Fue el 19 de agosto del 2016 cuando Isaac Hites Averbuck (92 años) elevó sus discrepancias con el Fisco a la esfera judicial, y hace pocos días su incursión tuvo resultados positivos. La semana pasada, la Corte de Apelaciones de Santiago revocó la sentencia de primera instancia que le ordenara gravar movimientos accionarios y una serie de adquisiciones.

Se trata un otro frente para el empresario, luego que a principios de julio ingresó al Centro de Arbitraje y Mediación (CAM), una solicitud de arbitraje, pues sus hijas Mónica y Claudia reclaman haber sido postergadas históricamente en la administración de su patrimonio y señalan que se ha favorecido a sus hermanos, Jaime Hites Weber (hijo del primer matrimonio del fundador de la multitienda) y Andrés Hites Moscovich, en desmedro de ellas.

El litigio entre el patriarca con el Servicio de Impuestos Internos tiene larga data. En 2007, la autoridad le cursó una serie de liquidaciones debido a que no logró justificar el flujo en efectivo de los fondos, ni tampoco cómo financió inversiones por un total de $1.300 millones.

Años después, el 29 de abril de 2016, el director regional oriente del Servicio de Impuestos Internos, actuando como Tribunal Tributario de primera instancia, acogió parcialmente el reclamo de Hites, dejando si efecto la liquidación 346-2 de 28 de julio de 2011, señalando que debía reliquidarse la liquidación 347-2.

La sala especializada de la Corte de Apelaciones de Santiago, tras oír los alegatos de la defensa de Hites representada por el litigante tributario Christian Aste, y la defensa del Fisco, resolvió a favor del empresario estableciendo que los dineros que éste invirtió el año 2007, obedecen al pago de acciones vendidas el año 2002, y que se le fueron pagando en el tiempo. Además estableció que en el año comercial 2007, Hites recibió flujos por más de $3.500 millones.

Sin embargo, el Fisco no se conformó con esta sentencia y recurrió de casación argumentando que no bastaba acreditar el origen de los dineros, como ocurrió en este caso, sino que además debía demostrarse que esos dineros fueron los que se invirtieron.

Ante la Corte Suprema, el CDE insistió en que el empresario no logró acreditar el origen de los fondos con que financió la adquisición de un inmueble ubicado en calle La Bandera N° 1081, Parque El Sol, comuna de Maipú, por un monto de $42.000.000; la compra vehículo Chrysler por $23.740.000; la adquisición de un Automóvil Subarú por $13.693.932; de un Station Wagon Toyota ,por la suma de $11.260.200. Además de fondos mutuos por un total de $1.156.546.966.

Pendientes

Ante el CAM, el proceso de arbitraje se mantiene aún en etapa de notificación. De la misma forma, permanecen también las dos demanda de cobro ejecutivo que presentó el ppatriarca en contra de su hija Claudia por el no pago de préstamos.

La acción presentada ante el 18° Juzgado Civil de Santiago incluye una petición de embargo a la vivienda de la hija, y está relacionada con un primer préstamos por UF 26.200 ($ 712,5 millones) de junio de 2015, y un segundo préstamos en marzo de 2017, por UF 1.539 ($ 41,8 millones).