principales anuncios y fijar plazos. Y así lo hizo: el Mandatario refrendó su compromiso con las reformas previsional y tributaria que fueron los ejes del programa de gobierno que lo llevó a La Moneda, además de retomar sus énfasis en temas como la agenda feminista, medioambiente y se diversidades que dieron un sello propio a su apuesta de llegar al gobierno.

6.- Pocas críticas e incluso guiños al gobierno de Piñera

En varias cuentas públicas anteriores los mandatarios caen en la tentación de responsabilizar a sus antecesores –gobiernos de otros colores políticos, por supuesto- de varios de los males que enfrenta su gestión. Sin embargo, Gabriel Boric, no lo hizo. Es más, Boric en más de una oportunidad recordó y valoró al expresidente Sebastián Piñera y su gobierno, por ejemplo, en la gestión respecto de cómo enfrentar la pandemia. “Reconozco la labor, dedicación y aprendizajes de las autoridades de Salud de Sebastián Piñera. Si en algún momento fuimos injustos en las críticas , lo hicimos de buena fe”, señaló.

7.- Más recursos, pero sin grandes anuncios en seguridad

El Mandatario dedicó una buena parte de su discurso a abordar los temas de seguridad, anunciando millonarios recursos para carabineros y la PDI y la modernización del servicio e inteligencia, con frases elocuentes como “las múltiples violencias que hemos visto no pueden ni deben ser normalizadas”, “Chile merece vivir en paz y recuperar los espacios públicos (…)” y “la violencia armada no será tolerada en nuestro país (…) un Chile sin armas es un Chile más seguro”.

Sin embargo, no hubo anuncios que sorprendiera en esta materia, como se podría haber esperado ante la principal preocupación hoy de los chilenos y chilenas. Y así lo hicieron ver en la oposición.

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